El gobierno de Barcala reparará escaleras y muros del Casco Antiguo de Alicante tras meses de protestas vecinales

La Junta de Gobierno aprueba destinar 400.000 euros a la actuación “urgente” en las calles Toledo y Divina Pastora, donde hay paredes apuntaladas desde octubre de 2023

Aparece una grieta repentina en una vivienda del casco antiguo de Alicante que tiene en vilo a los vecinos

Jose Navarro

Alejandro J. Fuentes

Alejandro J. Fuentes

El Ayuntamiento de Alicante reparará de manera "urgente" los muros y escaleras deteriorados en las calles de Toledo y Divina Pastora, en el Casco Antiguo, donde los vecinos de la zona llevan meses conviviendo con paredes apuntaladas junto a sus casas.

«Tenemos miedo. La grieta que se ha formado es cada día más grande y si se cae la escalera no sabemos si el edificio puede ir detrás», señalaban los residentes ya en el mes de octubre. Desde entonces, no han cesado en sus protestas y reclamaciones al Ayuntamiento para que actuase en la zona. Una serie de quejas que, cinco meses después, ha dado sus frutos.

La Junta de Gobierno Local ha dado luz verde esta semana al "Proyecto de ejecución de medidas urgentes para reparación de muros y escaleras ubicados en la calle Toledo y Divina Pastora en el barrio de Santa Cruz de Alicante". Una actuación cuyo objeto es "la reconstrucción completa" de las escaleras y los muros que conforman la zona y dan servicio a dos viviendas y un local, además de servir como conexión vertical con la calle Lepanto y la plaza Marqués de Cagalaolla.

En concreto, se destinarán más de 400.000 euros a las obras, que cuentan con un plazo de ejecución previsto de seis meses a partir del inicio oficial de los trabajos. El expediente deberá iniciarse ahora en el área de Contratación para que la remodelación pueda salir a concurso.

En total, siete viviendas se ven directamente afectadas por la situación de la escalera, entre las que tienen su portal justo en ella, las que conectan con uno de sus muros y quienes se verían perjudicados en caso de un potencial derrumbe de la infraestructura: "Vivimos con miedo porque vemos que la grieta cada vez se hace más grande. Nuestro temor es que haya una lluvia fuerte, como las que hay en Alicante, y esto ceda mientras estemos durmiendo o algo", señalaba una de las vecinas ya en el mes de octubre.