La propuesta de UGT se realizó a través de los propios administradores de la finca, quienes detectaron el enganche ilegal a luz e interpusieron la correspondiente denuncia. Según los vecinos consultados «al final tuvimos que someter a votación las propuestas sobre la mesa y se adoptó la solución que alcanzó la mayoría». Al parecer, «había vecinos que no querían acuerdo posible, tras ver la actitud de regateo del sindicato, mientras que otros estaban más por la labor de aceptar la propuesta de 25.000 a 30.000 euros de UGT y zanjar el asunto». Finalmente los vecinos mantienen su oferta inicial, aunque aceptan un aplazamiento.