Cae la singular palmera «pipa» de la pedanía de Algoda

El ejemplar se encuentra en una finca privada y su serpenteante forma llamaba mucho la atención 

Cae la palmera "pipa" de Algoda

ElcheXploreR

Rubén Míguez

Rubén Míguez

Alto soy de mirar a las palmeras, decía Miguel Hernández en su popular poema. En el caso de la palmera «pipa» situada en la pedanía de Algoda, no hacía falta elevar la mirada para admirar su belleza ya que su tronco se arrastraba por el suelo hasta erguir su copa.

Palmera "pipa" de Algoda antes de ceder, con su serpenteante forma.

Palmera "pipa" de Algoda antes de ceder, con su serpenteante forma. / AXEL ALVAREZ

Esa copa, que imponente ascendía, ha terminado cayendo. Se trata de una de las palmeras singulares de Elche, una de las más bellas. Ubicada en una finca privada, el tronco tiene una caprichosa forma y atravesaba la valla de la propiedad por encima del muro. Hacía varios giros buscando la verticalidad. 

Cuerdas

Ha sido ElcheXploreR quien ha advertido de la caída de la parte superior de esta singular palmera, que estaba sujeta con cuerdas para intentar evitar la caída, lo que finalmente ha sucedido. «Está tumbada, pero aún no está seca, y estas plantas son más frágiles que un árbol», explica Carlos Martínez, de ElcheXploreR. Esta palmera sinuosa es conocida como «culebra dels Berenguer», por el apellido de los propietarios de la finca y el huerto donde se sitúa.

Palmera "pipa" de Algoda cede.

La palmera "pipa" de Algoda tras ceder, pese a las cuerdas que tenía puestas. / Información

En el libro «Elche, ciudad oasis», su autor, Juan Lorenzo Antón, se refiere a este pintoresco ejemplar recordando que, debido a un fuerte vendaval, «esta palmera se derrumbó hace unos años» y, gracias al dueño de la finca, «que decidió ‘alimentarla’ colocándole un buen montículo de tierra y siguió regándola y abonándola, esta lo agradeció y siguió creciendo tan campante, pero a ras de suelo».

El autor explica que "de nuevo, les creó un problema pues la palmera invadía ese camino muy transitado; pero, ante su agradable sorpresa, la palmera, tal vez consciente de que 'se iba de casa', se retorció de nuevo en un pavoneo circense para regresar a su morada y hacia los 'padres' que tan bien la habían cuidado en el pasado y 'le salvaron la vida"".

Pavoneo

Un «pavoneo circense», dice Antón en su libro, que ahora ha acabado cediendo. Los conservacionistas alertan del riesgo de perder árboles y palmeras singulares por su desprotección exigen al Ayuntamiento de Elche que publique un Catálogo Municipal que incluya el patrimonio arbóreo y palmeral que lo preserve y visibilice.

En muchas ocasiones, como en este caso, son los propios dueños de las fincas quienes hacen de centinelas de este tesoro natural.