La Generalitat Valenciana acaba de dar luz verde medioambiental a otra nueva planta fotovoltaica que engrosa el parque de renovables de la Comunidad, en pleno proceso de expansión. Se trata, tal y como este diario publicó ayer, de la central solar Alhorines, promovida por Iberdrola, con 50 MW de potencia instalada y ubicada en la pedanía villenera de La Encina.

Según la directora general de Industria, Energía y Minas, Silvia Cerdá, también han recibido informe favorable medioambiental otras 10 plantas en la provincia de Alicante, que suman más de 100 MW de potencia entre todas. Se trata de localidades como Elche, Almoradí, Algorfa, Monforte del Cid, Sant Vicent del Raspeig, Alicante, Villena y Rojales. 

En el caso de la instalación de Alhorines, gestionada por Iberdrola, estará compuesta por 92.000 módulos fotovoltaicos que generarán aproximadamente 84.000 megavatios hora al año de energía renovable, suficiente para abastecer a una población equivalente a más de 25.000 hogares y que permitirán evitar la emisión a la atmósfera de 11.500 toneladas de CO2.

La ubicación de los módulos fotovoltaicos junto a autovía, carreteras y vías de ferrocarril y compartir infraestructuras de evacuación con otros proyectos conllevan una menor afección sobre el entorno.

Según el informe favorable, el proceso de construcción de la planta prevé generar alrededor de 250 empleos de profesionales en períodos punta y tendrá un impacto en relación con el desarrollo económico de la zona al producirse la contratación de personal residente en los alrededores.

Miel ecológica

Esta planta tiene, además, una particularidad: no sólo generará energía renovable sino que será capaz de producir miel ecológica entre sus paneles, gracias a la instalación de varias colmenas y a la siembra de plantas aromáticas a lo largo y ancho de la superficie que ocupa la instalación para atraer a los insectos polinizadores.

Para reducir el impacto ambiental de la planta fotovoltaica, durante la tramitación, el informe de Determinación de Afecciones Ambientales (IDAA) planteó la posibilidad de que el mantenimiento de la vegetación situada bajo los módulos fotovoltaicos y entre sus pasillos se realizase utilizando ganado ovino, con capacidad para controlarla proliferación de materia vegetal seca y reducir, así, el riesgo de incendios.

Además, se decidió potenciar la presencia de insectos polinizadores en el entorno de los paneles, mediante la instalación de decenas de colmenas de abejas.

Ganadería y apicultura

Estas medidas compensatorias generarán un efecto positivo sobre el medio ambiente y también sobre la economía circular de la zona, que podrá rentabilizar la presencia de la fotovoltaica en el municipio y generar valor a través de la ganadería y la apicultura. Las medidas sirven para minimizar el impacto de la pérdida de hábitat natural a la hora de instalar la planta solar y se mantendrán durante todo el ciclo de vida de la instalación.

Hasta la fecha, también se han instalado modelos similares de agrovoltaicas en otras zonas de España, como El Andévalo (Huelva), Teruel, Extremadura (Arañuelo III) y Toledo.