Alicante, la «rara avis» dentro del PSPV

La agrupación alicantina es la única que llega dividida al Congreso que la federación valenciana celebrará la próxima semana en Benicàssim

La sede de UGT en Alicante acogió el domingo la votación de la asamblea socialista

La sede de UGT en Alicante acogió el domingo la votación de la asamblea socialista / Alex Domínguez

Borja Campoy

Borja Campoy

Solo una de las grandes agrupaciones del PSPV-PSOE llega dividida al Congreso extraordinario que la federación valenciana celebrará entre el viernes y el domingo de la próxima semana en la localidad castellonense de Benicàssim para abrir de manera oficial su nueva etapa con Diana Morant al frente. Atendiendo a la trayectoria que viene protagonizando desde hace décadas es fácil deducir que la agrupación que llega a la gresca al cónclave socialista es la alicantina, donde este domingo se tuvo que celebrar una asamblea para votar a las dos candidaturas que se presentaron, y que reflejan la división interna, la formada por los «franquistas» y los «sanchistas» y la que encabeza la vicesecretaria general y exconcejala, Eva Montesinos, que ha unido sus fuerzas con la portavoz municipal, Ana Barceló y con otras familias del socialismo alicantino, como las que controlan Fonseca y López Berruti.

En toda la Comunidad Valenciana sólo se ha dado otro caso de división, aunque ha sido en un escenario de mucho menos protagonismo a nivel orgánico que el que tiene la agrupación alicantina. El otro foco de conflicto se ha dado en municipios de la comarca valenciana de Camp de Túria, en lo que se conocen como las «asambleas de restos». Es decir, agrupaciones menores que se unen para sumar los cuarenta militantes que dan acceso a un delegado. En esta comarca el conflicto se ha dado por una lista presentada por afines al secretario provincial de Valencia, Carlos Fernández Bielsa, que ha acabado cayendo ante otra elaborada por los próximos a Diana Morant.

Elche

De regreso a la provincia, la división en Alicante contrasta con la del resto de las agrupaciones, en las que la unanimidad se ha impuesto. El secretario provincial de Alicante, Alejandro Soler, encabeza la lista de Elche, en la que le sigue la concejala en el Ayuntamiento ilicitano y asesora en la Diputación, Gema Fos. El número «tres» es el diputado autonómico Ramón Abad. La posición que ocupa el representante en las Cortes Valencianas contrasta con lo acontecido en Alicante, donde los encajes que han tenido que hacer «franquistas» y «sanchistas» para confeccionar su lista han hecho que otra diputada autonómica, Marisa Navarro, no aparezca hasta la décima posición, lo que no ha pasado desapercibido entre los círculos socialistas de la provincia. En la lista de Montesinos también había un diputado autonómico, José Díaz, que ocupaba la cuarta posición, y al que desde este sector se le atisba recorrido en la agrupación salvo que los pactos le corten las alas.

Al margen de ser los únicos que llegan divididos al Congreso extraordinario del PSPV, las fricciones vividas en torno a la asamblea para designar a los delegados anticipan un nuevo escenario para los socialistas alicantinos. Al menos, así lo quieren Montesinos y Barceló, y por eso han unido sus fuerzas. Sabían que en la votación del domingo Franco iba a imponerse, como así sucedió, con el 69 % de los votos. Pero el 31 % de las papeletas que sumó el ahora sector crítico les permite exhibir su fuerza y señalar que algo se está empezando a mover en Alicante para plantar cara al hombre que lleva más de dos décadas manejando los hilos. «La agrupación está viva y un nuevo tiempo es posible», manifestó la propia Montesinos.

Cambio de rumbo

Una de las claves que manejan los críticos para mantenerse esperanzados ante un posible cambio de rumbo en el seno del partido es que para que la lista de Franco haya superado los dos tercios de los votos el exsenador se ha tenido que aliar con los «sanchistas», encabezados por María José Adsuar. Ambos sectores han protagonizado grandes enfrentamientos en los últimos años y ahora han tenido que unir sus fuerzas ante la amenaza que representaban Montesinos, Barceló y Fonseca. Si los «sanchistas» dieran otro volantazo y se volvieran a separar de Franco aumentarían las garantías de que el movimiento de cambio llegara a buen puerto. 

Para eso habrá que esperar aún. Más cercano en el tiempo se encuentra el Congreso extraordinario del PSPV de la próxima semana, a la que la provincia llegará con 145 delegados, un tercio del total, quienes representarán a los cerca de 6.000 militantes que el partido del puño y la rosa tiene en territorio alicantino.