Petrer revoluciona la asistencia en casa de personas dependientes con la incorporación de una terapeuta

La sociosanitaria Eva Pau orienta a auxiliares y cuidadores principales en las necesidades que tienen los 65 usuarios que se benefician del programa 

Un servicio pionero de asistencia a la dependencia a domicilio en Petrer

Áxel Álvarez

Petrer ha sido el primer municipio de la provincia de Alicante en incorporar una terapeuta ocupacional al servicio de asistencia a domicilio. La Conselleria de Bienestar Social exige la figura de este tipo de profesional sociosanitario para el próximo año y, el municipio se ha adelantado y ya la tiene incorporada. La terapeuta Eva Pau se incorpora a este servicio para revolucionar los hogares de los 65 usuarios que forman parte del programa.

Con la integración de una figura como Eva, tanto las auxiliares como los cuidadores principales, es decir, familiares de personas con cierto grado de dependencia, diversidad funcional, personas mayores o problemas de salud mental, se benefician de sus conocimientos: promoviendo la autonomía personal del usuario, mejorando la accesibilidad y revisando las tareas del día a día.

La terapeuta Eva Pau en el domicilio de Regino García y Pepita Brotons.

La terapeuta Eva Pau en el domicilio de Regino García y Pepita Brotons. / Áxel Álvarez

Regino García (90) y Pepita Brotons (83) son un matrimonio en el que este primero tiene concedido el servicio de atención domiciliaria. La inclusión de una auxiliar que asista a la mujer en las tareas relacionadas con su marido ha sido fundamental para ella. «A Regino vienen a ayudarlo a levantarse y acostarse, además de otras actividades como acompañarlo en paseos. Gracias a esto, yo estoy más tranquila. Antes, hacía todo yo misma y no podía».

En el caso específico de este hogar, la terapeuta Eva Pau asegura que «tienen la casa muy adaptada, en este caso, hay una supervisión de las actividades de la auxiliar para asegurar que se están realizando correctamente».

La auxiliar Virginia Cano y el usuario Regino García en uno de sus paseos.

La auxiliar Virginia Cano y el usuario Regino García en uno de sus paseos. / Áxel Álvarez

Mientras que en el día a día, explica que aconseja a Pepita en las rutinas de higiene de Regino. «Si sientas a la persona en el váter antes de dar un paseo, estás previniendo que luego al salir haya menos posibilidad de que tenga ganas de hacer sus necesidades, porque puede que ya las haya hecho», ejemplifica. Para Regino, formar parte de este servicio ha sido revitalizante: «Me siento muy querido, tanto dentro de casa como fuera cuando salgo a pasear», dice él.

La auxiliar Virginia Cano, quien visita semanalmente la casa de Regino y Pepita, explica que el hombre tiene un grado tres de dependencia, lo que implica varias horas al día de atención. «Tres días salimos a pasear y uno lo dedicamos a duchar. Se ha generado una relación de confianza bonita, todos los usuarios a los que atiendo me dan mucha vida. Me encanta mi trabajo». 

En otro hogar donde las auxiliares y la terapeuta Eva Pau están presentes es el de Lolita Trigueros, una mujer de 80 años con un grado de dependencia tres. En este caso, la profesional sociosanitaria ha asistido a la cuidadora principal, que es la hija de la señora, asesorándola para acceder a ayudas de accesibilidad en el edificio.

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