Golpe al intento de Barcala de controlar al jefe de la Policía de Alicante

El comisario Miguel Box, afín al concejal de Seguridad, presenta su renuncia a dirigir la unidad administrativa dos meses después de la reestructuración impulsada por el ejecutivo municipal, que implicaba su traslado a la mañana dejando en mínimos el cuadro de mandos en el turno vespertino

Barcala, junto a Conesa y Aldave, en un acto de la Policía Local de Alicante, en una imagen de archivo

Barcala, junto a Conesa y Aldave, en un acto de la Policía Local de Alicante, en una imagen de archivo / Alex Domínguez

Apenas dos meses ha durado el intento del gobierno de Barcala de controlar al jefe de la Policía Local, José María Conesa, con la reestructuración del cuadro de mandos, de la conocida como "plana mayor" del Cuerpo municipal de seguridad. O al menos así se desprende de la decisión tomada por el principal protagonista de los cambios promovidos desde el ejecutivo local a finales del pasado año. El comisario Miguel Box, afín al concejal de Seguridad, Julio Calero, e históricamente enfrentado a Conesa, ha presentado un escrito en el que renuncia oficialmente al cambio de turno impulsado para que se hiciera cargo de la unidad administrativa, que hasta entonces estaba bajo el control del intendente Fernando Aldave, del entorno del actual jefe de la Policía Local. 

La renuncia oficial, que ahora debe ser aceptada, se registró apenas unos minutos antes de que acabase el plazo oficial. Fue sobre la bocina, generando algo más que sorpresa en el entorno de la Policía Local. Los cambios se ejecutaron a finales de 2023, medio año después de la llegada del comisario Calero a la Concejalía de Seguridad del Ayuntamiento de Alicante. El alcalde de Alicante, Luis Barcala, dio orden a Calero de promover una reestructuración de la cúpula del cuerpo policial del Ayuntamiento que, en la práctica, suponía concentrar en la mañana a todos los altos mandos, salvo a uno, el único que se quedaba en el turno de tarde, en situación de interinidad.

Y es que, tras la nueva reestructuración, el comisario Box se iba a hacer cargo de dirigir la unidad administrativa, que hasta finales de año controlaba el intendente Aldave. Ese cambio, según fuentes municipales, iba en la línea de estrechar el control sobre Conesa, al incluir a una persona ajena a su entorno en su teóricamente equipo más próximo. Conesa ni guarda afinidad con el alcalde ni tampoco con el actual concejal de Seguridad, quien era su subordinado como comisario en ejercicio hasta que decidió dar el paso a la política como número seis de la lista del PP encabezada por Barcala en las municipales del 28M.

Esa decisión a nivel político además generaba descompensación en el cuadro de mandos. Hasta esa reestructuración, en el turno de la mañana de esa plana mayor estaban el jefe de la Policía Local; el intendente Aldave, como responsable de la unidad administrativa —que tiene entre otras funciones realizar informes, organizar la formación y la planificación de la plantilla—; así como el intendente Raúl Romero, en la unidad operativa, encargada del servicio de calle, donde también estaba sobre el papel el comisario Eduardo Guijarro, a las puertas de la jubilación. En la tarde, por su parte, estaba un comisario, Miguel Box, así como Vázquez, el único intendente aunque como interino.

Con esos cambios, en la tarde se quedó exclusivamente el intendente Vázquez, mientras que en la mañana ha habido sobre el papel hasta cuatro altos mandos. Ese fue uno de los motivos por los que las modificaciones fueron rechazadas desde la Jefatura de la Policía Local, aunque se ejecutaron al ser una orden del concejal.

El máximo cargo de la Policía Local del Ayuntamiento de Alicante lleva en manos de José María Conesa desde mediados 2009, cuando fue nombrado por la entonces alcaldesa, Sonia Castedo, en sustitución de Luis Gómez. Si no hay cambios en el órgano policial, Conesa se jubilará como jefe de la Policía en tres años, prácticamente coincidiendo con las próximas elecciones municipales, de mediados de 2027. Sin embargo, nadie da por hecho que el alcalde vaya a mantener a Conesa en el cargo, dadas las desavenencias existentes entre ellos, que se incrementaron con la polémica que envolvió a las últimas oposiciones al cuerpo de seguridad. 

Eso sí, para sustituir a Conesa al frente del cuerpo se debe crear previamente otra plaza de comisario principal, ya que ahora solo existe la del propio Conesa. Por ahora, el último intento de controlar al jefe policial no ha salido tal y como se había previsto.