¡Alerta, conductores! La DGT podría multarte por esta común maniobra en rotondas

Los conductores, como tú y yo, a menudo nos enfrentamos a situaciones complicadas y potencialmente peligrosas al surcar las intrincadas vías de nuestras ciudades. Como navegantes de asfalto, nuestra brújula debe ser siempre las normas de tráfico establecidas por la gran institución conocida como Dirección General de Tráfico (DGT). Esta entidad, consciente de nuestra sed de conocimiento y claridad, se ha volcado en redes sociales para disipar nuestras dudas, respondiendo a las preguntas que nos quitan el sueño y los puntos del carné.

Uno de los grandes misterios de la carretera, el enigma que nos hace sudar frío cada vez que nos acercamos a uno, son las rotondas. Sí, esas isletas circulares que nos encontramos en nuestro camino y que, a pesar de las lecciones aprendidas en autoescuelas, a veces nos generan más preguntas que respuestas. ¿Quién no ha dudado alguna vez al entrar o salir de una rotonda? Pues la DGT, con su sabiduría vial, ha decidido poner fin a nuestro tormento.

A través de Twitter, la DGT ha zanjado el debate de una maniobra que, a pesar de ser muy común, es ilegal. Me imagino que te preguntarás: ¿Puedo salir de una rotonda desde los carriles interiores? Pues la DGT, con la contundencia que caracteriza a los guardianes de nuestras carreteras, dice: "NO, como norma general". Y aclara que, para evitar choques con otros vehículos, debemos abandonar la rotonda desde el carril exterior derecho, siempre indicándolo con el intermitente. Sencillo, ¿verdad?

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Ahora, veamos la otra cara de la moneda. ¿Qué ocurre si desoyes el sabio consejo de la DGT y decides hacer de las tuyas en las rotondas? Pues prepárate, porque las consecuencias pueden ser bastante desagradables. Desde colisiones con otros vehículos que circulan correctamente, hasta multas que pueden hacer temblar tu economía.

La Guardia Civil, otro faro en nuestro camino hacia la seguridad vial, también nos ha dado valiosos consejos para dominar el arte de las rotondas. Desde ceder el paso a los vehículos que ya están en la rotonda, hasta respetar a los que tienen preferencia, sin olvidar que debemos salir siempre desde el carril exterior y utilizar el carril adecuado dependiendo de la salida que vayamos a tomar. Y si por alguna razón, como una caravana de vehículos en el carril exterior, no puedes cambiar de carril a tiempo para tu salida, no te preocupes. Dale otra vuelta a la rotonda, sin prisa pero sin pausa, y señaliza con el intermitente solo cuando vayas a salir.

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Ahora, imagina que un oficial de la ley presencia tu peculiar interpretación de las normas de las rotondas. ¿El resultado? Una multa de 500 euros que dolerá en tu bolsillo y la pérdida de seis puntos en tu carnet que dolerá en tu orgullo de conductor. Y eso sin contar con que tu maniobra podría ser considerada como conducción temeraria, con sanciones aún más graves. ¿Te imaginas perder tu libertad de conducción por una decisión apresurada en una rotonda? No suena nada atractivo, ¿verdad?

Entonces, aquí estamos, tú y yo, embarcados en esta aventura llamada conducción, navegando por mares de asfalto, enfrentándonos a islas circulares conocidas como rotondas. Y, aunque a veces puedan parecer laberintos confusos, con la guía de la DGT y la Guardia Civil, podemos convertirnos en verdaderos maestros de las rotondas.

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La clave es recordar siempre las reglas del juego. Ceder el paso a los navegantes que ya están surcando las olas de la rotonda, respetar a los que tienen derecho a continuar su trayecto, y no intentar tomar un atajo al salir desde el carril interior. Estas son las normas de oro que nos guiarán a salvo a través de cualquier rotonda que encontremos en nuestro camino.

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Y, aunque a veces pueda parecer tentador intentar ganar unos segundos ignorando estas reglas, recuerda: una multa de 500 euros y la pérdida de seis puntos en tu licencia de conducir no suena como un buen trato, ¿no crees? Y eso sin mencionar el riesgo de accidentes y colisiones. Así que, la próxima vez que te enfrentes a una rotonda, respira hondo, recuerda las reglas y navega con confianza. Porque, al final del día, llegar a nuestro destino de manera segura es lo más importante.

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Así que, querido conductor, te invito a que tomes las riendas, te pongas al volante y conduzcas con responsabilidad. Porque recuerda, cada vez que te sientas al volante, no solo llevas en tus manos el volante de tu coche, sino también la seguridad de todos los que compartimos la carretera contigo. Y, con las herramientas y conocimientos correctos, podemos hacer de nuestras carreteras un lugar más seguro para todos. ¡Nos vemos en la carretera!