La Marina Baixa encara la temporada alta con el paro más bajo en casi dos décadas

"Se necesita camarero". "Únete a nuestro equipo". "Se precisa peluquero / manicura / esteticien". "Necesitamos personal para poder seguir creciendo". La comarca de la Marina Baixa encara el inicio de la temporada alta con la cifra más baja de paro en casi dos décadas y, en consecuencia, con poco personal disponible para completar y reforzar plantillas de cara a la temporada estival, cuando la población prácticamente se triplica por el turismo.

Así, al menos, se refleja en decenas de comercios, panaderías, peluquerías y un sinfín de negocios, donde las carencias de personal se han sumado ahora a la falta de camareros y cocineros para cubrir puestos vacantes que el sector de la hostelería lleva sufriendo desde hace más de un año, y que aprovechan sus fachadas para publicitar que buscan trabajadores del tipo que sea, en muchos casos, incluso sin ninguna experiencia.

"Estamos desesperados", reconoce la directora de un pequeño hotel de tres estrellas de Benidorm que lleva más de un mes buscando un cocinero para trabajar en su empresa, a jornada completa y salario según convenio. "Nos falta buscar debajo de las piedras", agrega esta profesional, una opinión que comparten también encargados de otros negocios, relacionados o no con la hostelería, sobre las previsiones de contratación para este verano.

Entre las causas para entender esta falta de trabajadores para contratar, prácticamente en todos los sectores productivos, están las pobres condiciones laborales que se ofertan en algunos sectores; la cada vez más difícil movilidad geográfica, por las dificultades para encontrar viviendas a precios asequibles en la zona; y también, en gran medida, la baja tasa de desempleo en la que se mueve actualmente la Marina Baixa, la más baja en casi dos décadas.

Según los últimos datos publicados por LABORA, el Servicio Valenciano de Empleo y Formación, en esta comarca había un total de 10.048 personas inscritas como demandantes de empleo el pasado mes de mayo, 1.600 menos que en mayo del 22 y 1.400 por debajo de las que había en 2019, un ejercicio en el que el turismo cosechó cifras históricas antes de la debacle provocada por la pandemia.

Hay que retrotraerse hasta mayo de 2008, al inicio de la crisis del ladrillo, para encontrar un dato de desempleo más bajo que el actual: 8.465 parados en el conjunto de la Marina Baixa, que un año después se dispararon hasta superar los 14.000 y que acabaron tocando techo en 2021, un año después de la irrupción del coronavirus y con muchos ERTEs ya extinguidos, cuando el número de desempleados alcanzó los 19.257, siempre según los datos de LABORA.

Si el último dato de desempleo es notablemente bueno en una comarca donde la población oficial roza las 185.000 personas, más llamativo es aún el caso concreto de Benidorm. La ciudad, con casi 70.000 habitantes empadronados, acumulaba el pasado mayo un total de 3.789 personas inscritas como demandantes de empleo. O, dicho de otra forma, alcanzando únicamente el 5,5 por ciento de su población total, lo que supondría estar prácticamente rozando el "pleno empleo técnico".

Turisme recurre a la inteligencia artificial para ayudar a cubrir miles de vacantes en la hostelería provincial

El dato de desempleo en Benidorm es también el mejor que registra la ciudad en los últimos cinco años (en 2022, 4.459; en el 21, 8.281; 8.005 en 2020; 4.578 en 2019; y en 2018, 4.700), pero además es prácticamente la mitad de los 6.723 que había en mayo de 2013, hace ahora una década, o casi el mismo que en 2008, cuando la cifra de desempleados fue de 3.559 personas, como recoge la estadística del antes denominado Servef.

"Hay dificultad para encontrar personal en todos lados"

La edil de Empleo y de la Agencia de Empleo y Desarrollo Local en Benidorm (AEDL), Mónica Gómez, ha trasladado que la ciudad se mueve estos meses en unos datos "bajísimos" de desempleo y que su propio departamento también es consciente de la dificultad para encontrar trabajadores para cubrir vacantes o reforzar plantillas.

La concejal ha explicado que, dentro de la cartera de servicios y cursos que lleva a cabo la AEDL, el Consistorio dispone de una Agencia de Colocación, cuyo cometido es el de mediar entre empresas y demandantes de empleo, haciéndoles llegar las ofertas y demandas de empleo para facilitar el contacto entre empleador y empleado. "Es un servicio muy bien valorado por los usuarios, pero de un tiempo a esta parte nosotros también estamos detectando que está costando encontrar gente para cualquier tipo de profesión", indica Mónica Gómez.

La concejal ha reconocido que tanto los datos de LABORA como las previsiones para los próximos meses apuntan a que será un verano "muy bueno para el empleo, porque todo señala que a nivel de ocupación y de turistas vamos a tener cifras muy elevadas".