Los agentes contabilizaron al menos 15 disparos en el tiroteo de Villena

La segunda jornada del juicio se centra en tratar de aclarar quién realizó los disparos que dejaron dos heridos, apuntando la investigación a la existencia de cuatro armas y seis tiradores

La Guardia Civil y la Policía Nacional vuelven a tomar la Audiencia para evitar incidentes entre los dos clanes implicados

Dos de los hombres acusados, a su entrada a la Audiencia Provincial

Dos de los hombres acusados, a su entrada a la Audiencia Provincial / ALEX DOMÍNGUEZ

Quince casquillos y dos cartuchos sin percutir. Las inspecciones de la Policía Nacional y de la Guardia Civil del escenario del tiroteo de Villena contabilizaron al menos 15 disparos, lo que hubiera podido causar una tragedia. Estas cifras las han aportado varios agentes durante la segunda jornada del juicio por este suceso registrado hace casi ocho años, donde dos personas resultaron heridas, una de ellas de gravedad, tras una discusión entre clanes gitanos.

La Audiencia Provincial de Alicante ha vuelto a ser tomada este lunes por una quincena de agentes de los dos cuerpos por temor a posibles incidentes entre las familias implicadas, sin que se haya registrado incidente alguno. Tras las declaraciones del viernes de los dos acusados -un tercero está huido- y de los dos heridos, este lunes ha sido el turno de otros testigos de ambas familias, así como de cuatro agentes que acudieron al lugar del suceso y participaron en la investigación inicial. Así, para este martes, última jornada del juicio por el que la Fiscalía pide 12 años de cárcel para los tres acusados, quedarán las declaraciones de los agentes que han llevado a cabo la investigación, así como las pruebas periciales.

Cuatro vehículos de la Guardia Civil han custodiado la Audicencia Provincial este lunes por el juicio por el tiroteo de Villena

Cuatro vehículos de la Guardia Civil han custodiado la Audicencia Provincial este lunes por el juicio por el tiroteo de Villena / ALEX DOMÍNGUEZ

En las declaraciones de este lunes, el tribunal ha tratado de aclarar quiénes realizaron disparos, produciéndose contradicciones en manifestaciones de algunos de los testigos respecto a las realizadas en un primer momento ante la Guardia Civil o en el juzgado. E incluso ha habido varios testigos que se han retractado, lo que ha complicado aún más establecer quiénes disparaban. Además, se da la circunstancia de que hay un acusado que está en paradero desconocido, otro de los supuestos implicados también estaría huido pero no figura entre los procesados-, otro murió en un accidente y un sexto, menor de edad, ya fue condenado por estos hechos a 15 meses de internamiento en 2019.

En esta jornada la principal coincidencia en la mayoría de declaraciones es que habría sido el acusado que está huido, Rafael C.G., el que supuestamente habría realizado el disparo que hirió primero al herido menos grave. Y la principal duda es quién realizó después los disparos que hirieron al otro lesionado, que permaneció varios meses hospitalizado por dos tiros y tiene una discapacidad permanente como consecuencia de las heridas sufridas.

Según la investigación, la totalidad de los disparos fueron hacia la casa del hospitalizado, donde se contabilizaron hasta 15 tiros entre casquillos y esquirlas recogidas, entre la fachada de la casa y el corral que había al lado. Así, las pesquisas confirmarían que solo hubo disparos por parte de un bando. Los agentes han estimado que habría habido entre 3 y 4 armas de fuego, y seis tiradores, que habrían compartido algún arma. En total se ha recogido 15 restos de casquillos y esquirlas, y dos cartuchos sin percutir.

Así, en cuanto a los dos hombres que se sientan en el banquillo de los acusados, Rafael C.A., de 89 años, y su nieto Ramón C.G., que están actualmente en libertad, hay testigos que afirman que llevaban un arma e incluso dispararon, otros que los vieron con armas pero que no llegaron a disparar, y otros que ni siquiera llevaban armas. Un tiroteo que dejó dos heridos de bala, con los disparos "volando" sobre las cabezas de la familia del principal perjudicado, donde había niños pequeños. En cuanto a la causa, ambas familias siguen manteniendo que fue una cosa de "niños", que una de las familias no quería que "se juntarán" dos chicas, una de cada clan.

Este tiroteo se registró el 3 de junio de 2016 en el barrio del Rabal de Villena. Un suceso que obligó después a blindar la zona ante el peligro de venganza entre los dos clanes implicados. Una situación que también ha llevado a que la Policía Nacional y la Guardia Civil a realizar un gran despliegue durante este juicio, que se está desarrollando en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Alicante, para evitar cualquier tipo de incidente entre ambas familias, aunque todo ha transcurrido con normalidad. Han declarado en la sala miembros de ambos clanes, aunque la familia directa del principal perjudicado ha intervenido por videoconferencia, ya que aseguran que se tuvieron que marchar de la provincia ante el miedo y el trauma que generó el tiroteo. Hoy debe quedar el juicio visto para sentencia, casi ocho años después del suceso.

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