Los impactantes mensajes que una vecina de Alicante ha recibido en una aplicación de citas

La joven ha publicado las conversaciones que ha mantenido con otros usuarios de la app, y los pantallazos son del todo reveladores

Las conversaciones en aplicaciones de mensajería como WhatsApp son un género literario propio. Pero si ponemos el ojo en las apps de citas, hablamos ya de alta literatura. Otro nivel. Así lo refleja el caso de una vecina de Alicante, que ha compartido en su cuenta de Twitter los mensajes que le han escrito algunos de sus pretendientes, y que son una lección práctica de cómo ligar, con un ligero matiz: si sigues su ejemplo, suspendes.

En los pantallazos publicados por la destinataria de estas particulares cartas de amor, se puede comprobar la variedad de recursos que emplean estos artistas de la seducción. Por un lado, está el que apuesta por el juego directo y a una pregunta de "¿a qué te dedicas?" contesta con un "bua jajaja es que me pillas con el pollón muy muy duro, cosas de despertarse así". Por suerte, la respuesta de ella está a la altura de las circunstancias: "Yo pensaba que el cupo de personajes de Tinder lo tenía cubierto, pero no dejo de sorprenderme". 

Una réplica así debería suponer un jarro de agua fría capaz de apagar la más ardiente de las intenciones (o dada la situación, de desinflar la más robusta de las erecciones), pero no es el caso de este conquistador, que perdió la vergüenza, quién sabe si la dignidad, pero no la fe en sí mismo. "¿Por qué? jajajaja [...] ¿No te gusta jugar?", fueron sus desesperados intentos por mantener viva una posibilidad que él mismo se encargó de aniquilar con una última bala que resultó ser definitiva: "Tienes muy buenas tetazas la verdad".

Pero no se vayan todavía, aún hay más. La implicada en estas conversaciones, y responsable de difundirlas -cuya cuenta es @taniagonzalezti-, aporta una segunda captura de pantalla en la que se puede apreciar la táctica elegida por un nuevo ejemplar de la fauna de las apps de ligar. En este caso, la imagen impide conocer el contexto del diálogo, del que sería más apropiado decir que es un monólogo. Hasta nueve mensajes consecutivos ocupan todo lo largo de la imagen, todos ellos, enviados por un fervoroso participante en una conversación en la que, por lo que parece, sólo hay un interlocutor. Detrás de tanta entrega, sólo puede haber un buen motivo, pero nada más lejos de la realidad.

Quien quiera ahorrarse la parrafada, puede ir directamente al último mensaje para hallar una joya de la literatura romántica de nuestros días: "Pero yo soy muuuuy dominante.. y pues una sumisa que le encante ser dominada y gozarla aquí en mi ático con alicante a sus pies estaría perfecto para mi". Más allá del discutible estilo gramatical, el autor del texto parece querer mostrar en él sus preferencias en cuanto al tipo de mujeres que busca conocer. Todo hace indicar que deberá seguir buscando.