Ritos satánicos con animales: el calendario del horror

Hay quienes creen que secuestrando y sacrificando animales en rituales de "enganche" pueden lograr el amor de otra persona

Cuatro cabras decapitadas tras un ritual en una playa de Valencia en agosto de 2017

Cuatro cabras decapitadas tras un ritual en una playa de Valencia en agosto de 2017

Raúl Mérida

Raúl Mérida

Actualmente, se calcula que en España existen más de un centenar de sectas satánicas que realizan misas negras y rituales oscuros de todo tipo. Y no, no lo hacen por amor al arte. Los organizadores de estos eventos son los únicos -de todos los que participan en los mismos- que, en todo momento, son conscientes de la pantomima que están llevando a cabo.

La prueba más evidente de ello es que, cuando la policía consigue detener a alguno, a menudo, el historial delictivo de los mismos suele ser largo y estar repleto de robos y estafas de todo tipo. Y, la verdad, todo lo anterior tendría sólo la importancia que tiene, que no es poca, si, en realidad, sólo se dedicaran al engaño pero es que, encima, cada cierto tiempo-cada vez con más frecuencia- aparece la noticia de que se han encontrado animales muertos junto a los restos de uno de estos rituales. Se calcula que, sólo el año pasado, miles de animales fueron sacrificados por este motivo en todo el mundo. Gallinas a las que les arrancaron el corazón, conejos despellejados vivos... Y hasta perros y gatos abandonados que fueron encontrados sin vida, con las tripas abiertas, rodeados de velas y una buena colección de dibujos macabros en el norte de nuestro país.

¿Locura? ¿Oscuridad? ¿Clarividencia? ¿Fervor? ¿Creencias ocultas en el más allá? No, tan sólo mala fe y mucha ignorancia humana. Verán, siempre que me refiero a este tema recuerdo la historia de aquel perro que -despellejado de cintura para abajo, con un agujero en el cuello y con un trozo de corazón de gallina en la boca- apareció muerto en la puerta de la casa de su dueña, en San Vicente del Raspeig. Los medios de comunicación, entonces, auspiciados por un clima de ritos satánicos, recogieron la noticia de forma alarmante.

La verdad es que, era lógico pensarlo. En los alrededores de donde había muerto el animal, se habían sucedido los rituales mágicos en semanas anteriores. Se había visto por la zona, por ejemplo, a encapuchados que portaban velas negras con las que, por cierto, llegaron a quemar hasta un árbol milenario en los alrededores de San Vicente del Raspeig. En fin, supongo que todo coincidió. El caso es que la noticia dio la vuelta a medio mundo: «Un perro muere víctima de un rito satánico» fue el titular más repetido.

Sin embargo, como siempre suele ocurrir, fue un sargento del Seprona -de esos hechos a base de calle, experiencia y sabiduría de la buena- quien, aportó la respuesta correcta o, al menos, la más lógica. El relato que nos hizo a todos los presentes explicando lo sucedido, nos dejó a todos estupefactos y fue más o menos así: «El animal, en mi opinión, se debió escapar de su casa y, atraído por la presencia de comida fácil, en este caso vísceras y corazón de pollo, se acercaría hasta un coto de caza cercano. Debió comenzar a comer con hambre sin darse cuenta de que, en realidad, aquello no era sino una trampa.

La comida, creo, debía estar envuelta por un lazo de alambre que, al intentar marcharse de allí el animal, se anudaría alrededor de su cuerpo como si fuera un cinturón. Más tarde, ante el movimiento repetido y desesperado del animal, aquel alambre debió ir cortando su piel como si fuera un perfecto bisturí. Imaginaros la escena... Tal debió ser el dolor y el estrés del animal, que éste acabó perdiendo hasta el conocimiento. Más tarde, llegaría el guarda del coto que, al verlo, pensaría que estaba muerto. Lo engancharía con un hierro por el cuello y lo arrojaría a unos metros de allí. Sin embargo, el animal, aún con vida, recuperaría la conciencia y caminaría de vuelta a su casa donde, tras vomitar parte de la comida que había ingerido, fallecería finalmente. Fin de la historia, eso fue lo que nos dijo. Como ven, al parecer, aquel caso no fue ningún rito satánico aunque el comportamiento del coto y del guarda del mismo, sin duda, fuera digno del mismísimo Satanás.

Quizás aquello fuera, simplemente, la excepción que confirma la regla porque, tan sólo unas semanas más tarde, muy cerca de aquel mismo lugar, aparecieron media docena de crías de corderos muertos a los que habían quitado sus corazones... ¿Y saben para qué? ¡Pásmense! Con éstos habían formado, a su vez, una especie de corazón alrededor de las fotos de dos personas. Posteriormente, hablando con "expertos en la materia", averigüé que se trataba de un ritual de "enganche" consistente en que, alguien paga a alguien para conseguir con magia que, otra persona se enamore de él o ella, para siempre. ¿De verdad, existe gente que pueda creer en la efectividad de algo así? Pues al parecer sí y, mucha, porque desde entonces hasta ahora no han dejado de aparecer casos de este tipo...

Gallinas decapitadas, un ramo de flores, copas y una botella de cava catalán sobre las rocas de una playa asturiana

Gallinas decapitadas, un ramo de flores, copas y una botella de cava catalán sobre las rocas de una playa asturiana / LNE

Y, fíjense cómo será la cosa, que hasta hay un calendario para la celebración de ritos de este tipo. ¿Sabían, por ejemplo, que el 24 de agosto es lo que llaman el Gran Sabbat o Akelarre; que el 7 de septiembre es el día del sexo y sangre, por cierto, con mujeres menores de 21 años; que el 20 y el 22 de ese mismo mes son rituales de sangre y sexo, respectivamente; o que del 23 al 30 de septiembre es semana, nada más y nada menos, que de secuestros y sacrificios de animales... ¡Ver para creer!

Pero ¡Por Dios! ¿En qué mundo vivimos? ¿No se puede parar a estos chalados y asesinos de alguna forma? Por favor, si ven algo anormal, si creen que alguien puede estar haciendo rituales con animales, si tienen alguna sospecha por mínima que sea, denuncien inmediatamente.