Pablo, escucha a Héctor

Cuando en política se convoca un pleno hay que tener claro para qué, dónde te va a llevar, qué rédito vas a obtener y qué repercusión esperas. Si lo haces para retratar al rival o para tu autocomplacencia, te estás equivocando.

El alcalde Ruz abandona cabizbajo el pleno junto a Lastra y el asesor Martínez-Pujalte

El alcalde Ruz abandona cabizbajo el pleno junto a Lastra y el asesor Martínez-Pujalte / Antonio Amorós

M. Alarcón

M. Alarcón

El alcalde de Elche, Pablo Ruz, debería escuchar cuando se le da un consejo, y más si es bueno. Incluso sí viene de la oposición. Este martes en un pleno extraordinario de los que me parece vacío, sin sentido y un dispendio para las arcas públicas (gasto, es cierto, más pequeño que en anteriores mandatos porque ahora la mayoría tiene un cómodo sueldo hasta 2027), el portavoz del PSOE, Héctor Díez, le conminó a dedicarse más a las cosas mundanas, las de Elche, que a los asuntos de Estado, como ese para el que les había convocado, que no era otro que llegar a una votación de la que se sabía el resultado antes de comenzar.

Se iba a abrir un sesudo debate, que más parecía ser cualquiera de los bombardeos televisivos a los que nos enfrentamos desde hace días, sobre cuestiones como la inmunidad de los condenados por el Procés (y los que quedaría por condenar), la condonación de la millonaria deuda de Cataluña y quién la paga o esa serie de caprichos que en fila india piden uno tras otro los partidos con representación en la Cámara Baja a cambio de dar su voto a Pedro Sánchez, lo que ha ocurrido en todas las negociaciones para formar Gobierno en España a lo largo de la Democracia. Aunque también es posible que lo convocara para hacer un ejercicio de autoafirmación del españolismo que, ciertamente, no creo que haga falta a estas alturas.

El portavoz del PSOE, Héctor Díez, el pasado martes durante el pleno sobre la amnistía en Elche

El portavoz del PSOE, Héctor Díez, el pasado martes durante el pleno sobre la amnistía en Elche / Antonio Amorós

Síntoma

Pero lo del martes no deja de ser la confirmación de un síntoma: Buena parte de los grupos municipales presentan a las sesiones plenarias (que deberían ser el momento de debatir sobre la ciudad) iniciativas que poco o nada tienen que ver con Elche. Es como si hablar de la ciudad se les quedara pequeño y quisieran abrirse a temas de más calado, lo cual les lleva a aburrir más que a las ovejas tanto a los espectadores como a los periodistas, que diré que están a la par en número de asistentes en directo, asesores aparte porque de esos hay bastantes más.

La gente no les escucha ni acude ni les ve por televisión porque no les interesa lo que ustedes le dicen, ¿no se han dado cuenta aún?

Plenos en lo que ha comenzado a ser preocupante el que parte de un público haya considerado que tiene el derecho de intervenir como en un espectáculo deportivo, ya bien sea con abucheos o con palmas. Y todo ello no sé si alentado por el propio equipo de gobierno, pero al menos permitido, porque hay algunos con sueldo público y no hace absolutamente nada para impedirlo. En estas pequeñas cosas, a las que no das importancia una y otra vez, al final es donde te retratas.

Cuando en política se convoca un pleno hay que tener claro para qué, dónde te va a llevar, qué rédito vas a obtener y qué repercusión esperas. Si lo haces para retratar al rival o para tu autocomplacencia, te estás equivocando. Pablo, escucha a Héctor.