Carlos Abad valora seguir en el Hércules

No habrá fútbol de competición en el Rico Pérez en los próximos cuatro meses. Hasta entonces, el club tiene la obligación forzosa de armar un bloque que haga olvidar la que ha sido la peor campaña del equipo alicantino en su siglo de vida y, de paso, logre poner fin a tres años de angustia y oscuridad pisados por la incómoda suela del fútbol de esparto. El primer jugador de los que finaliza contrato al que se pretende renovar es Carlos Abad. El portero ha cumplido con creces en su primer curso en la ciudad y entra en los planes de futuro de la SAD blanquiazul, pendiente de reestructuración a todos los niveles.

El guardameta es de los pocos jugadores con peso en la plantilla que firmó un contrato corto, en buena medida porque la suya era una apuesta arriesgada tras un año en blanco y apenas 15 partidos jugados en dos temporadas. El tinerfeño ha sido fundamental tanto para Ángel Rodríguez como para Lolo escobar y todos los informes técnicos avalan su continuidad.

Abad, que el próximo mes cumplirá 28 años, ha dejado atrás los episodios de lesiones que le sesgaron la progresión y ha recuperado la relevancia competitiva ganada en el Castilla y en el Córdoba. El cancerbero de Puerto de la Cruz solo se ha perdido dos partidos esta temporada, los dos últimos, ambos por decisión técnica, en ningún caso por bajo rendimiento o desinterés pese a lo que pudiera deducirse de las declaraciones del entrenador en la víspera de los encuentros, cuando el extremeño aseguró que alinearía a los que viera «con más ilusión».

En el club están tranquilos porque defienden la baza de Iván Martínez bajo palos si el canario decidiera no continuar

Ha encajado 36 goles en 32 jornadas, una cifra que no hace justicia a la realidad vivida sobre el césped, donde el meta insular ha salvada infinidad de veces al Hércules tapando las carencias defensivas exhibidas a lo largo de todo el curso, en el que no ha sido capaz de crear una estructura de contención sólida desde el banquillo. Se ha ganado el derecho a seguir, es incontestable, pero eso podría significar cerrar la puerta a Iván Martínez, un activo que el club quiere desarrollar futbolísticamente por el enorme potencial que ve en su crecimiento como jugador.

El joven meta soriano, que empezará la próxima campaña con 21 años, o sea, sin ocupar ficha profesional, como le ocurrió en su momento a Adrián López con Ismael Falcón, quiere tener continuidad, poder explotar ya como profesional y demostrar todos los recursos que ya evidenció en las categorías inferiores del Osasuna, cuando entró en las convocatorias de la base de la selección.

El joven cancerbero soriano, que iniciará el nuevo curso con 21 años, es propiedad del conjunto alicantino

En Castellón, el curso anterior, en Primera RFEF, estuvo detrás de Álvaro Campos casi todo el ejercicio, únicamente pudo disputar 8 encuentros completos por la lesión de quien era considerado el portero titular. Su equipo solo ganó un partido con él bajo palos y encajó 18 goles, pero, a pesar de las malas estadísticas, fue considerado el mejor del choque más de una vez. Ahora, en las dos últimas jornadas, Iván Martínez, que no era titular desde la eliminatoria de Copa del Rey contra La Nucía en el Rico Pérez, ha tenido oportunidad de mostrarse en dos duelos, uno de ellos delicado porque estaba en juego no arriesgarse a jugarse el descenso en la última semana de Liga.

Respondió a la confianza ampliamente, salvó al equipo tres veces frente al Saguntino, dos con intervenciones cruciales, y en Ibiza, en la despedida, su portería a cero valió para clasificar al Hércules para la próxima edición del torneo del KO.

La entidad blanquiazul espera que Carlos Abad acepte la propuesta de renovación y prorrogue su estancia en Alicante, aunque lo hace con la mínima tranquilidad que le da disponer de un buen recambio en caso de que las negociaciones no lleguen a buen término. El guardameta tinerfeño es prioritario, pero dependerá de sus ganas de continuar en el equipo que inicie la pretemporada.