La ordenanza contra el ruido de Alicante, en un cajón desde antes de elecciones

La normativa, impulsada por el gobierno de Barcala en marzo de 2023, todavía no ha entrado en vigor

El ejecutivo municipal ya inició su tramitación en 2019, igualmente antes de los comicios electorales, pero tampoco llegó a aprobarse

Veladores de la calle Castaños, en una imagen de archivo.

Veladores de la calle Castaños, en una imagen de archivo. / ERIC CARPE

Alejandro J. Fuentes

Alejandro J. Fuentes

Esta misma semana, el gobierno de Luis Barcala ha impulsado la nueva ordenanza de Ocupación de Vía Pública, regulando el horario de las terrazas de hostelería con el objetivo de conseguir "equilibrio" entre el descanso de los vecinos y el interés empresarial. Sin embargo, la otra normativa que afecta al conflicto por los efectos del ocio nocturno para los residentes, la ordenanza contra el ruido, lleva en un cajón desde marzo de 2023. Al igual que hizo en 2019, Barcala reactivó su tramitación escasas semanas antes de las elecciones aunque, también del mismo modo que en 2019, nunca llegó a aprobarse definitivamente.

Esta demora de casi un año para dar luz verde a un documento que el ejecutivo local del PP preveía aprobar antes de fin de año ha sido duramente criticada este jueves por el grupo municipal socialista. Su portavoz, Ana Barceló, acusa a Barcala de "bloquear" su aprobación y utilizar los cambios en el horario de las terrazas como elemento de distracción del "problema real": la contaminación acústica en zonas de ocio nocturno de Alicante. Por ello, el PSOE exige al alcalde que paralice la tramitación de la Ordenanza de Vía Pública hasta que apruebe la normativa contra el ruido.

Una opción que, por ahora, no está en los planes de los populares. Pese a que el ejecutivo local necesitará de al menos uno de los grupos de la oposición para poder aprobar la regulación del espacio público, la concejala responsable, Cristina Cutanda, rechaza la petición de los socialistas. "No tenemos por qué parar esta ordenanza", considera Cutanda, ya que "es muy necesario aprobarla cuanto antes, sobre todo por aquellos comercios que quieren instalar terrazas en aparcamientos". En cuanto a la normativa contra el ruido, la concejala de Ocupación de Vía Pública asegura que se ha trabajado junto con el área de Medio Ambiente para establecer "sinergias" entre ambos documentos. En cuanto al borrador que lleva cerca de un año en en un cajón, Cutanda sostiene que "se está terminando de resolver las alegaciones", algo que "no va a tardar mucho".

Registros de niveles de ruido por encima de lo permitido, en una imagen de archivo.

Registros de niveles de ruido por encima de lo permitido, en una imagen de archivo. / Áxel Álvarez

Sobre las opciones con las que cuenta el equipo de gobierno de Barcala para sacar adelante la modificación horaria de los veladores, la concejala apunta que "vamos a escuchar aquellas enmiendas de los grupos políticos y si se puede incorporar alguna de las que nos planteen entendemos que sí se podrá sacar adelante".

"El doble del ruido permitido"

El problema del ruido, especialmente en el Centro Tradicional, queda reflejado en los datos públicos de los sonómetros instalados en diferentes calles de la zona. Durante el pasado fin de semana (8 y 9 de marzo) los aparatos registraron hasta 76 decibelios en la calle Castaños en horario nocturno, cuando la Ley para la Protección contra la Contaminación Acústica de la Generalitat establece el límite en 45db.

Unos datos que, para el edil socialista Raúl Ruiz, son "muy poco saludables". Por ello, se pregunta dónde está el informe sobre los niveles de contaminación acústica anunciado por Barcala a finales del pasado año: "En cuatro meses nada se sabe", mientras el el PP "sigue bloqueando" la Comisión del Ruido creada por unanimidad de todos los grupos políticos "porque no quiere afrontar el problema".