Elche es una fiesta de colores

Desde hace más de cuatro décadas, José Blas y José Miguel Rocamora, lector de bando y tambolinero, tras dar la noticia en el Ayuntamiento de Elche, Cantó del hallazgo de la imagen, interpretan por las calles de Elche un soniquete que para cualquier ilicitano es tan famoso (o casi) que el de los niños de San Ildefonso en el sorteo del Gordo de la Navidad. «S’ha aparegut a la vora del mar una caixa que diu: «Sóc per a Elig».

Pregonero

Comienza así el pregonero (una profesión ya desaparecida de aquel que leía a voz en grito los bandos municipales) de tanto en cuanto por las esquinas y sirve como invitación a los ilicitanos para acudir a recoger la imagen de la virgen a Portes Encarnades.

Aunque en este caso es para devolverla al lugar desde el cual salió la noche anterior, la representación supone la llegada a la ciudad y al templo.

El séquito de personas que participa forman un cortejo multicolor y divertido. Elche es una fiesta en la que participan las reinas y damas de las Comisiones Festeras, las comparsas de Moros y Cristianos, los heraldos y los cabezudos.

Autoridades

Todos ellos acompañando a las autoridades con una animada música y la Patrona y Cantó como protagonistas. Durante cerca de dos horas las calles del centro esperan el regreso de la patrona a la basílica antes de que hoy salga en procesión.

El obispo José Ignacio Munilla presidió ayer una homilía al regreso de la imagen. Media hora antes de la llegada de la Patrona todos los bancos estaban prácticamente ocupados.