Segunda RFEF

Nico Espinosa: «La Santa Faz no está para darle ascensos al Hércules»

El capitán blanquiazul protagoniza la ofrenda de flores del club a la Santa Reliquia después de estrenarse como goleador del primer equipo

El atacante alicantino lo tiene claro: «No podemos venir a pedirle nada, tenemos que conseguirlo nosotros, en el campo, pero si ella nos quiere ayudar...» 

Nico Espinosa, junto a sus compañeros en la plaza de acceso al monasterio de la Santa Faz, en Alicante.

Nico Espinosa, junto a sus compañeros en la plaza de acceso al monasterio de la Santa Faz, en Alicante. / Héctor Fuentes

Pedro Rojas

Pedro Rojas

Peregrina suave, con todos en el autocar, incluidos los jefes. Tranquilos, convencidos de que la ola buena es esta y que lo peor ha pasado ya. El Hércules aprovechó el día libre del vestuario para rendir pleitesía a la Santa Faz, una tradición instaurada por Valentín Botella, que el empresario oriolano se encarga de que se repita todas las primaveras, le vayan bien o mal las cosas a su equipo, al que ha respaldado en Primera y en los palcos de esparto del fútbol de periferia. Al frente de la expedición, el capitán, Nico Espinosa, sonriente, feliz. El alicantino ha vuelto a sentirse un jugador libre, útil, desequilibrante. Lo necesitaba después de dos años muy duros.

Nico Espinosa porta uno de los dos ramos de flores con los que el Hércules obsequió a la Santa Faz.

Nico Espinosa porta uno de los dos ramos de flores con los que el Hércules obsequió a la Santa Faz. / Héctor Fuentes

El atacante, a quien Rubén Torrecilla ha guiado paciente a pesar de las urgencias, se encargó de plantar el ramo de flores con el que la entidad blanquiazul muestra sus respetos a uno de los iconos más reconocibles de la idiosincrasia alicantina. Nico fue presentarle sus respetos, no a pedir. «En los últimos años, siempre le estamos pidiendo cosas a la Santa Faz, pero está claro que el ascenso lo tenemos que conseguir nosotros y que, a lo mejor, si la Faz Divina nos presta un poco de ayuda, sí que puede ser esta vez, pero el objetivo lo vamos a conseguir nosotros en el campo», aseguró el «diez».

«Marcar el primer gol como jugador del Hércules en un estadio con 9.000 personas me dio una alegría tremenda»

Los minutos de calidad que está aportando al juego coral le valieron el domingo para forzar un penalti que él mismo se encargó de transformar. «Se me acercó Carlos de la Nava para pedirme que le dejara tirar el penalti, pero le contesté que no, que me perdonara, pero que ese no se me escapa. O sea que tenía que tirarlo yo cien por cien», revela el capitán blanquiazul.

Nico Espinosa y Rubén Torrecilla conversan con el capellán del Hércules, Joaquín López, tras regalarle una camiseta firmada por todos.

Nico Espinosa y Rubén Torrecilla conversan con el capellán del Hércules, Joaquín López, tras regalarle una camiseta firmada por todos. / Héctor Fuentes

Su disparo con la derecha engañó al guardameta y le permitió celebrar su estreno realizador como jugador de pleno derecho del Hércules Club de Fútbol. Su júbilo se contagió a la grada. Fue inmenso, incontenible, casi rabioso. Los logros que surgen del sufrimiento extremo son los que más se viven: «Fue maravilloso. Es el primer gol que marco con la camiseta del primer equipo y es una alegría tremenda. Estaba flipando porque, además, era el partido que más gente había en el estadio esta temporada (más de 9.000 personas), y porque este es el equipo de mi ciudad, de mi gente y estoy muy agradecido», explicó Nico destilando emotividad, mirando con sus ojos de pillo.

«Llevo una serie de partidos bastante completos, ahora me encuentro en el mejor momento de mi carrera»

El camino recorrido por el capitán ha estado lleno de minas, de pruebas, de retos personales y confianza ciega en sus posibilidades. «Está claro que al principio es duro, pero al final te vas cuidando y vas arreglando todas las cositas que te fallan, y poco a poco me he ido encontrando mejor. Espero que esto siga así hasta a final de temporada y podamos conseguir el objetivo», desea el joven Espinosa, que con solo 23 años ha tenido que lidiar con incertidumbres propias de los finales de trayecto deportivos.

«Siempre he dicho que me encuentro más cómodo jugando por la izquierda o por dentro, pero en cualquier posición de arriba me desenvuelvo bastante bien», asegura sin rubor. «Llevo una serie de partidos bastante completos y siento que me encuentro en el mejor momento de mi carrera».