Más de un centenar de locales comerciales se han convertido en vivienda desde 2022

La falta de ascensor en la mayoría de edificios antiguos de la ciudad aboca a personas mayores a buscar plantas bajas para vivir

Carrús, El Pla y el centro son los barrios donde más cambios de uso ha autorizado el Ayuntamiento

Local comercial en la calle San Isidro transformado en vivienda

Local comercial en la calle San Isidro transformado en vivienda / Matías Segarra

A. Fajardo

A. Fajardo

Locales comerciales cerrados durante años sin ningún tipo de salida que acaban transformándose en una casa. Esta tendencia extendida en las grandes capitales del país está pisando cada vez más fuerte en Elche hasta el punto de que en dos años el Ayuntamiento ha autorizado más de un centenar de cambios de uso.

La localización de este tipo de viviendas de planta baja es variada, aunque son predominantes en el barrio de Carrús, en El Pla y en la zona de Poeta Miguel Hernández, cerca del centro de la ciudad. Una oferta que, según las inmobiliarias, interesa especialmente a gente mayor, con problemas de movilidad, que buscan hogares accesibles y que salen de sus pisos de toda la vida porque carecen de ascensor. Un problema extendido en el municipio donde casi la mitad de mayores de 65 años tiene que subir escaleras para entrar a casa porque no tienen elevador, según un estudio municipal.

A parte de los mayores, que son predominantes, familias y jóvenes también son inquilinos habituales de este nuevo modelo de vivienda. «Como se está haciendo poca obra nueva hay quienes optan por irse a un local reformado, mejor que a un piso sin ascensor», explica José Meroño, responsable de la inmobiliaria que lleva su apellido.

Otro de los factores que animan a la gente a decantarse por estas casas de planta baja es el arraigo a su barrio, según José Luis Castellano, director de Vivienda Plus y representante de la asociación de inmobiliarias de la zona.

Un local-vivienda de Alicante

Un local-vivienda de Alicante / INFORMACIÓN

Precios

Y es que, el precio no es ahora mismo la principal razón que mueve a los ilicitanos a elegir como hogar un local comercial reformado. Para empezar, se están alquilando prácticamente por el valor de una vivienda normal debido al aumento de los precios de las reformas, según Meroño y a la hora de comprarlos sí que pueden encontrarse entre un 20% y un 30% más barato, según las mismas fuentes.

La horquilla de precios varía según los metros, la zona y la reforma, como ocurre con el resto de casas. Se pueden adquirir desde 30.000 a 90.000 euros.

Como ejemplo, un local de la plaza de Crevillente de 125 metros cuadrados, diáfano, que se anuncia en una web con la posibilidad de convertirse en vivienda cuesta ahora mismo 62.000 euros. Otro bajo comercial situado en la calle Blas Valero, de 137 metros cuadrados, recién reformado y con un aseo que conecta con un patio de luz se vende por 95.000 euros.

Otro local de 98 metros cuadrados convertido en vivienda, en la zona del Corazón de Jesús, con tres habitaciones, dos baños y un salón-comedor con cocina equipada está disponible por 95.000 euros.

Tanto compradores finales como inversores que son conocedores de los trámites que hay que realizar para obtener la licencia de cambio de uso de un local comercial están llegando casi a partes iguales a las inmobiliarias.

Una de las claves para poder llevar a cabo esta transformación es que la comunidad de vecinos autorice, en primer lugar, que el bajo del edificio pueda pasar a convertirse en una casa.

El otro factor necesario para obtener la licencia del Ayuntamiento es que el espacio cumpla con unos requisitos urbanísticos mínimos relacionados con la accesibilidad, la salubridad, disponer de una superficie mínima, condiciones de iluminación y ventilación, etc.