El patrón de los zapateros, protagonista en Elche entre tracas y vivas

Cientos de fieles acompañan a San Crispín en una animada romería en la que la bajada de las temperaturas y la amenaza de lluvia no han conseguido empañar la cita

El vicario Lucas Galvañ oficia la misa anterior a la bendición de las chinchetas

J. R. Esquinas

J. R. Esquinas

Hay que estar alguna vez en la vida en la romería de San Crispín para que uno se contagie del buen ambiente. Si a un extranjero le preguntamos qué conoce de Elche, seguramente lo primero que se le venga a la cabeza sea el Palmeral, la Dama y posiblemente en tercer puesto apunte al calzado.

Es la seña industrial de la ciudad y para que el trabajo no falte, y sobre todo la salud impere, el patrón de los zapateros sale cada año en romería, como ha sido este domingo el caso, para que todos aquellos fieles le recen, y más en este año que está siendo especialmente duro para el sector por la caída de la producción a causa de la subida de precios por la inflación.

El patrón de los zapateros sale en romería en Elche

Matías Segarra

El tiempo cambia

Aunque la jornada nublada ha estado marcada por una bajada de las temperaturas repentinas, que ahora ya nos hacen tomar conciencia de que estamos en otoño, la afluencia no se ha visto mermada. Es más, posiblemente se aprecie en esta edición más afluencia que en otras más soleadas a pesar del riesgo de que lloviese, sin que hasta ahora sea el caso más allá de cuatro gotas puntuales a la salida del santo de la ermita Madre de Dios.

Pasaban las 9.30 horas cuando las campanas del templo sagrado repicaban. Entonces se ha hecho la magia de cada año, con cientos de fieles e integrantes de las comisiones de fiestas de la ciudad y otros colectivos en las calles con el pañuelo verde con la silueta del santo colgado al cuello.

Tracas

"¡Viva San Crispín! y "¡Viva el patrón de los zapateros!" eran las proclamas que retronaban por la calle entre la algarabía, las marchas de bandas de música, las tracas cada pocos minutos y los petardos siguiendo el paso.

Las reinas y damas de las fiestas han cogido los varales del trono por momentos, así como otros tantos devotos, e incluso algunos ponían gestos de circunstancia de "sí que pesa sí", porque este año además se le han añadido kilos al trono ya que para la procesión de la Venida de la Virgen se añadieron patas y faldones al conjunto, como apunta Antonio Serrano, de la junta de Amigos de San Crispín que hoy hacía de capataz tras una década como costalero.

"Una ciudad sin tradiciones no es una ciudad completa, y a mi me llena la satisfacción de que se siga manteniendo"

Juan Manzano

— Presidente Amigos de San Crispín

"Para mi representa valorar la ciudad de Elche, porque una ciudad sin tradiciones no es una ciudad completa, y a mi me llena la satisfacción de que se siga manteniendo", apuntaba Juan Manzano, presidente de la asociacion Amigos de San Crispín que ha organizado todo el programa de fiestas como la ofrenda floral, este sábado, o el pregón, que este año corrió a cargo del fundador de Gioseppo, José Navarro.

El alcalde, Pablo Ruz, que estaba junto al representante de San Crispín en la romería, ha incidido, por su parte, en que "el norte de la ciudad queda protegido por esta imagen y creo que es momento de estar también con un barrio como es Carrús, con el que el gobierno tiene un compromiso y por eso estamos de forma notable, es una tradición que en los noventa tuvo un momento más complejo y a día de hoy está en perfecta situación". El regidor ha agradecido a la asociación, "a la gente de la parroquia Madre de Dios, a Avecal, a la asociación de componentes y a todos los que se implican".

Precisamente había durante el trayecto representantes del sector del calzado como Marian Cano, presidenta de Avecal así como más integrantes de la patronal o Rosana Perán, presidenta de FICE.

Misa

A la llegada a la ermita de San Crispín, cerca de las 11 horas, se ha iniciado la misa, que este año corre a cuenta del vicario episcopal Lucas Galvañ, párroco en Santa Pola; que concelebra la eucaristía con el párroco del Buen Pastor, José Manuel Íñigo su homónimo en Madre de Dios, don Manuel.

Una edición más, y como marca la tradición, una veintena de integrantes de la Camerata de la Merced han entonado el himno de San Crispín así como salmos y salves durante la misa. Al filo del mediodía ya se apreciaban largas colas para uno de los momentos más especiales: hacerse con las típicas tachuelas bendecidas.

Colas a las puertas de la ermita antes de que acabe la misa para recoger las tachuelas de la suerte

Colas a las puertas de la ermita de San Crispín en Elche antes de que acabe la misa para recoger las tachuelas de la suerte / Matías Segarra

Mercadillo

Comer coca salada también es costumbre, y se ven familias al completo disfrutando de la jornada y dando un paseo por el mercadillo anexo donde se pueden adquirir estos y otros manjares locales.