Entrevista | Luigi Ferrajoli Jurista y filósofo

«La política de Europa contra los inmigrantes es una vergüenza y debería abrir sus fronteras»

El jurista italiano considera que «ha sido un regalo para Hamás presentar los últimos crímenes atroces en Israel como un acto de guerra y no terrorismo»

Luigi Ferrajoli con un ejemplar de uno de sus libros este lunes en Alicante.

Luigi Ferrajoli con un ejemplar de uno de sus libros este lunes en Alicante. / Hector Fuentes

J. A. Martínez

J. A. Martínez

Una Constitución universal para todas las naciones del planeta, que dote de contenido a las Declaración Universal de Derechos Humanos. El jurista y filósofo italiano Luigi Ferrajoli ha defendido este lunes en la Universidad de Alicante que su propuesta no es una utopía, sino la única salida posible. Este exmagistrado está considerado como uno de los filósofos italianos del Derecho más importantes de los últimos 50 años. De la mano del Instituto Interuniversitario de Desarrollo Social y Paz presentó UIGIs 

Pregunta: ¿Cómo está el mundo de cerca de conseguir esa Constitución de la Tierra? 

Respuesta: Obviamente no hay posibilidad de ser optimista. Sin embargo, es necesario distinguir entre lo improbable y lo imposible. Vivimos en el momento más dramático de la historia humana. Nunca en otro momento se ha producido el peligro del suicidio de la Humanidad por el cambio climático. El planeta podría quedar inhabitable en 100 o 150 años. Nos enfrentamos al peligro del holocausto nuclear. Así que lo que parece una utopía es la única respuesta realista. Depende la supervivencia de la vida. La verdadera utopía en pensar que se puede continuar devastando la naturaleza, hacer guerras, construir armas más destructivas, aumentar la desigualdad sin provocar catástrofes irreversibles.

«Estamos lejos de proclamar una Constitución de la Tierra, pero no es una utopía y es la única salida a esta situación»

P.: ¿Hemos retrocedido en derechos?

R.: Ha habido un retroceso del derecho, de la cultura jurídica. La política europea contra los inmigrantes es una verdadera vergüenza. Europa tiene un débito enorme frente al resto del mundo por cuatro siglos ha invadido, ocupado y depredado gran parte del planeta sobre la base del derecho de emigración. Ésta ha sido la base de la colonización, cuando la simetría se ha invertido y son desesperados de países pobres los que quieren venir. Está fracasando la identidad democrática de Europa, que debería hacer un ejemplo y abrir sus fronteras. En un mundo globalizado, en el que todo circula libremente, capital, armas, solamente las personas pobres no pueden. En cambio, los extranjeros ricos sí pueden viajar. 

P.: ¿Esta apertura de fronteras sería el primer paso para la Constitución universal?

R.: Los migrantes pueden ser el sujeto constituyente de un nuevo mundo, de la construcción de la Tierra. Por un lado porque prefigura un pueblo terrestre único, con muchas diferencias, basada sobre todo en la tutela de todas las diferencias, de lengua, de religión, de cultura, de nacionalidad. Pero también por otro motivo objetivo, ya que, sólo cuando la presión de los excluidos deviene irresistible, los países ricos son obligados a afrontar las causas de las inmigraciones con políticas de actuación de los derechos humanos que producirían un desarrollo económico en un continente como África. 

P.: ¿Cómo nos sitúan los últimos conflictos de Ucrania e Israel para conseguir esa Constitución de la Tierra?

R.: Son guerras diferentes. En Israel, hay que distinguir entre guerra y acto terrorista. La guerra es un conflicto entre estados. Ha sido un regalo a Hamas, que es una organización criminal, llamar guerra lo que ha sido un crimen feroz. Las respuestas que el Derecho ha preparado para ambas es distinto. A una guerra se responde con la guerra, a un crimen con el Derecho Penal. Ha sido un regalo inmenso al terrorismo que Bush calificara como un acto de guerra los horrendos atentados del 11-S y que provocaron como respuesta dos guerras con Afganistán y con Irak , con miles de muertos y que ha expandido el terrorismo por todo el mundo. Ha sido un regalo al terrorismo que quiere configurarse como guerra santa. La manera más eficaz para distinguir entre Hamas y dos millones de palestinos sería considerar el horrendo acto terrorista como actos criminales que requieren una identificación de los responsables. Es necesario que se evite una catástrofe humanitaria por la propia imagen democrática de Israel. Y desvincular a los israelíes de las decisiones que toma la derecha que los gobierna. Se trata de salvar la vida de personas inocentes y también por la identidad democrática de Israel. 

«Los derechos humanos no pueden ser proclamaciones vacías de contenido, sino que deben garantizarse»

P.: ¿Cómo se podría garantizar que se respetan los derechos de esa Constitución de la Tierra que usted está proponiendo? 

R.: Tenemos un embrión de Constitución del mundo, la carta de la ONU y otros documentos internacionales de declaración de derechos, pero que, sin embargo, son derechos que están faltos de garantías. Estos derechos deberían estar garantizados por una Corte Constitucional Internacional que no existe. La Carta de la ONU no son constituciones rígidas, pueden ser violadas y son violadas sistemáticamente por comisión, por las guerras, las dictaduras, o también por omisión como la falta de construcción de las garantías. Hay que establecer garantías de la libertad, los derechos sociales, la paz, el medio ambiente, prohibición de armas, abolición de los ejércitos. La política debería tener la ambición de emanciparse de su dependencia de la economía y proponer que se toma en serio tantas caretas constitucionales y aplicar valores de occidente, que no son valores sino trampas si no se garantizan. 

Suscríbete para seguir leyendo