Vox ondea la bandera en Alicante para captar el voto humilde de la Zona Norte

Ignacio Garriga centra su discurso en temas como la deriva de la izquierda, el separatismo o ETA y llama a la movilización con escasas referencias a la ciudad

El público asistente, en un momento del mitin.

El público asistente, en un momento del mitin. / Pilar Cortés

Alejandro J. Fuentes

Alejandro J. Fuentes

ETA, el separatismo catalán, el negacionismo del cambio climático o la lucha contra la «ideología de género» y en favor de la presunción de inocencia del hombre. Esos fueron algunos de los principales temas expuestos en el mitin que Vox celebró este viernes en la Zona Norte de Alicante, con escasas referencias a la capital de la provincia.

Más de un centenar de personas se dieron cita en el Centro Social Gastón Castelló, en Virgen del Remedio, para escuchar al secretario general de la formación de ultraderecha, Ignacio Garriga, quien desplazó su discurso al terreno nacional, enarbolando la bandera y el patriotismo como principales reclamos para llamar a la movilización de sus votantes.

Las alusiones concretas al territorio fueron muy limitadas -por no decir nulas- e incluso erróneas. Garriga dijo hasta en cuatro ocasiones «Comunitat Valenciana». Una pronunciación que no pasó inadvertida para los presentes, defensores acérrimos del uso del castellano. «Es que él es catalán», justificaban.

En otro de sus guiños, en este caso a la ciudad, Garriga alabó en varios momentos de su discurso el trabajo de Cecilia Cantero, referente vecinal del barrio Juan XXIII. Un reconocimiento que habría pasado inadvertido, de no ser porque Cantero, en realidad, se llama Celia.

Sin embargo, estos «patinazos» no pasaron factura al dirigente de la formación de ultraderecha, el mitin de Vox se vivió casi como una experiencia religiosa. Los asistentes, casi en su totalidad mayores de 50 años, no necesitaban grandes excusas para ponerse en pie y aplaudieron con devoción el final de casi todas las frases de sus oradores.

Por lo demás, Garriga centró su intervención en reivindicar el papel de Vox como única alternativa al «socialismo radical de Puig y Sánchez», frente a un Partido Popular «que no dudará en saltar a los brazos de la izquierda». Más argumentario sin propuestas.

También intervino en el acto el candidato de la formación a presidir el Gobierno de la Generalitat, Carlos Flores. El catedrático hizo gala de una depurada oratoria para rebajar el tono habitual de la formación y trasladar un mensaje amable y cercano: «Cuando nos dejan hablar, lo único que hace la gente es sonreír y asentir».

Flores defendió el papel de su formación y apeló al uso de la palabra -citando a Blas de Otero- para difundir el mensaje de Vox en una intervención que, por momentos, también tuvo tintes de homilía. El candidato, además, ahondó en polémicas habituales de la agrupación, como la televisión pública valenciana, el estatuto de autonomía o la violencia de género: «Que peguen a una mujer es un crimen, pero los hombres también tienen presunción de inocencia», afirmó el condenado por violencia psíquica hacia su exmujer.

Medidas municipales

La única que aterrizó el discurso en la capital de la provincia fue la candidata a la Alcaldía, Carmen Robledillo, que aunque también deslizó tintes ideológicos en materias como la negación del cambio climático, planteó diferentes propuestas a nivel municipal.

Entre las medidas de Vox para el Ayuntamiento de Alicante: construir una nueva comisaría de Policía Local en la Zona Norte, eliminar la plusvalía municipal, reforzar el bono comercio, aumentar el deporte base o crear un centro de atención a madres gestantes.