Opinión | Hola, soy Dios

Estado de las cosas

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Estado de las cosas / INFORMACIÓN

 ─En España actualmente existen unas instituciones cuestionadas, un problema territorial y una gran vacilación económica junto a una significativa inseguridad jurídica, lo que arrastra a los españoles a la cola de la autoestima y el bienestar de la Unión Europea.

─Eso no era así antes.

─No, no lo era. Pero hay dos variables que pueden explicar esta situación.

─Tú dirás, Pa.

─Pues por un lado está la aparición de Pedro Sánchez y por otro la polarización que sufre la sociedad española, lo que quizá esté relacionado.

─¿Tanto puede influir un sujeto como este en todo un país?

─Eso parece. Y te voy a poner un par de ejemplos para que lo compruebes. En el gobierno de este señor hay un ministro que era juez de la Audiencia Nacional. Se llama Grande Marlaska, y su ejecutoria hasta su entrada en el gobierno era impecable. A partir de ese momento… bueno, digamos que es como las fincas de Extremadura, manifiestamente mejorable. Este juez se ha hartado de admitir a quien le ha querido escuchar que la ley de amnistía es anticonstitucional, ilegal y no sé cuentas cosas más.

─Como la inmensa mayoría de los miembros del PSOE, del Gobierno e incluso el tal PS.

─Así es. Pero las opiniones paniaguadas no tienen tanta relevancia como la de aquellos que, en principio, deberían ser espíritus libres. Y este caballero ha cambiado de opinión, o debería decir se ha traicionado a sí mismo, cuando su jefe le ha instado a hacerlo, para permanecer en el poder a cambio de venderse groseramente a los independentistas.

─Comprendo.

─Pero no solo ha sucedido con este señor. La señora Carmen Calvo, exvicepresidenta y catedrática de Derecho Constitucional, igualmente se posicionó contra la ley de Amnistía, pero ahora ha sido promovida a la presidencia del Consejo de Estado… a cambio de un oportuno giro opinativo.

─¿Qué tendrá el tal Sánchez, Pa?

─Pues quizá su capacidad de seducción tenga mucho que ver con la ostentación del poder, eso que debe tener una erótica que sobrepasa con mucho la dignidad y los principios de según quién. Pero lo cierto es que el pacto con chantajistas que odian España y no aceptan las reglas del juego va a colocar a la marca España en el camino de convertirse en el enfermo apestado de la Unión Europea.

─Precisamente la UE mira España asombrada por estos manejos, que apenas pueden camuflarse como intentos de reconciliación entre españoles, porque al cuarto de hora salen los catalanes desmintiendo su buena fe y diciendo aquello de que lo volverán a hacer.

─Además, el gobierno ha de enfrentarse con los poderes judiciales a causa de su sometimiento a estos tipos y sus intentos de dejar a los jueces fuera de sus propias atribuciones.

─¿Cuándo se nos estropeó España, Pa?

─Quizá el error principal fue no llegar a un pacto entre las fuerzas mayoritarias y moderadas tras las elecciones y, sin embargo, PS optó por constituir un bloque insostenible con la extrema izquierda y los nacionalistas separatistas.

─Es difícil adivinar a dónde quiere llegar el señor Sánchez.

─Pues la mayoría de españoles intuyen que la pasión del poder ciega a ese individuo ególatra en el que la autocrítica no existe, aunque en su más que previsible caída arrastre a todo su partido.

─¿Tú crees que puede arruinar a todo su partido?

─De eso hablaremos otro día, pero te avanzo que yo veo el futuro y para esa institución es de color más bien oscuro… por culpa de ese tal PS.

─Entonces la receta de los que aspiran a un gobierno sensato y eficaz es relativamente sencilla.

─Así es. Se trata de refugiarse la Constitución, dirigirse a los emprendedores y los autónomos con el catecismo del liberalismo en la mano para apoyar el esfuerzo y el mérito en esta sociedad que ha sido convertida por este gobierno pseudocomunista en el paraíso de las prebendas y las subvenciones. Se trata de reconstruir una estrategia ilusionante para aquellos que creen de verdad en una nación llamada España.