El hallazgo de restos humanos en una cripta subterránea aparecida durante las excavaciones en el desaparecido convento de los Padres Franciscanos de Elda ha llevado a lanzar la hipótesis de que pudieran tratarse de los huesos de los condes de Elda. De hecho, los técnicos que dirigen las catas arqueológicas en el solar en el que se pretende construir la futura escuela infantil Santa Infancia trabajan con la hipótesis de que la cripta pueda ser el lugar de enterramiento de algunos miembros de la familia Coloma. Precisamente el convento de Nuestra Señora de los Ángeles fue a mandado construir a mediados del siglo XVI por Juan Pérez Calvillo de Coloma, miembro de la estirpe nobiliaria que escribió una página de oro en la historia de Elda.
Durante esta segunda fase de los trabajos dirigidos por el arqueólogo Mario García Ruiz se han recuperado diferentes restos óseos, piezas cerámicas de color azul y blanco típicas de los siglos XVI y XVII, fragmentos pictóricos con motivos geométricos, molduras y una gran pilastra monumental que debía estar adosada a un muro. Todo ello ha sido documentado y trasladado este viernes al Museo Arqueológico de Elda para su almacenamiento y posterior investigación y puesta en valor. En concreto son 70 cajas: 28 de ellas con material humano -hay al menos diez cráneos- y el resto con elementos constructivos, algunos de ellos voluminosos.
¿Son los huesos de los condes de Elda? Para responder a esa pregunta el director del Museo Arqueológico de Elda, Antonio Poveda, indica que es necesario aplicar a los restos humanos la prueba del carbono 14 para determinar su cronología. Pero también considera imprescindible seguir adelante con las excavaciones en busca de otra cripta o de un mausoleo. Él alberga serias dudas. No cree que los restos óseos hallados correspondan a ningún miembro de la Familia Coloma.
Antonio Poveda se inclina a pensar que los huesos y cráneos desenterrados podrían haber pertenecido a los monjes franciscanos que entre los siglos XVI y XIX habitaron, trabajaron y murieron en el convento. "La nobleza no se enterraba nunca con otros miembros de su familia ni mucho menos con monjes, soldados o cortesanos. La cripta encontrada se asemeja más bien a un osario donde podrían haber sido inhumados los religiosos del convento. Los condes -en este caso los de Elda- habrían dispuesto por su rango y linaje de un mausoleo o de un monumento funerario individual y, además, la alta nobleza solía utilizar ataúdes de piedra, mármol o de madera de calidad". Todo ello lleva al director del Museo Arqueológico de Elda a descartar, en un dictamen preliminar, que los huesos hallados sean del linaje de los Coloma.
La cripta sacada a la luz es un espacio subterráneo de unos diez metros cuadrados que forma parte de un edificio monumental que, según imágenes antiguas de Elda, tenía unos 40 metros de largo y unos 50 metros de ancho, por lo que sus 2.000 metros cuadrados le convertirían en uno de los edificios más grandes de la época, junto al castillo. Además de este recinto funerario subterráneo, los trabajos arqueológicos han permitido sacar a la luz diferentes tramos de los muros del convento, además de diferentes estancias.
Sin embargo enterradas bajo el solar sigue habiendo estructuras que, según apunta Antonio Poveda, podrían albergar la cripta de los condes de Elda. De ahí su interés en que se siga excavando hasta el final en busca de la tumba de los Coloma.
El alcalde de Elda, Rubén Alfaro, ha afirmado que “este hallazgo pone a la luz uno de los hitos arqueológicos de nuestra ciudad y, sin duda, puede marcar un antes y un después en la investigación de nuestro pasado y en la recuperación del patrimonio histórico de Elda. Estos descubrimientos se producen, además, cuando estamos celebrando el Año Coloma, una efeméride que tiene como objetivo poner en valor la importancia de la Familia Coloma y su legado histórico en una época de enorme esplendor para nuestra ciudad”.
Hay que recordar que las catas arqueológicas que se llevan a cabo forman parte del proceso de construcción de la nueva escuela infantil Santa Infancia, un proyecto incluido en el Plan Edificant y financiado con fondos de la Conselleria de Educación. Aunque inicialmente estos hallazgos no suponen ningún retraso en el proceso de construcción, el Ayuntamiento de Elda, ante la relevancia del descubrimiento, ya ha solicitado una reunión urgente con la Generalitat Valenciana para, de manera conjunta, determinar el grado de protección que deben recibir los restos arquitectónicos sacados a la luz y su posterior puesta en valor.
El equipo de gobierno de PSOE-IU mantiene todas las opciones sobre la mesa pero se trabaja sobre dos premisas. La primera es que la nueva escuela infantil Santa Infancia debe construirse en el barrio Virgen de la Cabeza donde se encontraba el antiguo centro que, hace más de 14 años, se tuvo que derribar por presentar el edificio problemas estructurales. La segunda premisa es que el proyecto no puede sufrir nuevos retrasos en caso de que finalmente se decida buscar un nuevo emplazamiento para la escuela, con el fin de preservar el yacimiento arqueológico del antiguo convento de Nuestra Señora de los Ángeles. Un edificio que en el año 1863 se convirtió en el Hospital Provincial del Distrito de Elda y a partir del año 1892 asumió las funciones de Manicomio Provincial. Pero al finalizar la Guerra Civil el centro psiquiátrico se trasladó a la Santa Faz de Alicante. A partir de ese momento el edificio sufrió un avanzado proceso de deterioro y en la década de los años 70 se construyó, sobre el mismo solar que ocupaba el convento, la escuela infantil Santa Infancia.
