La Asociación de Parkinson de Novelda busca donaciones para renovar su sede

La asociación se enfrenta al desafío de recaudar 30.000 euros necesarios para llevar a cabo las mejoras esenciales

La Asociación de Parkinson de Novelda se enfrenta al desafío de recaudar 30.000 euros para llevar a cabo mejoras esenciales en sus instalaciones

Áxel Álvarez

Lydia Ferrándiz

Lydia Ferrándiz

En el corazón de Novelda, la Asociación de Parkinson, nacida en 2009 con el propósito de mejorar la vida de aquellos afectados por el párkinson y sus familias, enfrenta un nuevo reto. La creciente demanda de sus servicios ha llevado a tener la necesidad de remodelar sus instalaciones, un objetivo para el que buscan recaudar fondos que les permitan expandir su capacidad y brindar atención especializada de manera más efectiva.

Actualmente, la asociación cuenta con la "Acreditación de Servicio de Promoción de la Autonomía Personal" y ofrece atención social y psicológica, terapias de Logopedia, Terapia Ocupacional y fisioterapia a la comunidad de Novelda y sus alrededores afectada por la enfermedad de párkinson. Sin embargo, el éxito y la creciente demanda de sus servicios han llevado a la necesidad de adaptar las instalaciones, la asociación se enfrenta al desafío de recaudar los 30.000 euros necesarios para llevar a cabo las mejoras esenciales.

Sarabel Abad, trabajadora social de la asociación, comparte su inquietud sobre la situación actual. "Nos enfrentamos al desafío de dividir grupos debido a la falta de espacio. Cada persona afectada por el párkinson tiene necesidades únicas, y nuestro objetivo es proporcionar tratamientos más especializados. Sin embargo, la limitación de salas para sesiones individuales es un obstáculo significativo".

Un usuario practica su motricidad en la Asociación de Parkinson de Novelda.

Un usuario practica su motricidad en la Asociación de Parkinson de Novelda. / ÁXEL ÁLVAREZ

La carencia de espacio no solo afecta la capacidad de la asociación para brindar tratamientos especializados, sino que también impacta en la calidad de las terapias. "La calidad de las terapias disminuiría si tuviéramos a las 50 personas a la vez, por eso estamos dividiendo los días y los grupos para mantener la calidad del servicio que ofrecemos y que nadie vea mermada su asistencia. Normalmente vienen unas 10 personas al mismo tiempo, más es imposible de abarcar, y tenemos que organizarnos así", explica Abad.

"Otro de los inconvenientes al que nos enfrentamos es la falta de baños adaptados, el baño con el que contamos actualmente no está a punto para los usuarios, habría que adaptarlo porque en este las sillas de ruedas no entran, no tenemos capacidad de maniobra dentro, no podemos girar, se hace muy complicado atenderles así, y si más de un usuario quiere utilizar el baño a la vez nos vemos en una situación muy complicada. Por eso en esta ampliación necesitamos poder ser capaces de ofrecer dos baños adaptados a nuestros usuarios para que puedan tener la calidad en la asistencia que merecen", asegura la trabajadora social.

La situación se complica al intentar realizar terapias de forma más individualizada. "Estamos intentando hacer terapias de forma más individual porque cada persona necesita un tratamiento diferente, y nos encontramos con un muro porque no tenemos el espacio suficiente para poder hacerlo. Si tuviéramos a las 50 personas a la vez, la calidad de las terapias disminuiría porque al final, estas trabajando de forma individual, y se pierde la calidad. En esta enfermedad es imprescindible contar con apoyos concretos para cada caso", asegura Abad.