Opinión

Cantores de la Primitiva Pasión “Federico Rogel” de Orihuela

Existen en Orihuela dos magníficos grupos de Cantores de la Pasión, uno fundado en 1927, y el otro denominado Grupo Cantores de la Primitiva Pasión “Federico Rogel”, que se instituyó en 1953 al recuperarse las partituras del oriolanísimo Canto de la Pasión que compusiera don Federico Rogel Soriano en 1880, basándose en un antiguo códice del Convento de San Gregorio, y que no se representaba desde su fallecimiento en 1915. Por razones obvias —ya que, modestamente, fui uno de los componentes del segundo de los mencionados—, me voy a referir a él.

Mi ingreso en dicho grupo fue así: Una desapacible tarde, al comienzo de la primavera de 1955, me encontré en la calle del Ángel con mi gran amigo de siempre Pepe Bas García, tras saludarnos me dijo que se dirigía hasta Santa Justa para ensayar en el Grupo de la Pasión, me convenció para que le acompañase, una vez allí, el director don Juan Pedro Muñoz me hizo unas pruebas y me colocó en la cuerda de bajo. Casi sin darme cuenta me vi cantando la Pasión hasta 1959 que me ausenté de Orihuela para realizar mi servicio militar como voluntario.

Obviamente, han pasado muchos años y los recuerdos se difuminan en la memoria, el grupo ha mejorado en calidad y número de componentes, pero no me resisto a hacer mención de algunos nombres de aquellos pioneros; todos grandes voces como: Antonio Picazo, Antonio Vicea, Pepe Bas, José Antonio Parra, Faustino Cayuelas, Joaquín Martínez Zambudio (tenor oriolano), Hermenegildo Conejero, Luis Boné, y otros cuyos nombres no recuerdo, pero no por ello menos importantes.

“El Canto de la Pasión”, esta impar pieza musical, que hace llorar por dentro el alma de cualquier oriolano y que tan arraigada está al espíritu del pueblo, es interpretado por este Grupo de la Primitiva Pasión “Federico Rogel” de forma magistral, —sin desmerecer en absoluto el otro grupo de cantores que dirigía en aquella época el polifacético Pepe Rodríguez—. Su letra desgarrada junto a sus compases bruscamente cortados como con un hacha, hace que esta melodía sea un auténtico grito de dolor por la Pasión del Señor.

Un día especial para mí fue el 17 de marzo de 2011, cuando tuve el honor de presentar el libro oficial de Semana Santa en el Auditorio de la Lonja y, con tal motivo, intervino el Grupo de Cantores de la Primitiva Pasión “Federico Rogel”. Cuando comenzaron a entonar el Jueves Santo... se me pusieron los pelos como escarpias y mi mente comenzó a rememorar aquellos años, el que esto les escribe apenas era un adolescente y asistía a los primeros ensayos junto a la pila bautismal de la Iglesia de las Santas Justa y Rufina, donde se comenzaba a fraguar este grupo, como digo anteriormente, bajo la dirección de don Juan Pedro Muñoz. Éramos todos de diversas edades y ocupaciones, pero teníamos una cosa en común: nuestro gran amor por Orihuela y sus tradiciones.

Los días tradicionales en los que el Grupo de Cantores de la Primitiva Pasión “Federico Rogel” intervienen con el Canto de la Pasión son las noches de finales de Cuaresma por calles y plazas. Ante el Cristo del Consuelo en la procesión denominada del “Silencio”, y en la procesión del Santo Entierro con el canto del Stábat Mater en el interior de la Catedral y en varios puntos de su recorrido.

Es ya conocido que la Semana Santa de Orihuela es declarada Bien de Interés Turístico Internacional desde el año 2010. Pero, quizás no sea tan conocido que el Canto de la Pasión en Decreto 205/2019, de 7 de octubre, el Consell, declara Bien de Interés Cultural Inmaterial el Canto de la Pasión de Orihuela, así como en 1990 le fue concedida la Medalla de Plata por el Excmo. Ayuntamiento de la Ciudad, además de otras muchas y merecidas distinciones.