Una familia coral

El compañerismo y la creación de lazos de amistad entre los niños de la Escolanía del Misteri d'Elx son rasgos distintivos que, además, ayudan a su crecimiento personal y artístico

Los niños de la Escolanía ensayan en la Basílica en el mes de julio.

Los niños de la Escolanía ensayan en la Basílica en el mes de julio. / AXEL ALVAREZ

Las últimas semanas de julio comienzan a llenar la Basílica de Santa María de niños. Poco después de las 17.00 horas, los menores que forman parte de la Escolanía reciben las instrucciones, entre otros, del Mestre de Capella, Francisco Javier González, y del Maestro de Ceremonias, Joan Castaño, para tratar de pulir el trabajo realizado durante todo el año. Las elevadas temperaturas del interior del templo parecen no importar a los más pequeños que, antes de las representaciones de agosto, acudirán de lunes a jueves a ensayar.

Sin ninguna duda, la responsabilidad y la perseverancia son cualidades intrínsecas de los miembros de la Escolanía. A pesar de su edad, son conscientes de la importancia que tiene el Misteri d’Elx en la tradición popular de la ciudad y el papel que juegan a la hora de preservar y transmitir el legado musical a las generaciones futuras. Son seis siglos de historia que, al igual que sus antecesores, quieren ayudar a mantener y a enriquecer.

La responsabilidad y la perseverancia son cualidades intrínsecas de los miembros de la Escolanía.

La responsabilidad y la perseverancia son cualidades intrínsecas de los miembros de la Escolanía. / AXEL ALVAREZ

Y es algo que hacen con gusto. La Escolanía es para ellos como una «familia». Eso es, al menos, lo que piensa Pablo Samaniego (12 años) que este año representará todos los días el Ángel Mayor. «Formar parte de la Escolanía no es nada pesado, ya que estamos con nuestros amigos y no es ninguna obligación a pesar de pasar muchas horas ahí», opina quien también salió de María en la representación de 2022.

Rigor musical, responsabilidades, oportunidades de crecimiento personal y artístico son algunos de los beneficios que esta experiencia les brinda. La Festa les dejan un impacto en el largo plazo y son muchos los que quieren seguir toda su vida ligada al Misteri y, si es posible, ligar su futuro a la música.

Pablo Samaniego (12 años)

Pablo Samaniego (12 años)

«Me gustaría seguir en la Escolanía del Misteri siempre», asegura Pablo Samaniego, al tiempo que también contempla dedicarse en el futuro profesionalmente. Para ello no descarta visitar en el Liceo de Barcelona a uno de sus profesores del Misteri y aprender de él. De los ensayos que realizan durante todo el año, lo que más le gusta es la vocalización infantil, algo en los que el Mestre de Capella está incidiendo en los últimos meses.

A Alejandro Selva (10 años) también le gustaría seguir «toda la vida» en La Festa y mejorar en todos los aspectos relacionados con la música y el canto. Él toca la flauta, el piano y quiere seguir mejorando en todo lo relacionado con la música y el canto. Este año, que es el segundo en el que participa durante la representación, formará parte del Cortejo, como ya hizo durante la edición anterior.

Alejandro Selva (10 años)

Alejandro Selva (10 años)

Con la experiencia adquirida en los últimos meses espera que todo salga mejor. «Me siento con más confianza y cosas que me sorprendieron el año pasado, como el sudor, seguro que las voy a llevar mucho mejor», señala Alejandro.

Tranquilidad por el trabajo realizado

También está más relajado y tranquilo este año Juan Piñón (12 años). En el tiempo que lleva en el Misteri ha salido en el Cortejo, en el Araceli, ha sido María, Ángel. Este año participará en la Coronación y también será María. Y asegura que tiene «la misma ilusión, o más, por seguir mejorando y aprendiendo». Aunque no contempla dedicarse profesionalmente a la música, prefiere ser cámara de televisión, ya ha visitado en el Liceo de Barcelona a uno de sus profesores del Misteri para seguir progresando y avanzando.

Juan Piñón (12 años)

Juan Piñón (12 años)

De su participación este año destaca el acto de la Coronación. «Es el que más me gusta porque es corto y emocionante. Además no es estresante ni agresivo, y es un momento en el que hay mucha emoción», opina.

Álvaro García (11 años) también participará en la Coronación este año y en el Araceli. Al igual que Juan Piñón, La Curación es el momento que más le gusta por ser «muy bonito y emocionante». Tras haber participado en ediciones anteriores como parte del Cortejo y del Araceli, asegura que este año tiene más seguridad y prevé que «todo va a salir muy bien». Entró en la familia del Misteri con 8 años y asegura que lo que más le gusta de los ensayos es la vocalización y los amigos que ha hecho en la Casa de la Festa.

Álvaro García (11 años)

Álvaro García (11 años)

«Ser parte de la Escolanía es una experiencia que recomendaría a todos. Es una experiencia muy bonita y la recuerdas durante toda la vida», enfatiza Álvaro García. Pero, como a todos los niños de la Escolanía, le gustaría cantar también en el Misteri de Mayor. ¿Dedicarse profesionalmente a la música? «No me interesa. Ahora lo que quiero es divertirme y conocer a gente nueva».

La Escolanía del Misteri d’Elx es un punto de encuentro en el que el compañerismo y la creación de lazos de amistad entre los niños es la seña de identidad. Una experiencia compartida que fortalece los lazos entre ellos y crea una verdadera familia coral.