Elche confía en tener listo tras Semana Santa el proyecto para rehabilitar Santa María

El enésimo episodio de desprendimientos desde lo alto de la basílica de Santa María de Elche, en este caso ocurrido el pasado jueves en el carrer de La Fira y a pocos días de que en su entorno se asienten decenas de puestos que atraerán a miles de personas con motivo del mercadillo del Festival Medieval, lleva a avalar, una vez más, la necesidad de acometer cuanto antes la ansiada rehabilitación del principal templo ilicitano. 

Y no solo por asegurar el mantenimiento del inmueble que acoge la celebración del Misteri d’Elx, Patrimonio de la Humanidad, sino también por la propia seguridad de las personas que lo visitan y lo rodean.

En este sentido, el pasado mes de septiembre se firmó el contrato con el despacho Almagra Arquitectura i Patrimoni, de València, para llevar a cabo el proyecto básico de ejecución para la rehabilitación del templo.

Cultura

En principio, el documento debe estar listo en ocho meses, pero ya se ha hablado de la posibilidad de que algunas partes del proyecto se vayan remitiendo antes a Elche para, a su vez, ganar tiempo en la tramitación de los permisos de obra ante el Ayuntamiento y la Conselleria de Cultura, por ejemplo.

Así las cosas, se estima que el proyecto estará entregado antes incluso de agotar los ocho meses, es decir, que podría estar finalizado al término de Semana Santa.

A partir de ahí, comenzaría una lucha contra el reloj no solo para agilizar los trámites, sino también para buscar financiadores. De entrada se da por casi seguro que se podrán conseguir fondos del Ayuntamiento, Diputación y Generalitat Valenciana. Y también se apelará la 1,5% cultural del Gobierno de España, así como a mecenas y empresas.

Inversión

Si bien la estimación de un probable coste de las obras asciende a 6,7 millones de euros, no es menos cierto que expertos consideran que una primera intervención para solventar los problemas más apremiantes precisaría de una inversión inicial de 3,5 millones de euros.

Santa María tiene ahora mismo cuatro prioridades de intervención: fachadas, cubiertas (incluida la transitable y las cúpulas), humedades (externas e internas) y otras zonas de exterior e interior.

De hecho, desde ayer lunes este edificio cuenta con más redes de seguridad con el fin de evitar que caigan a la vía pública pequeños fragmentos de cornisas y fachadas.

El pasado jueves hubo nuevos desprendimientos en la fachada sur, en torno a la puerta del Sol, en carrer de La Fira, y ante ello se decidió actuar rápidamente.

Este lunes una empresa de trabajos verticales comenzaba a colocar dos redes de entre 20 y 25 metros de largo y tres de ancho cada una y no solo en las cornisas de esa fachada sur, sino también en secciones de la fachada que da a La Calahorra, según informan fuentes de la firma contratada y de la comisión del plan director para la restauración del templo.

Miles de personas

El objetivo es garantizar la seguridad de los peatones, entre ellos las miles de personas que está previsto que visiten el mercadillo medieval que se desarrollará a partir del jueves en buena parte en las inmediaciones de Santa María.

Los técnicos, en cualquier caso, hacen un llamamiento a la tranquilidad, a que no haya alarma de cara al mercadillo porque lo que se ha desprendido en su mayoría, no esta pasada semana, sino desde hace muchos meses, vienen siendo pequeños cubrimientos de la cornisa, la más de las veces como reacción al cambio de temperaturas y por las humedades.