Humedad, desconchones y grietas en viviendas sociales del Ayuntamiento de Alicante

Esquerra Unida denuncia que cuatro inmuebles de propiedad municipal donde viven familias vulnerables con menores están en condiciones ruinosas

El baño y la cocina de una de las viviendas públicas.

El baño y la cocina de una de las viviendas públicas. / INFORMACIÓN

Alejandro J. Fuentes

Alejandro J. Fuentes

Paredes repletas de humedades, falsos techos de cañizo en mal estado, instalaciones eléctricas obsoletas, cerramientos inservibles, muros y estructuras deterioradas... Todo ello en viviendas públicas donde, además, viven menores de edad. Es lo que denuncia el grupo municipal de Esquerra Unida-Podemos en Alicante, que pide explicaciones al Ayuntamiento por la situación en la que se encuentran cuatro inmuebles de titularidad municipal en el barrio del Cementerio.

Según la formación, se trata de una serie de edificaciones cedidas como viviendas sociales desde el año 2004. Además, EU-Podemos advierte de que, pese a que las familias residentes llevan desde abril de 2021 tratando de que el Ayuntamiento intervenga, no han recibido respuesta alguna de los servicios municipales, por lo que estas casas del Vial de los Cipreses continúan deteriorándose día tras día.

«Es urgente intervenir debido a las humedades, que provocan problemas respiratorios», apunta el portavoz de la coalición, Manolo Copé, quien también incide en que «los inmuebles se encuentran en una situación de infravivienda, y hay menores viviendo dentro sin que nadie del Ayuntamiento esté haciendo nada».

El concejal de EU-Podemos también alerta de que se ha informado «de importantes entradas de agua cuando hay lluvia» así como de «problemas con las redes eléctricas» que han generado «peligro real» para las personas residentes y una urgencia «enorme» de resolver la situación. De acuerdo con lo expuesto por Copé, «las viviendas han sido visitadas por técnicos del Ayuntamiento y tanto el Centro Social como el Patronato de la Vivienda están al tanto, por lo que no entendemos que no se haya intervenido aún». Además, el edil insiste en que «las entidades sociales que trabajan en el barrio han pdido que se asigne un interlocutor de la administración local para abordar este tema», pero que el conflicto «sigue sin respuesta tras tres años de parálisis».

En cuanto a los posibles riesgos, Copé alude a que los falsos techos «pueden desprenderse y son un peligro para las personas que se encuentran debajo», además de que «las instalaciones eléctricas pueden prender fuego a la vivienda en cualquier momento» y que «el agua infilrada está vaciando el terreno y se crean pozos debajo de la casa de más de dos metros, creando peligros de caída y afectando a la estructura».

Un preocupante «cóctel» de deficiencias que el portavoz de la formación considera «urgente» resolver. «Lo lógico es que el Ayuntamiento cubra estos gastos, al tratarse de viviendas propias, pero es tan necesaria la adecuación que al menos se debería conceder el permiso para poder intervenir y rehabilitar las cubiertas y la estructura», apunta Copé.