Ojo con la alerta de los nutricionistas sobre la dieta de la sandía

Ahora que llega el verano cada vez más buscamos algún plan de alimentación o dieta que nos ayude a quitarnos esos kilos de más que arrastramos desde Navidad. Como bien sabes esto va un poco por “modas” pero hay que estar atentos a la hora de seguir este tipo de dietas y siempre consultar con un profesional sobre si es adecuada para ti o no.

La última dieta que se ha hecho muy popular es la dieta de la sandía. Ahora que esta fruta de temporada ya la podemos empezar a conseguir en nuestras fruterías parece que ha vuelto a la palestra.

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La dieta de la sandía es un plan de alimentación que consiste en consumir grandes cantidades de sandía durante un corto período de tiempo, generalmente de 3 a 5 días. Aunque la sandía es conocida por su alto contenido de agua, vitaminas y minerales, y su bajo aporte calórico, las opiniones de los nutricionistas sobre esta dieta son variadas. 

Dieta de la sandía: beneficios

Los nutricionistas coinciden en que la sandía es una excelente fuente de hidratación debido a su alto contenido de agua. Consumir suficiente agua es fundamental para mantener un buen estado de salud, ya que influye en la digestión, la eliminación de toxinas y el rendimiento físico y mental.

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Además, la sandía contiene vitaminas y minerales importantes, como la vitamina C, A, B6, potasio y magnesio. Los nutricionistas reconocen que estos nutrientes son esenciales para el buen funcionamiento del organismo y la prevención de deficiencias nutricionales.

Los contras de la dieta de la sandía

Por contra, la mayoría de estos profesionales consideran que la dieta de la sandía es demasiado restrictiva y monótona, lo que puede dificultar su seguimiento a largo plazo. Además, al centrarse en una sola fruta, esta dieta carece de la variedad y el equilibrio necesarios para cubrir todas las necesidades nutricionales del organismo.

Los nutricionistas advierten que la dieta de la sandía es pobre en proteínas, lo que puede provocar pérdida de masa muscular si se sigue durante un tiempo prolongado. Además, la rápida pérdida de peso asociada con esta dieta puede ser en gran parte debido a la pérdida de líquidos y masa muscular, en lugar de la grasa corporal.

Al ser una dieta extremadamente baja en calorías, existe el riesgo de sufrir un efecto rebote una vez que se vuelve a una alimentación normal. Los nutricionistas recomiendan en su lugar seguir un plan de alimentación equilibrado y sostenible en el tiempo, que promueva un descenso de peso gradual y saludable.

Si bien la sandía contiene nutrientes esenciales, la dieta de la sandía carece de otros elementos clave como proteínas, grasas saludables y ciertas vitaminas y minerales. Los nutricionistas advierten que seguir esta dieta durante períodos prolongados puede generar carencias nutricionales y afectar negativamente la salud.