El arte de esculpir a seis grados bajo cero

El alicantino Enrique Jordá participa en el Concurso Internacional de Escultura de Hielo de Valloire, en los Alpes franceses, con su pieza "La espada de Damocles" 

El público puede votar al artista, el único español esta edición, hasta el día 26 para el Premio Internet del certamen

Enrique Jordá tallando su pieza en los Alpes

Enrique Jordá tallando su pieza en los Alpes / INFORMACIÓN

África Prado

África Prado

Quizá porque en Alicante escasea la nieve, el artista Enrique Jordá busca cada año esculpir sobre hielo, un campo en el que se ha convertido en un verdadero especialista desde que en 2004 se presentó por primera vez al Concurso Internacional de Escultura de Hielo que se celebra en la localidad de Valloire, en plenos Alpes franceses, desde hace más de tres décadas.

Jordá ha acudido en once ediciones y este año también ha sido seleccionado entre las 49 propuestas presentadas de todo el mundo siendo el único artista español que ha llegado a mostrar su obra en la fase final, reducida a veinte piezas, cinco de ellas de autores franceses y el resto de distintos países, especialmente del norte de Europa.

"Es un certamen en el que me siento muy seguro y a gusto y ya lo he incorporado a mi agenda. He cogido la rutina de presentarme desde que me seleccionaron por primera vez, que ahí me asusté porque nunca había trabajado con hielo, pero me dejaron hacer prácticas en una fábrica de hielo (Cubisac de Villafranqueza) y desde entonces, año tras año, no paro de aprender. Es un campo muy amplio y hay muchas herramientas para trabajar este material", explica el alicantino, que estudió Restauración y Bellas Artes, trabaja como restaurador y también desarrolla proyectos de pintura y escultura, además de llevar a la práctica su obra efímera en hielo. 

"La espada de Damocles", de noche

"La espada de Damocles", de noche / INFORMACIÓN

"Me lo paso muy bien con el hielo y quizá me atrae por el contraste de tener aquí este clima y apenas haber visto la nieve", aclara Enrique Jordá, que este año ha trabajado en Valloire a una temperatura media de 6 grados bajo cero, que califica de "buena" -otros años lo ha hecho a -20 grados centígrados- "porque se podía trabajar sin helarte, tampoco ha llovido y han sido días de buen clima, incluso con algunas horas de sol intenso en las que protegíamos las esculturas con fundas térmicas".

El proyecto, titulado La espada de Damocles, lo diseñó mediante Blender (programa informático de 3D) y, una vez en Francia, la pieza -que mide 3 metros de altura- fue realizada a partir de cinco bloques de hielo de 100 x 50 x 25 centímetros, sobre una base de nieve de 70 x 100 x 100 cm. Los participantes han trabajado las esculturas durante algo más de cuatro días y las piezas duran en pie alrededor de una semana a la vista del público, "se van derritiendo poco a poco, primero se quedan blancas si les da el sol y luego van deteriorándose". El lugar donde se celebra el certamen, en plenos Alpes, es pequeño pero muy turístico, frecuentado por personas que acuden, sobre todo, a practicar esquí, por lo que suele estar muy concurrido.

Sobre la obra

Este año, su escultura se ha inspirado en la leyenda sobre la espada de Damocles. "He querido representar el trono del rey Dionisio. Según la leyenda, Damocles era un cortesano quien, para sentirse rico y poderoso, pidió a Dionisio ser rey por un día. El rey accedió a la petición de Damocles, y ya ostentando el cargo se percató de que en todo momento una espada pendía sobre su cabeza, con el riesgo continuo de caer. En ese instante decidió que ya no quería seguir siendo rey", explica el artista del hielo sobre esta metáfora "que parece querer decir que no conviene ambicionar lo que los demás tienen ya que no conocemos los inconvenientes que hay tras las apariencias. Me parecía un mito muy apropiado para ser interpretado y representado, tanto por su simbología como por las enseñanzas morales que transmite".

La escultura de Enrique Jordá, en Valloire, Francia

La escultura de Enrique Jordá, en Valloire, Francia / INFORMACIÓN

Como ya hiciera en la escultura levantada el pasado año, en esta última obra también ha utilizado formas esféricas para reforzar "la carga simbólica del mito", ya que "representar el trono con la espada a punto de caer me parecía una idea muy potente y quería hacer algo orgánico, muy fluctuante".

En cuanto a las herramientas utilizadas, Jordá habitualmente usa motosierra, gubias, gradinas para hielo, jeringuilla para sellar juntas con agua "e igualmente realicé una serie de raspadores adaptados a la curvatura de las distintas formas a tallar. La motosierra, por ejemplo, también la emplea en otro tipo de esculturas en madera.

Votar en la web

Jordá no ha obtenido premio hasta ahora en esta edición, pero aún queda por fallarse el Premio Internet del certamen, que ganó en el certamen del año 2016, y donde el público puede votar hasta el día 26 de enero en el siguiente enlace: https://docs.google.com/forms/d/e/1FAIpQLSe8AfAY3vq0x_yVFiol_uG-wUymTWV3toZyRnrAsP9uxpw7lg/viewform?fbclid=IwAR3WprkcEb2C7-SH-CJ817sktq78hrKn1lmxMJkeyc3IWAQK9oLhFw5MntY