Benidorm invitará a Ortiz y cuatro empresas más al proceso para gestionar la estación de autobuses

El Ayuntamiento aprobará en el pleno el inicio del proceso negociado sin publicidad para intentar tener un nuevo adjudicatario | Las mercantiles podrán decir si aceptan o no la propuesta y presentar sus propias ofertas en 25 días

La estación de autobuses de Benidorm.

La estación de autobuses de Benidorm. / David Revenga

La estación de autobuses de Benidorm suma un nuevo capítulo a su larga historia. El Ayuntamiento de Benidorm invitará a un mínimo de cinco empresas, entre ellas la del anterior adjudicatario Enrique Ortiz, a un proceso de negociado sin publicidad para intentar solucionar de una vez por todas el problema de esta infraestructura y contar con un nuevo contratista que gestione el complejo. Eso sí, el proceso podría terminar con la instalación en manos del empresario alicantino que, según establece la ley, está obligado a presentarse al proceso.

Como ya publicó este diario, el gobierno del PP lanzó un concurso público para la gestión y explotación de la estación de autobuses en enero. Pero la licitación quedó desierta con un precio de 24.516.647,32 euros. Con este importe se cubre la obra realizada y no amortizada. El tiempo estimado de lo que queda de contrato es de 26 años, 10 meses y 8 días y la licitación se hizo por lotes. En el primero, está incluida la terminal, la zona comercial de la dársena y el aparcamiento exterior; mientras que el segundo está referido al centro comercial, al hotel y aparcamiento subterráneo. Pero ninguna empresa vio atractivo este concurso y nadie presentó sus ofertas.

Así que se abría un nuevo proceso: el negociado sin publicidad, como así estableció en el convenio firmado entre el Ayuntamiento y la anterior adjudicataria, Estación de Autobuses de Benidorm SL, en manos de Ortiz. Y en eso está el gobierno local. Pero, ¿qué es un negociado sin publicidad? Se trata de un procedimiento de contratación pública recogido en la ley en el que, por unas condiciones especiales, se permite no publicitar una licitación e invitar directamente a empresas para que puedan presentar sus ofertas a dicha adjudicación.

Y aunque la Ley de Contratos del Sector Público establece que debe invitarse al menos a tres empresas, la Alcaldía, vista la propuesta del técnico de Contratación, "fija que el número de empresas a invitar no podrá ser inferior a cinco", según explicaron desde el gobierno local . Este mínimo de cinco empresas se aplicará a "cada uno de los lotes". Pero hay matices, porque dentro de ese número de mercantiles a las que se invitará deberá estar Estación de Autobuses de Benidorm SL, que tiene la obligación de concurrir para cumplir el citado convenio de liquidación del anterior contrato. Y se le invitará a participar a ambos lotes.

El expediente para licitar nuevamente el contrato de la estación de autobuses con este negociado sin publicidad se llevará al pleno del próximo lunes. El alcalde, Toni Pérez, ha explicado este martes en una Junta de Portavoces a los grupos de la Corporación el contenido de la propuesta elaborada por los técnicos municipales que se dictaminará este miércoles en comisión informativa y a la que se incorporan los pliegos de condiciones que regirán este procedimiento.

Y, ¿cuáles son los plazos? Tras la aprobación en el pleno de 27 de marzo, se enviarán los pliegos a esas mercantiles que "serán elegidas por su solvencia y las más adecuadas para lo que se va a licitar", según las fuentes consultadas. Después tendrán 25 días para presentar sus ofertas en el caso de aceptar la "invitación". Porque, según las mismas fuentes, tienen la posibilidad de rechazar participar en este proceso.

Con el inicio de este nuevo expediente de contratación, el gobierno del PP da un paso más para intentar solucionar el "embrollo" de la estación de autobuses de Benidorm y cumplir con la sentencia de 2012 del Tribunal Supremo -que ratificaba una de 2007 del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJ)- que obligaba al Ayuntamiento a licitar de nuevo la estación y todas sus instalaciones.

El periplo de la estación de autobuses arrancó en 2012 cuando una sentencia del Tribunal Supremo ratificaba otra sentencia dictada por el TSJCV en 2007 que anulaba la autorización municipal que en 2003 concedió el Consistorio a Ortiz para ampliar la zona comercial de la terminal y, con ella, la concesión para su explotación. Así, el fallo de hace más de 10 años obligaba a rescindir el contrato de explotación entre el Ayuntamiento y Ortiz. Así, el acuerdo con el empresario llegó en octubre de 2020 tras meses de reuniones. Fue en marzo de 2022 cuando se firmó el convenio definitivo.

Estado actual de la estación de Benidorm

Mientras el Ayuntamiento de Benidorm sigue inmerso en el proceso administrativo, las instalaciones de la estación se encuentran actualmente completamente cerradas excepto la planta baja donde se encuentra la cafetería y la dársena; y sólo funciona un negocio en el último piso, un gimnasio. El resto de pasillos están cerrados con vallas y los turistas o viajeros que cada día llegan a la estación se encuentran con un espacio que, a primera vista, parece abandonado.

El mismo convenio firmado con Ortiz recogía que la mercantil del empresario debía acometer obras de rehabilitación en el actual edificio por valor de 287.141 euros. Los trabajos tabicaron los locales para evitar que pudieran entrar personas y vallaron escaleras y accesos. Las mejoras se han ido realizando pero al mismo tiempo que se da un paso para adelante, se vuelve para atrás. Fuentes municipales explicaron que los operarios sí trabajan en mejorar algunas partes y reparar desperfectos, pero se encuentran casi cada día con nuevos problemas.

La empresa ha tenido que "contratar un vigilante" porque, si antes los locales cerrados se llenaban de okupas, hay quien tampoco ha dejado esta práctica de lado. A pesar de estar todo cerrado y vallado, "siguen intentando entrar y rompiendo las paredes" que se vuelven a arreglar. La estación lleva así desde hace año. Las marcas comerciales la abandonaron y ahora solo funciona un gimnasio y el hotel. Así que todos esperan poder cambiar la imagen de esta instalación lo antes posible. Y también poder tener un nuevo contrato que mejore la gestión de lo que se ha convertido ya en un complejo no sólo de transporte, sino comercial y turístico.