El alto precio de la luz dispara un 200% los costes para dar de beber a la Marina Baixa

El Consorcio de Aguas triplica el presupuesto previsto para poder pagar la factura eléctrica en 2023: de 2,3 a 7 millones. La entidad sube un 40,46% la tasa, lo que obligará a la mayoría de municipios a repercutir este incremento en sus ciudadanos

Embalse del Amadorio, desde donde se distribuye el agua que beben La Vila o Benidorm.

Embalse del Amadorio, desde donde se distribuye el agua que beben La Vila o Benidorm. / David Revenga

R. Pagés

R. Pagés

El brutal incremento experimentado en los últimos meses en la precio de la energía eléctrica va a disparar en 2023 los costes para dar de beber a los municipios de la Marina Baixa. Y lo hará hasta un punto que los técnicos del propio organismo encargado del abastecimiento califican como "alarmante".

El Consorcio de Aguas de esta comarca, de la que forman parte los siete municipios con más población —Benidorm, La Vila Joiosa, Finestrat, l'Alfàs del Pi, Altea, La Nucía y Polop— además de la Diputación Provincial de Alicante y la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), ha aprobado este miércoles en junta general su presupuesto anual para el próximo año, con un incremento de algo más de un 200% en la partida reservada para pagar la factura de la luz.

En concreto, el coste estimado pasará de los 2,3 millones presupuestados en 2022 a algo más de 7 millones para 2023, lo que traerá aparejado un aumento del 40,46% de la tasa fija que pagan los municipios por este servicio, según la información a la que ha tenido acceso este diario.

Y, lo que es aún peor: la mayoría de municipios consorciados no tendrán más remedio que repercutir este incremento mediante subidas en la tasa que pagan sus ciudadanos, tal y como han reconocido fuentes de la entidad, que han recordado que el pasado año ya hubo que aprobar una primera revisión de esta tasa de un 6,06%, a la que se sumó también un encarecimiento de la tasa variable por consumo, que pasó de los 0,3036 euros por metro cúbico establecidos en 2021 a 0,3220 €/m3 para 2022.

El informe elaborado por técnicos del Consorcio apunta que, aunque el abastecimiento hídrico está garantizado gracias al episodio de fuertes lluvias registrado el pasado mes de marzo durante el temporal Celia, la situación actual es "preocupante" debido a que la crisis energética es "alarmante y lo peor, sin lugar a dudas, es su prolongación en el tiempo", que genera gran incertidumbre a la hora de intentar hacer previsiones a medio y largo plazo.

Otra imagen de la presa del Amadorio, hasta los topes tras las intensas lluvias de la pasada primavera.

Otra imagen de la presa del Amadorio, hasta los topes tras las intensas lluvias de la pasada primavera. / David Revenga

Los técnicos, sin embargo, apuntan a que la situación todavía podría ser peor: "El gran problema de siempre en las gestión del agua en la Marina Baixa son las sequías que se repiten de forma periódica, pero, además, debemos añadir a partir de ahora el impacto económico por los altos costes de la energía", tras lo cual mantienen que, "si bien en 2022 no han coincidido, el efecto de una sequía y unos precios energéticos tan altos en la Marina Baixa sería demoledor".

Inversiones fundamentales para la comarca

Para evitar los perjudiciales efectos que podría tener la conjunción de un episodio de sequía, que obligaría a comprar caudales externos, con unos costes energéticos tan elevados, los técnicos del Consorcio alertan de la necesidad de acometer distintas inversiones que, si bien se llevan reivindicando desde hace mucho tiempo, ahora se señalan como "fundamentales".

Entre ellas figura la ejecución de forma urgente de nuevas obras de almacenamiento para aprovechar las aguas superficiales, una inversión que reclaman que debería realizarse junto con el Ministerio, por ser el "principal colaborador e interesado en la gestión".

Los técnicos también consideran necesario seguir renovando las infraestructuras existentes de abastecimiento y optimizando las de riegos obsoletas, con el intercambio de las aguas entres usuarios que tan buenos resultados ha dado en la Marina Baixa.

Otra de las actuaciones prioritarias para el consorcio es la de gestionar junto a la Conselleria la regeneración del 100% de las aguas depuradas.

Infraestructuras del Consorcio de Aguas de la Marina Baixa en el río Algar, desde donde se controla el abastecimiento de los principales municipios de la comarca.

Infraestructuras del Consorcio de Aguas de la Marina Baixa en el río Algar, desde donde se controla el abastecimiento de los principales municipios de la comarca. / David Revenga

Y, por último, acometer las infraestructuras en energías verdes para autoconsumo eléctrico, como se está ejecutando ya o se va a ejecutar en dos estaciones de bombeo de La Vila Joiosa y en el pozo denominado Polop 1, donde se instalarán paneles solares fotovoltaicos para el autoconsumo.

Todo ello porque, según estiman los técnicos, aunque el suministro de agua está garantizado en la comarca para todo el año 2023, de acuerdo con las previsiones, "no estará garantizada en el medio plazo sino se acometen inversiones en las infraestructuras citadas". 

Dos años consecutivos de subida

El incremento del presupuesto para poder hacer frente a la energía eléctrica y el desfase que el alto precio de la luz está generando en las cuentas de este organismo, al igual que en las de otras administraciones públicas, empresas y hogares, ha obligado al Consorcio a incrementar la tasa de abastecimiento por segundo año consecutivo.

Como ya publicó en su día este diario, para este 2022 la entidad aprobó una subida del 6,06 por ciento de la tasa fija que abonan los siete municipios consorciados para poder asumir el coste de la factura eléctrica para suministrar agua potable a estas poblaciones, entonces acumulaba un encarecimiento de en torno a un 15,46%. Igualmente, la tasa variable por consumo también se incrementó, pasando de los 0,3036 euros por metro cúbico establecidos en 2021 a 0,3220 €/m3 para 2022.

El embalse de Guadalest, con las compuertas abiertas para desaguar, tras la tormenta Celia.

El embalse de Guadalest, con las compuertas abiertas para desaguar, tras la tormenta Celia. / David Revenga

La subida de tasas permitió al Consorcio presupuestar para todo el año 2022 algo más de 2.278.800 euros para poder hacer frente a los costes de la energía, a pesar de lo cual a mitad de año hubo que revisar los números y dotar a esta partida de cerca de 1,5 millones más, que el organismo aportó de sus propios ahorros.

91 hectómetros cúbicos vertidos al mar por falta de infraestructuras

El informe de abastecimiento firmado por el director técnico del Consorcio cifra en 91 hectómetros cúbicos la cantidad de agua que la Marina Baixa vertió al mar desde la tormenta Celia del pasado mes de marzo hasta el mes de agosto debido a la falta de infraestructuras donde almacenar los caudales sobrantes, ya que tanto los embalses como los acuíferos estaban llenos. Este dato contrasta con la situación de prealerta por sequía en la que se encontraba la comarca apenas unos días antes de la llegada de Celia, cuando este territorio acumulaba dos años mucho más secos de lo habitual, en los que se recogieron en torno a 600 litros, prácticamente la misma cantidad que en un año hídrico "normal".

Por este motivo, el organismo del que forman parte los siete municipios con más población, la Diputación Provincial y la CHJ, insiste en la necesidad de acometer obras que permitan ampliar el almacenamiento de caudales para poder afrontar en mejores condiciones los periodos de sequía. Entre ellos, revisar los resguardos de los embalses de Guadalest y Amadorio; llevar a cabo un recrecido de las presas de ambos embalses para que tengan mayor capacidad; retirar sedimentos en las colas de los embalses o crear nuevas balsas para la regulación de las aguas.

Pese a todo, el Consorcio ha vuelto a asegurar que el suministro hídrico está garantizado en la Marina Baixa para el próximo año.

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