Elda recuerda su conexión con la masonería

La Fundación Paurides ha acogido la proyección del documental "Hijos del Olvido" que arroja luz sobre la vinculación de la localidad con Aurelio Blasco Grajales, uno de los masones liberales y adogmáticos más destacados de España durante el siglo XX

El acto ha contado con el testimonio de la eldense Pilar Maestre, biznieta del reconocido masón, que ha brindado una perspectiva única sobre la vida de su bisabuelo

Vestigios masones en Elda en la estatua de Emilio Castelar.

Vestigios masones en Elda en la estatua de Emilio Castelar. / ÁXEL ÁLVAREZ

Lydia Ferrándiz

Lydia Ferrándiz

En las calles de Elda, donde la historia se entreteje con el presente, algunas zonas aún desvelan un testimonio oculto sobre uno de los masones liberales más destacados de España: Aurelio Blasco Grajales. Residente en Elda durante años, Blasco Grajales es el protagonista del documental "Hijos del Olvido", un proyecto audiovisual que busca dar luz sobre su vida y su legado que este jueves ha llegado a una ciudad con la que aún alberga una importante conexión.

El vínculo de Blasco Grajales con la localidad eldense se convierte así en el hilo conductor de un relato que explora su papel esencial en la masonería española durante el primer tercio del siglo XX. El dirigente masón estableció temporalmente su hogar en esta ciudad alrededor de 1934 y, en ella, una de sus ramas familiares dejó una extensa descendencia que hoy en día comprende nietos, biznietos y tataranietos.

Pilar Maestre, biznieta del reconocido masón, ha sido una de las encargadas de recopilar gran parte de la vida de su bisabuelo Blasco Grajales y uno de los testimonios que más ha aportado para dar conocer a la figura de un hombre que "siempre intentó velar por los más desfavorecidos". "Realmente nadie de la familia tenía conocimiento sobre la masonería, ni que nuestro bisabuelo fuera masón ni nada por el estilo. Un día, buscando entre los papeles familiares dimos con una pista, y a partir de ahí me puse a investigar sobre mi bisabuelo, del que casi no teníamos conocimiento porque al poco de llegar a Elda con mi bisabuela se divorciaron por sus diferencias de pensamiento sobre la religión".

Maestre ha señalado que gracias a los documentos que ha ido recopilando en diferentes fuentes, como el archivo de Salamanca en el que se encuentra gran parte de los documentos masones que no fueron arrasados por la dictadura, pudo comprobar que su bisabuelo había sido "una persona bastante influyente a nivel nacional y valenciano como librepensador". "Dentro de la masonería vimos que por parte de mi bisabuelo se hicieron muchas cosas en beneficio de la sociedad, como la construcción de colegios públicos para personas que no tenían facilidades económicas y siempre pensando que fueran laicos, para que la religión, algo en lo que mi bisabuelo no creía, no fuera un problema".

El documental también aborda la muerte de Blasco Grajales en 1939, a manos de las Hermanas de la Caridad de Valencia. Blasco Grajales fue obligado a abjurar de sus convicciones bajo la presión religiosa, su falsa declaración fue utilizada como propaganda antimasónica durante el franquismo. Pilar Maestre recuerda que su bisabuelo "murió pobre como una rata" porque el final de su vida le pilló en la postguerra. "Le cogió la depuración de abogados y le metieron en la cárcel por masón. Allí apareció muerto semanas más tarde, aunque vivió hasta los 91 el nunca quiso dejar de trabajar por intentar hacer un mundo mejor".

Simbolismos urbanos

La comarca del Medio Vinalopó ha sido una testigo silenciosa de los ideales masónicos, y por ello, aún conserva vestigios y símbolos de la influencia de Blasco Grajales y de otros semejantes que vivieron en la localidad y cuyo recuerdo sigue vivo a día de hoy. La figura del jesuita Pedro Álvarez Lázaro y del historiador Viçent Sampedro Ramo, presentes en el documental, aporta una perspectiva valiosa sobre la riqueza y complejidad de la masonería en la región.

Carlos Romeu, Gran Maestre Adjunto de la Venerable Maestro Logia Fraternidad Universal Hipatia 98 GLSE, ha señalado que este documental "se hizo sobre un masón en concreto, pero recoge muchas de las partes más importantes de la masonería". "En Elda la influencia masónica es más que evidente y la figura de Blasco Grajales es una de ellas, aunque en la ciudad hay mucho más".

En este viaje, los ojos de profanos pueden pasar por alto la trascendencia de nombres y lugares en Elda. La avenida de Las Acacias, el barrio de la Fraternidad, el Progreso, la plaza Sagasta y la rotonda de los rotarios en la avenida del Mediterráneo son lugares marcados por simbolismos masónicos. En la historia de Elda, también destaca la deuda histórica que Elda tiene con Ángel Vera Coronel, asesinado mientras ocupaba la Gobernación Civil de Zaragoza. Su plaza, con una placa donada por la logia Constante Alona, sirve como homenaje a este prohombre, fundador del Banco de Elda y presidente del Club Deportivo Eldense.

El relato se extiende a la escultura de Emilio Castelar, un masón famoso, y a la logia Amor de Elda. Este periodo masónico en Elda, dividido en dos fases, se caracteriza por la logia Fidelísima en 1886 y la logia Amor en 1927. Insignes figuras como Joaquín Porta Rausá, Ángel Vera Coronel y Luis Arráez participaron activamente en la masonería eldense, proyectándose civilmente en formaciones políticas republicanas.

Carlos Romeu enfatiza la importancia de desmitificar la masonería. "Es una manera de verse a sí mismo y es una realidad, el resto son cosas que se inventa la gente".