De Canadá a Petrer para buscar sus raíces

Alexandra visita el municipio con el fin de encontrar parientes o cualquier persona que haya conocido a sus abuelos

Alexandra Calderón sostiene una imagen en la que salen sus abuelos y su padre.

Alexandra Calderón sostiene una imagen en la que salen sus abuelos y su padre. / S.R.

De Canadá a Petrer. 7384 kilómetros. Es la distancia que ha recorrido Alexandra Calderón Madrid (1990) para sumergirse en sus raíces y encontrar posibles familiares, ya que su abuela materna Gumersinda Bertomeu Navarro, era petrelense y su abuelo Francisco Calderón Martínez monovero, pero por circunstancias económicas se vieron obligados a emigrar a Francia.

A pesar de que sus abuelos fallecieron antes de nacer ella, Alexandra sostiene que siempre ha sentido una conexión "muy fuerte" con España. Lamentablemente, su padre también falleció cuando ella apenas tenía 13 años. Sin embargo, destaca que "él llevaba consigo siempre el orgullo de nuestras raíces".

Sus abuelos trabajaban en Petrer en una fábrica de calzado, pero por motivos económicos tuvo que trasladarse a Francia, concretamente a Nîmes, donde decidieron emprender en este sector utilizando los conocimientos que habían adquirido en el Medio Vinalopó. No obstante, el negocio tuvo que cerrar por la contienda francesa, según explica la protagonista.

La joven cuenta que en la época en la que sus abuelos emigraron a Francia había "mucha xenofobia". "En la escuela y en la calle eran malos con mi padre y mi tío porque tenían apellidos y facciones españolas", afirma. A raíz de ello, sus abuelos decidieron dejar de hablar español, lo que desvinculó a la familia del idioma. De esta forma, Alexandra explica que ella ha aprendido español en la escuela, no por sus allegados.

Alexandra rememora con cariño cómo, cuando era niña, su padre le preparaba migas y le llevaba horchata, una bebida que afirma le gusta mucho. En aquellos momentos, aún no era plenamente consciente de sus raíces, pero su padre le narraba que esas delicias culinarias eran representativas de la región de su madre, que en este caso era Cartagena.

Este miércoles, la joven regresó a Petrer con el propósito de descubrir personalmente "aquello que ninguno de mis familiares pudo contarme", ya que destaca que "a lo largo de los años me ha ido naciendo la inquietud".

Alexandra busca encontrar a personas que hayan conocido a alguno de sus parientes o averiguar si existen descendientes de sus abuelos en Petrer o Monóvar. Además, confiesa su fascinación por descubrir la región, afirmando que se siente muy a gusto. A pesar de trabajar actualmente en Canadá y haber vivido en lugares como París, Amsterdam y Barcelona, asegura que en ningún otro sitio experimenta tanto disfrute como en su querido Petrer. Destaca lo bien que le hace sentir su "clima maravilloso, sus paisajes y sus montañas".

El Ayuntamiento de Petrer explica que le ha brindadado ayuda para que obtenga la partida de nacimiento de su abuela. También ha mantenido un breve encuentro con la alcaldesa Irene Navarro, quien le ha invitado a venir en las Fiestas de Moros y Cristianos.