Hércules CF

Análisis | No ser la excepción, ser excepcional

El Hércules afronta la segunda vuelta obligado a librarse del peso de un pasado lleno de situaciones anómalas y mirar hacia el futuro convencido de que ha encontrado un modo correcto de hacer las cosas bien, dentro y fuera del césped

Rubén Torrecilla festeja el salto al liderato tras la victoria del Hércules en el Camp d'Esports de Lleida.

Rubén Torrecilla festeja el salto al liderato tras la victoria del Hércules en el Camp d'Esports de Lleida. / Santi Iglesias / LOF

Pedro Rojas

Pedro Rojas

La lista es larga y mata de pena. Demasiados enunciados similares. El Hércules es el único campeón de invierno que no ha logrado el ascenso en Segunda RFEF; el Hércules es el único equipo alicantino del grupo 3 que no ha conseguido subir a Primera Federación; el Hércules es el único que no logra el salto de categoría ejerciendo como anfitrión en una promoción; el Hércules es el único recién descendido que no sube a la primera, ni a la segunda ni a la tercera en las catacumbas del balompié. Hay más, y todos son deprimentes. Responden al tiempo en el que el conjunto alicantino era la excepción a la norma, y siempre para mal. Ahora ha emprendido un nuevo camino, uno que debería llevarle, como sucedió en Lleida, a ser excepcional.

EL SISTEMA

Con más talento joven que pasados «gloriosos».

El Hércules está siendo capaz de revertir una inercia competitiva de muy baja intensidad. Ha dejado de arrugarse, ha aprendido a metabolizar los tropiezas de forma favorable, a no indigestarse con ellos. Esa resiliencia, esa perseverancia es la que tira de él cuando las cosas no le salen, es la red de seguridad que queda si falla el plan inicial, un buen antídoto contra la mala suerte, que siempre está, que jamás se muda, que también compite, se quiera o no. Rubén Torrecilla ha vertebrado un buen puñado de futbolistas que no solo creen en él (eso también lo consiguió Sergio Mora), sino que sobre todo creen en ellos mismos y lo demuestran de forma sana. Gente dispuesta, resolutiva, que se lleva bien, que es capaz de desconectar 60 horas y volver a los entrenamientos en un alto estándar de exigencia. Ese siempre es el primer paso. La fuerza mental y la física ya no se pueden disociar. En las competiciones, en todas, hacen falta estas dos ruedas igual de hinchadas para que la moto corra.

UNA IDEA CLARA

Y jugadores adecuados para ponerla en práctica.

Parece fácil, de Perogrullo, pero casi siempre es lo primero que no encaja. En todos los mercados de fichajes hay intereses y no siempre son estrictamente deportivos. Hay caprichos personales, deudas contraídas con oficinas, con agentes, corazonadas, ojitos derechos, deseos frustrados en el pasado que se ponen a tiro ahora, amigos personales... Son muchos los motivos que pueden hacer que un futbolista entre en un vestuario, pero solo uno capital: que sea válido para la idea de juego del entrenador que, a su vez, tiene que tener muy claro a dónde va y qué se espera realmente de él.

Los jugadores del Hércules celebran el tanto de Mendes en el Camp d'Esports de Lleida.

Los jugadores del Hércules celebran el tanto de Mendes en el Camp d'Esports de Lleida. / Santi Iglesias / LOF

Con Torrecilla, el Hércules ha dado con un profesional que posee un modelo de juego testado que se sabe eficaz y lo desarrolla con piezas que se ajustan a él en origen, en el catálogo, que no trata de convertir a señores de vuelta en perros de presa porque eso no funciona nunca. Tiene paciencia, vocación docente, no aburre a nadie (ni pierde tiempo efectivo) contando batallitas de cuando él era jugador y se podía fumar en las duchas, que siempre busca la forma de que sus «subordinados» se enteren por él de lo que quiere exactamente. Los mensajes se distorsionan en la distancia y se envilecen cuando, además, se deja medrar a los intermediarios.

TIEMPO DE CALIDAD

Menos días de entreno, pero de más intensidad.

El preparador extremeño no escatima en descansos, no le duele que sus jugadores, como sucede esta misma semana, estén dos días y medio desconectados o dispongan de más vacaciones de lo habitual. Para él, lo que cuenta es lo que pasa cuando está al frente de la sesión. Si el futbolista responde a su alta demanda de carga de trabajo le irá bien parar, aunque sea más de lo común, porque el motor seguirá afinado. Eso es algo que no siempre te puedes permitir en una ciudad como esta, por eso es tan importante saber exactamente el perfil que buscas mientras estás armando el bloque. Con Dani Romera se dejó llevar, pero el tiempo ha demostrado que no era en esa posición en la que debía hacerse el esfuerzo económico al que obligaba el ahora delantero (suplente) del Ceuta. 

INVENTAR... CON BASE

Los mejores en sus puestos... casi siempre.

El entrenador del Hércules ha construido un centro del campo tan impropio de la cuarta categoría que ni César Moreno ha sido capaz de hacerse hueco en él, y es raro. Su fe en la presión le llevó a formar un trivote en sentido puro con Colomina, Mangada y De la Nava. Salió regular porque el salmantino da lo mejor de sí en la media punta. 

No se emperró el técnico, modificó la idea y repartió la tarea del tercer centrocampista entre el ex de Unionistas y José Artiles. El equilibrio es perfecto, pero nada lo es enteramente. Hay un damnificado: Álvaro Hernáiz. El extremo se ha quedo sin sitio, pero, de momento, lo lleva bien de cara a los compañeros, que es lo que en realidad cuenta... y eso también es mérito del entrenador.

5 JUGADORES

Han salido del equipo después de parón de Navidad

► Tres de ellos en calidad de cedidos, César Moreno (Mestalla), Rafa De Palmas y Jean Paul N’Djolí (ambos al Alcoyano) y el lateral David López-Guerrero y el delantero Salah, con la carta de libertad.