Municipalismo con nombre de mujer

Solo cinco municipios de más de 20.000 habitantes de la provincia tienen alcaldesas

Loreto Serrano, alcaldesa de Santa Pola.

Loreto Serrano, alcaldesa de Santa Pola. / AXEL ALVAREZ

M. Vilaplana

M. Vilaplana

Santa Pola, Calp, Petrer, Crevillent y Almoradí. Son los únicos cinco municipios de la provincia de los 26 que tienen más de 20.000 habitantes que contarán con alcaldesas en este mandato. Las propias protagonistas ponen el acento en que lo importante, más allá del género, es la capacidad, aunque reconocen que a las mujeres les cuesta más dar el paso y que tienen mayores dificultades de conciliación familiar.

«Podemos parecer todavía pocas, pero las mujeres hemos avanzado mucho en política y, además, hemos demostrado sobradamente que somos capaces de gestionar». Así se expresa Loreto Serrano, alcaldesa de Santa Pola por el PP, que acaba de renovar mandato con mayoría absoluta. Y para ilustrar el avance registrado en los últimos tiempos, recuerda que en 1991, cuando accedió por primera vez al Ayuntamiento de su municipio, «yo era la única mujer. Todos los demás eran hombres», enfatiza.

En su caso, explica que siempre ha contado con el respaldo del partido, tanto en el ámbito local como provincial, y que, por tanto, a nivel orgánico, no se ha encontrado con ningún tipo de traba. «Lo que hace falta -subraya- es que las mujeres se decidan». Aunque admite que pueden encontrar algún tipo de dificultad a nivel de conciliación familiar, algo que , afortunadamente, matiza, va perdiendo relevancia. «La gente joven cada vez es más consciente de que tiene que repartir y compartir las responsabilidades familiares», indica, para añadir a continuación que ella ya ha pasado a una segunda fase, «porque tengo una hija mayor que ya me ha hecho abuela, así que cuando saco tiempo me ocupo de mi nieta y también de mis padres».

Serrano, con todo, señala que no es partidaria de que en los partidos se fijen cuotas. Según sus palabras, «lo importante es la capacidad de las personas, independientemente de que sean mujeres u hombres. A mí se me ha valorado la gestión después de un mandato muy complicado por la pandemia, los problemas económicos y los temporales, pero no lo veo como un reconocimiento hacia una mujer, sino hacia una persona luchadora».

Se da la circunstancia de que las tomas de posesión en los ayuntamientos han venido a coincidir con el acuerdo entre el PP y Vox para el Gobierno de la Generalitat, que tanto está dando de qué hablar a raíz de la negación de los de ultraderecha de la violencia machista o de género, a lo que hay que sumar que este concepto haya sido sustituido en el pacto por el de violencia intrafamiliar. La alcaldesa de Santa Pola, con todo, asevera que «me da igual el nombre. Lo que se tiene quehacer es actuar y luchar contra este grave problema».

Lourdes Aznar, alcaldesa de Crevillent.

Lourdes Aznar, alcaldesa de Crevillent. / ANTONIO AMOROS

Con Vox, precisamente, ha pactado la nueva alcaldesa de Crevillent, Lourdes Aznar, del PP, para poder recuperar un municipio que en el último mandato había pasado a Compromís. No obstante, deja claro que este asunto no figura entre los que han sido objeto de negociación en el acuerdo municipal. Además, se muestra convencida de que, a nivel autonómico, «no va a haber pasos atrás. El PP lo tiene muy claro», asegura.

Lo suyo, por otro lado, ha sido llegar y besar el santo, dado que ha logrado hacerse con la vara de mando en las primeras elecciones a las que se presenta. «Me propusieron ir como candidata en noviembre, basándose en mi experiencia como interventora municipal en diferentes ayuntamientos», recuerda. Y reconoce que, al principio, no las tenían todas consigo, según sus palabras, «porque faltaba poco tiempo para los comicios y, además, me rompí el peroné faltando dos o tres meses, lo que supuso un contratiempo».

Pero las cosas, al final, salieron bien para ella, lo que demuestra, en su opinión, que lo que pesa no es el sexo de cada cual, sino la capacidad. «Hay personas válidas tanto en un lado como en el otro. Lo que importa es demostrar validez para ostentar cada cargo, y yo parece que doy el perfil», indica.

Aunque también reconoce que en estos momentos lo ha tenido más fácil. «Yo -explica- he podido desarrollar mi carrera profesional sin problemas, pero también es cierto que mis hijos ya tienen 25 y 22 años, y que ahora tengo más tiempo libre que cuando eran pequeños y tenía que estar más encima de ellos».

Ana Sala. alcaldesa de Calp.

Ana Sala. alcaldesa de Calp.

Una alcaldesa que lo ha tenido complicado a la hora de revalidar el cargo ha sido Ana Sala, de Calp, aunque por los problemas internos en su anterior partido, el PP, que decidió apostar por el exalcalde y expresidente de la Diputación, César Sánchez, como candidato. Ahora, tras las elecciones, Sala va a continuar como alcaldesa al frente de un partido independiente creado por ella misma como es Somos Calpe, y gracias a un pacto de gobierno con el PSPV y Compromís.

Así, destaca que, hasta lo sucedido en las semanas previas a los comicios, no había tenido ningún problema en su partido. «Nunca me había sentido ninguneada por el hecho de ser mujer», resalta. Aunque reconoce que la percepción cambió a raíz de que la apartaran como cabeza de lista. «Me sentí un poco como Isabel Bonig, a la que se cargaron tras hacer una labor encomiable, y también como Isabel Díaz Ayuso, que pudo reaccionar a tiempo porque contaba con la herramienta de la convocatoria electoral», recuerda. Así que, ya en ese momento, destaca, denunció que el comportamiento que tuvo el PP con ella «me pareció un poco machista. Estoy segura de que, si me hubiese llamado yo Carlos, Juanfran o César, no hubiese pasado esto».

Con todo, reconoce que las mujeres continúan siendo minoría en la política, algo que no sabe muy bien a qué atribuir. «En Calp, de ocho candidaturas que se presentaron a las elecciones, solo la mía estaba encabezada por una mujer. Así que es evidente que sucede algo. Quizá la política sigue atrayendo más a los hombres», se aventura a manifestar.

Y con relación al pacto entre el PP y Vox para gobernar en la Generalitat, Sala considera que la polémica sobre las políticas relacionadas con la mujer responden a una cuestión de semántica. «Mi sensación es que no van a cambiar las cosas, porque tengo claro que, si el acuerdo fuese negativo para las mujeres, no iban a durar mucho en el gobierno», asevera.

Irene Navarro, alcaldesa de Petrer.

Irene Navarro, alcaldesa de Petrer. / AXEL ALVAREZ

Mucho más crítica sobre este asunto es la alcaldesa de Petrer, la socialista Irene Navarro, que ha conseguido revalidar su mayoría absoluta en el municipio, y que carga contra los términos del acuerdo al que han llegado las formaciones de derecha. «Es lamentable -señala- que se niegue la violencia de género y que volvamos a discursos de hace más de veinte años, que pensábamos que ya estaban superados. Estamos hablando de lo que ya se conoce como el pacto de la vergüenza, porque no se pueden consentir políticas que perjudiquen a las mujeres, ni que se pongan en riesgo derechos que después cuesta mucho recuperar».

Respecto a su experiencia personal como política y alcaldesa, Navarro indica que todo han sido facilidades desde el principio en un partido que, recuerda, «fue el primero en implantar listas cremallera, precisamente para favorecer la presencia de las mujeres en las instituciones». Aún así, reconoce que todavía queda camino por recorrer. «Quizá -indica- en las mujeres siempre sobrevuela un exceso de responsabilidad, y también la capacidad que puedan tener para conciliar la vida familiar, teniendo en cuenta que la actividad política precisa de una dedicación al 100%». 

Y pone como ejemplo su caso, dado que es madre de dos mellizas de nueve años. Según recuerda, «nacieron siendo concejala en la oposición, y tuve que aprender a compatibilizarlo. Afortunadamente, y aunque se hace complicado, aprendí a hacerlo, algo que no hubiese conseguido sin el apoyo incondicional de mi familia, que se ha volcado siempre desde el primer momento».

María Gómez, alcaldesa de Almoradí.

María Gómez, alcaldesa de Almoradí. / Alex Dominguez

Por su parte, María Gómez, alcaldesa de Almoradí por el PP y diputada provincial durante el último mandato, también acaba de revalidar el cargo al frente del Ayuntamiento, y además con una mayoría absoluta. Y es optimista con relación a la participación de las mujeres en la política municipal. Así, recuerda que, «aparte de las que podamos ser en estos momentos, ha habido otras alcaldesas que nos han precedido en diferentes ayuntamientos de la provincia y que han desarrollado una labor encomiable».

Sobre el hecho de que todavía sigan siendo minoría, no acaba de tener clara la razón. Según sus palabras, «en el partido no hay ningún tipo de problema, porque tanto en mi caso como en el de las otras mujeres me consta que han contado con todo el respaldo. Lo que ocurre es que, a veces, cuesta dar el paso. Las mujeres me da la sensación de que nos lo pensamos dos veces, más que los hombres, y eso tiene luego su reflejo a nivel de representación».

Sobre el problema de la conciliación familiar, la alcaldesa de Almoradí destaca que ella tiene tres hijos, y que eso no ha sido impedimento para que haya estado trabajando desde que finalizó la carrera, antes de dar el salto a la política. «Al final -subraya- se trata de una decisión personal. Y ahora hay menos problemas, porque los hombres jóvenes ayudan cada vez más en todo».

María Gómez, asimismo, considera que el género no es una variable fundamental a la hora de obtener más o menos votos. «Lo que se valora es la capacidad de gestión. Y, por otro lado, los relevos en las alcaldías son a veces lentos, teniendo en cuenta que una persona puede ser cabeza de lista varias veces. Es cuestión de oportunidad».

Con relación al pacto en la Generalitat con Vox, la primera edil coincide punto por punto con sus compañeras de partido a la hora de señalar que «nosotros tenemos la política de igualdad muy clara, entre otras cosas porque suscribimos el pacto contra la violencia de género y contamos con una trayectoria que nos avala». Es por ello por lo que no duda a la hora de afirmar que «no va a haber problema alguno. El PP continuará trabajando activamente por las políticas igualitarias, y las mujeres no van a perder ningún derecho».