SEMANA SANTA ALICANTE 2024

Mater Desolata: estrenos en los pasos del Cristo y la Virgen en Alicante

La hermandad restaura la imagen de la Desolación

El trono de la Expiración y el Espíritu Santo renueva su cartela frontal

Un instante de la procesión de Mater Desolata, de archivo.

Un instante de la procesión de Mater Desolata, de archivo.

Alberto Losa

Alberto Losa

La Hermandad Penitencial Mater Desolata realiza una larga procesión desde el barrio de Carolinas hasta el centro de la ciudad en más de cuatro horas. Esta hermandad, compuesta mayormente por residentes del barrio, considera su participación en la procesión como un encuentro comunitario y un acto de devoción religiosa. Este año presentan dos importantes novedades: la restauración de la Virgen y el estreno de la cartela frontal del paso de Cristo, realizada por el imaginero José María Leal Bernárdez.

El hermano mayor de Mater Desolata, José María Roselló, señala que eran dos cambios que la hermandad quería llevar a cabo: «Se ha restaurado la Virgen al completo. Además, este año realizamos el estreno de la cartela frontal. Este año ya la podemos estrenar».

El pasado año, la hermandad ya tenía previsto estrenar esta cartela frontal, que finalmente ha llegado este año.

La hermandad cuenta con cerca de 300 miembros, incluyendo 85 costaleros que llevan el paso durante todo el recorrido. A pesar de la dificultad para encontrar costaleros debido a la longitud del recorrido y al día festivo del Viernes Santo, la hermandad realiza actividades durante todo el año para mantener viva su comunidad. Portan túnicas y capirotes rojos, aunque en el caso de los costaleros, las capuchas son de color blanco. «El 90% de los miembros de la hermandad somos gente de aquí, del barrio. Aparte de compartir unos valores cristianos, es una forma de hacer encuentro en el barrio, y un signo de devoción y religiosidad», explica el hermano mayor de la hermandad de Carolinas.

El objetivo de la hermandad, resalta el hermano mayor, es mostrar su fe: «Al final, la procesión es una puesta en la calle de lo que se vive durante todo el año. Quizá la procesión es lo menos importante, en el sentido de que es la conclusión a todo el ejercicio y al trabajo de todo el año». En su conversación, explica que para los hermanos es como poner la guinda del pastel al trabajo que se lleva a cabo durante todo el año.

La procesión tiene multitud de puntos señalados como importantes durante el recorrido. Sale desde la parroquia de San José de Carolinas y transcurre por la calle Tomás López Torregrosa. El final de la procesión se lleva a cabo en el interior de la Concatedral de San Nicolás, donde se realiza el encuentro con el Cristo Yaciente.

Roselló destaca estos puntos como recomendables para asistir como público, aunque añade el paso por las calles estrechas del barrio de Carolinas en su llegada al centro de la ciudad: «Como puntos recomendables yo diría que están la salida de la parroquia así como la entrada en la carrera oficial a través de López Torregrosa. También las calles estrechas, como Díaz Moreu, y la llegada a la Concatedral de San Nicolás».

Además, este año están de celebración, ya que se cumple la salida del 75 aniversario, para la que asegura que tienen preparadas actividades que se desarrollarán a lo largo de octubre.

Su salida es la primera y más temprana de las tres que se llevan a cabo en la tarde del Viernes Santo. Parte minutos antes de las 18 horas, mientras que Santo Sepulcro y La Soledad lo hacen cerca de las 20 horas. En su recorrido pasa por las calles Garbinet, Viravens y San Carlos, antes de llegar a la parroquia de la Misericordia. Desde ahí se dirige al centro a través de Díaz Moreu y la calle San Vicente. Entra a la Rambla justo antes que las otras hermandades y pide la venia a las 21:40 horas. Concluye tras más de cinco horas de procesión en el interior de la Concatedral de San Nicolás.

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