Segunda RFEF

El Hércules de Castillo: ¿un proyecto nuevo?

El equipo del curso 2023-24 nace lastrado por los contratos en vigor de futbolistas caros que apenas suman y con un técnico que cierra el curso muy por debajo de las expectativas. La remodelación de la parcela deportiva, clave en la confección del nuevo equipo

Paco Peña escucha a Lolo Escobar durante un entrenamiento en el Rico Pérez.

Paco Peña escucha a Lolo Escobar durante un entrenamiento en el Rico Pérez. / HECTOR FUENTES

Pedro Rojas

Pedro Rojas

El deseo de cambio no se discute, se extiende a través del herculanismo como la brisa por los tejados, dentro y fuera de las oficinas del club. La demanda inequívoca de un viraje abrupto que ayude a enterrar el último año vivido, el peor en sus cien años de historia, tiene que ir –a ojos de quienes sienten el escudo como parte inherente de sus vidas–, más allá de la simple cosmética administrativa e institucional. Con renombrar el despacho del presidente no bastará. Y ahí surge el verdadero problema que amenaza el futuro deportivo.

El Hércules 2023-24 nace lastrado por los numerosos contratos que continúan en vigor la temporada que viene, entre ellos varios de los más altos de la plantilla, que en unos casos no han aportado nada y en otros mucho menos de lo esperado.

Al primer grupo pertenecen Ander Vitoria y Sergio Marcos. Al segundo, Míchel Herrero, que se lleva la porción salarial más alta del vestuario. El club tiene que decidir si liquida su vínculo laboral o, en el mejor de los casos, renegocia con ellos a la baja, sobre todo con el atacante valenciano, el único que aún goza de algo de crédito dentro de la entidad pese a no haber sido diferencial.

La mayoría de jugadores con ficha profesional tienen contrato. De los importantes, con peso en la rotación, solo Toscano se queda sin ficha en junio. El mediocentro italiano, autor del gol que evitó la tragedia de viajar a Ibiza con el descenso anudado al cuello, no ha recibido todavía ninguna comunicación al respecto, nadie se ha acercado a él ni tan siquiera para preguntarle si estaría dispuesto a seguir, de manera que lo normal será que no continúe. 

El presidente saliente, que este martes concluye su vínculo con el Hércules, en su penúltima presencia en el palco del Rico Pérez.

El presidente saliente, que este martes concluye su vínculo con el Hércules, en su penúltima presencia en el palco del Rico Pérez. / ALEX DOMINGUEZ

Al entrenador le resta una campaña más, pero en su caso, el deseo de hacerlo cumplir está en duda por las dos partes. La SAD blanquiazul no discute que el técnico ha terminado muy por debajo de las expectativas que generó su llegada en noviembre y el propio preparador no tiene claro que lo mejor para él, en las circunstancias actuales, sea seguir al frente de un equipo en el que ha sufrido un enorme desgaste y en el que la mayoría de nombres tienen firmada su presencia en Alicante.

Lolo Escobar –que no ha dejado pasar ninguna ocasión para cuestionar en público (y en privado) el trabajo de la secretaría técnica y la calidad de la plantilla, de la que ha llegado a asegurar que carece de nivel para competir con garantías en la cuarta categoría del fútbol nacional–, entiende que para disponer de un mínimo chance como blanquiazul habría de librarse de un buen número de futbolistas (previo abono de su finiquito) y sustituirlos por otros de su total confianza, algo que pasaría por darle poderes al extremeño para fichar.

Comisión deportiva

La propiedad mantiene su confianza en Paco Peña y Dani Barroso, a los que considera hombres de club. Su continuidad no está en cuestión, pero sí el papel que desempeñarán a partir de la temporada que viene en la confección del equipo. La intención del dueño es reordenar esa parcela con nuevos nombramientos para conformar una comisión que sea la que, en última instancia, decida sobre las altas y las presumibles bajas, entre otras cosas.

Dejar la planificación en manos del entrenador no entra en la cabeza de nadie. Como ha quedado demostrado, los técnicos van y vienen, pero los jugadores permanecen en su amplia mayoría. Carlos Parodi saldrá del club, hoy es su último día. Acompañará a Luis Castillo en su entrada para ponerle al día, pero su vínculo con la entidad blanquiazul se extingue. El Hércules necesita cambios, pero precisará bastante dinero para llevarlos al extremo que demanda la lógica deportiva y el dueño no prevé desembolsarlo todo él, para eso espera la ayuda de su nuevo compañero de viaje.

COPA DEL REY

En el club consideran «fundamental» la clasificación

► En el seno del Hércules consideran irrenunciable la clasificación para la Copa del Rey 2024. El triunfo agónico sobre el Atlético Saguntino del domingo convierte al cuadro alicantino en el principal candidato para ocupar la última de las cinco plazas que dan acceso al torneo del KO desde el grupo 3 de Segunda RFEF. El hecho de que los filiales no puedan participar en la competición, en este caso Mestalla y Espanyol B, permite a Terrassa y Hércules optar a un premio que no se han ganado a lo largo de la Liga. Los blanquiazules se miden con el CD Ibiza, ya descendido matemáticamente, en la isla. La victoria le garantiza la presencia entre los 106 clubes con billete para la cita copera. Saguntino, Badalona, Lleida y Formentera están al acecho por si los alicantinos fallan. En juego, prestigio y dinero.