El Elche CF ya ha empezado a romper con su historia

Dicen que la historia es cíclica y su repetición, a menudo, inevitable. Esta máxima puede ser buena y mala para el Elche a la hora de cumplir su objetivo: regresar a Primera. Por un lado, bienvenida la periodicidad reiterativa de la evolución -el único precedente dejó cuarto al equipo-. Por otro, mejor que las estadísticas puedan mejorarse -solo primer y segundo puesto dan acceso directo-.

Después de 100 años de trayectoria, el Elche tiene derecho a querer escribir su propia historia. Sin miramientos ni cortapisas. Sin volver la vista atrás ni basarse en torticeras interpretaciones estadísticas. De hecho, en las matemáticas siempre hay un resultado que puede llevar a una explicación distinta.

El símbolo de la cantera

La reciente renovación de Josan aportaba una frase del canterano que, analizada con detenimiento, deja nítido lo que pasa en el fútbol, que nada está claro. ¿O alguien esperaba que el Elche de Pacheta subiera en plena pandemia? Volviendo al capitán; el extremo crevillentino afirmaba: «Quiero conseguir con mi Elche objetivos en los que nadie creía». Como los ascensos que ha vivido de Segunda B a Segunda, y después a Primera. Más dos permanencias en la máxima categoría.

¿Y, entonces, por qué no buscar un «imposible»? En contra, una noticia reciente: «El Elche CF tendrá que romper con la historia si quiere conseguir su objetivo de retornar a Primera División la próxima temporada. El conjunto ilicitano nunca ha logrado ascender a la máxima categoría del fútbol español la campaña siguiente de descender».

El Elche tendrá que romper con la historia

Una repetición optimista

A favor. La noticia de hoy. El Elche solo había repetido una vez entrenador tras un descenso. Una ocasión en 100 años. Pero una de once descensos. El porcentaje ya es mejor. Y es complicado conocer exactamente qué ocurrió en los primeros años y en posguerra -se dieron tres descensos en estas épocas.

Por tanto, si para volver a Primera, el Elche debe romper con su historia, parece que ya lo está haciendo. Al menos rompe con la costumbre. Casi siempre se despide al entrenador que llega al final de una temporada sin poder remontar. Aunque las circunstancias del equipo de hoy han sido distintas…

Sebastián Beccacece se hacía oficialmente con el control del conjunto ilicitano el 21 de marzo -solo pudo disputar 12 partidos-. Venía a sustituir a Pablo Machín (2 victorias, 3 empates y 7 derrotas en 12 partidos -2 fueron de Copa-). Y ya desde el principio, el preparador argentino aclaraba cuál iba a ser su papel: “pasar del sufrimiento al disfrute para comenzar la siguiente temporada, en Segunda, con otra dinámica”.

Sebastián Beccacece, nuevo entrenador del Elche

Altibajos

En su centenar de campañas, el Elche ha contado con numerosos altibajos en su trayectoria. Sus inicios fueron en Regional, donde el equipo pasó siete cursos. La Tercera División ha contado con el conjunto ilicitano en 19 ocasiones, 8 han sido las temporadas en Segunda B y la categoría más pisada por el Elche es la Segunda. Este agosto, concretamente el segundo fin de semana, el equipo franjiverde iniciara su campaña 40 en la división de plata. En Primera ha estado 24 veces.

En concreto, el club ilicitano ha sufrido descensos en 11 ocasiones. El penúltimo, el de 2014-2015, por causas administrativas. Los otros diez, por motivos deportivos. De todas estas derrotas, seis perecen a caídas desde la máxima categoría a la Segunda División. Y, aunque todas han dolido, de cada una de ellas se ha ido remontando. Siempre, como se ha citado anteriormente, con nuevo o nuevos entrenadores -salvo en una ocasión-.

Descensos desde lo más alto

Centrándose en las caídas desde Primera, la inmediatamente más reciente fue la que se produjo por descenso administrativo. Fran Escribá era entonces el técnico franjiverde y se marchó al Getafe.

Con anterioridad, el conjunto ilicitano contaba otro fracaso en la campaña 1988-1989. Solo estuvo ese curso en Primera. Lo acabó Juan Lezcano, aunque también habían estado Felipe Mesones, Kubala y Lico. No pudieron hacer nada. El Elche caía a Segunda y fichaba a Luis Costa para iniciar la pretemporada siguiente.

En la temporada 1984-1985 llegaba una situación parecida a la actual. El club se mantenía solo un año en Primera pero no iba a cambiar a su entrenador al finalizar el curso. Maciá Bonet se hizo cargo del banquillo el 30 de diciembre de 1984 -llegó con más tiempo que Beccacece pero tampoco pudo revertir la situación-. Sustituía a Ruiz Cervilla, que había llegado para Primera. El ilicitano Carlos Macía Bonet, hombre de la casa, dirigiría la plantilla hasta septiembre del 86.

La temporada anterior (85-86) había dejado cuarto al equipo, lo que hoy en día supondría acceder al play-off por el ascenso. Sin duda, a esta variable se puede acoger todo buen franjiverde para mantener la esperanza en la próxima campaña. Sería… otra forma de escribir la historia.

Otras crisis

El resto de situaciones de crisis se han salvado como se suele hacer, con despido. En el descenso de la campaña 77-78, el banquillo se cubrió de forma provisional tras la salida en mayo del que era el técnico, Juan Lezcano que, a su vez, había sustituido a Roque Olsen. El sustituto oficial llegó en diciembre, era Heriberto Herrera.

En la campaña 1970-1971, el club cerró el año fatídico con Artigas en la banca y, en julio, Olsen llegó para sustituirlo.

La destitución de técnicos de un curso para otro también ha sido habitual cuando se producían descensos a Segunda B o Tercera. Han dejado el cargo preparadores como Gustavo Silva (temporada 90-91), Ciriaco (97-98) o Toril (2016-2017).