Entrevista | José María Fernández Gil Ingeniero informático y director de la Unidad de Accesibilidad Digital de la UA

"La UA es un referente en España en tecnología para personas con discapacidad"

Apenas puede ver y su audición es del 50 % pero acabó sus estudios y trabaja desde la Universidad de Alicante en aplicaciones que faciliten la vida a estudiantes con discapacidad

José María Fernández Gil trabaja en la creación de aplicaciones que facilitan la integración de personas con discapacidad

Pilar Cortés

J. A. Martínez

J. A. Martínez

Desde la oficina de Accesibilidad de la Universidad de Alicante José María Fernández Gil trabaja en la creación de aplicaciones a través de las nuevas tecnologías que faciliten la integración de personas con discapacidad, un campo que entiende bien porque los sufrió en primera persona. Apenas puede ver y su audición el del 50 % pero eso no le impidió completar sus estudios y ser ingeniero informático. Cuando empezó a estudiar recuerda que cada asignatura era un nuevo reto y una nueva batalla. Gracias a la tecnología pudo romper barreras y hoy trabaja para que otros estudiantes con discapacidad también lo hagan  gracias a las nuevas tecnologías.

¿Cómo fue empezar en la Universidad?  

Empecé Ingeniería Informática en septiembre de 2003. La informática no era como ahora, ni había tantas tecnologías para seguir las clases. Con la ayuda de la gente de apoyo, pude estudiar, no sin muchos problemas. Cada asignatura era un reto. Porque, siendo una persona con problemas de visión, una carrera técnica sin ver la pizarra era muy difícil. Con la ayuda de una pizarra digital, pudimos ir poco a poco saltando todas esas barreras. No fue fácil, pero pienso que mereció la pena.

¿Ha conocido a más compañeros que en la misma situación? 

Cuando estudiaba Informática, íbamos a la misma clase tres estudiantes con problemas de visión. Muchas veces compartíamos clases de refuerzo, y ellos también utilizaban los mismos sistemas que utilizaba yo. 

¿Y ellos qué hacen ahora?

Algunos sí que acabaron los estudios, pero no todos. En informática hay mucho trabajo, y muchas veces no se termina la carrera porque te sale algo antes. Tardando más, con los apoyos, se puede hacer.  Para una persona con discapacidad es muy difícil que pueda hacerlo en cuatro años, cinco ya sería genial, y seis sería mejor. 

«Al principio, cada asignatura era una nueva batalla, pero con esfuerzo se puede y vale la pena»

¿Y de allí a trabajar en la Universidad?

En 2009, empecé una beca, en el Centro de Apoyo al Estudiante para intentar digitalizar los contenidos. Desde entonces, he pasado por diferentes etapas, hasta los dos últimos años, en que soy responsable de la Unidad de Accesibilidad digital. Estoy muy agradecido del apoyo institucional que tengo y muy contento de que la accesibilidad digital se tenga muy en cuenta ahora en esta Universidad. 

¿Cuánto tardó en completar la carrera?

Hice dos etapas. En la primera en ingeniería técnica de sistemas de 2003 a 2008, una carrera de tres años, la terminé en cinco, y luego hice la adaptación al grado de Ingeniería Informática y tardé otros dos años y medio, en terminar las asignaturas que me faltaban. Tardé más al principio, cuando no era todo tan accesible. Cuando ya todo estaba adaptado, tenía un expediente mejor.

¿Ha sido muy difícil?

En mi etapa estudiante, recuerdo que cada asignatura era una batalla, que requería aprender cosas nuevas de cómo podía adaptarme a ella para poder hacerla. No hay ninguna ciencia, es ir aprendiendo.

¿Han cambiado mucho las cosas a lo largo de estos años? 

Ha cambiado muchísimo desde que empecé. La tecnología ha dado un salto muy grande de computación. Con un teléfono puedes hacer una foto o escanear apuntes de tus compañeros, se puede procesar toda la información y pasar a un sistema de reconocimiento de voz. Hay presentaciones que los profesores comparten. Las habilidades de los profesorados también han cambiado, así como han mejorado el uso de herramientas. Sobre todo, el cambio que veo yo es que la accesibilidad de los productos y servicios de las tecnologías, se cuida más por las grandes empresas. En aquellos tiempos, cuando te comprabas un ordenador, para poder tener un ampliador de pantalla había que pagarlo aparte.La accesibilidad ha pasado de ser un añadido a ser una parte del producto. 

«La tecnología permite a las personas con discapacidad hacer cosas que antes no podían, hacer la compra, una transferencia o estudiar una carrera»

¿Qué podría mejorarse ahora mismo, para facilitar la accesibilidad?

En la educación pienso que aún se podría digitalizar todo un poquito más. Cuando las cosas se digitalizan, se reducen las brechas. Las presentaciones orales, los contenidos en pizarra. A través de sesiones compartidas de aulas virtuales, donde lo que estás explicando en la pizarra, lo escribes en una tablet y la persona que tiene problemas de visión, se conecta y puede seguir la clase. Si está digitalizado, se puede hacer reconocimiento de voz de las sesiones, para poder estudiar. Un problema que muchas veces tienen los estudiantes con discapacidad es que en general no toman buenos apuntes, porque estar intentando entender los conocimientos, ya es una tarea lo suficientemente compleja, por tus problemas visuales, auditivos, motrices, cognitivos, como para darte el lujo todavía de ponerte a escribir todo lo que estás haciendo.  

¿Cómo está ayudando la inteligencia artificial?

La inteligencia artificial va a ser como cuando llegó internet. Es una revolución muy grande que está empezando. Las bases teóricas se hicieron hace 40 o 50 años en informática, pero nunca había habido computación suficiente para poder entrenar esos modelos de inteligencia, y poder ejecutarlo. Para estudiantes con discapacidad podemos usar Chat GPT, para ponerles contenido de nuestras asignaturas. Pueden hacerle preguntas sobre ellos, que te hagan resúmenes, que te formulen preguntas de exámenes. Aunque no es solo para personas con discapacidad, para éstas es muy importante. Si tienes mucho material para una persona que tiene problemas de acceso a esa información, pues le vendrá mejor si se la puedes estructurar y hacer más asequible. Es como un asistente, un compañero tutor. Si todo estuviera digitalizado, como las clases grabadas, etc., te podría hacer resúmenes o transcripciones perfectas. No somos conscientes todavía de lo que viene.

¿Cuáles fueron las primeras aplicaciones que creó para la Universidad?

Una es ListenAll, que es de reconocimiento de voz. Todo lo que hablas se va reconociendo, utilizando el motor de reconocimiento de cada dispositivo, tanto de Android como de Apple. Es muy útil, incluso, pues, se utiliza en toda España. Durante la pandemia esa aplicación fue importante, porque las personas que leen los labios, con la mascarilla, no podían.También hicimos otra aplicación que se llama AbilityConnect que conecta dos dispositivos o varios. Un estudiante está tomando apuntes y los compañeros lo pueden estar viendo a la vez, con ampliación, cambiando el contraste de color, los tipos de fuente. También ese texto se puede leer por voz como un reproductor de palabras. Personas con baja visión o con dislexia la usaban como ayuda para tomar apuntes.

«La inteligencia artificial es una revolución muy grande que apenas está empezando»

¿Qué trabajo se ha hecho desde la Unidad de Accesibilidad Digital?

Desde que existe la unidad, hemos creado herramientas que faciliten tanto al estudiantado, al profesorado y al personal de la universidad a mejorar la accesibilidad digital. Una que hicimos y que está implantada y ha tenido mucho éxito, esta en principio solo para la Universidad de Alicante, es un comprobador de accesibilidad web. Al introducir la URL de cualquier página, te salen los errores de accesibilidad que tienen. Imágenes sin texto alternativo, orden de encabezado incorrecto, errores de contraste entre el color de texto y de fondo. Con eso hemos conseguido que los textos, en español y en valenciano, sean muy fáciles de comprender para personas que no son técnicas ni especialistas de accesibilidad, sino para cualquier gestor, cualquier técnico de la universidad pueda hacerlo. Esta herramienta al final era formación encubierta, porque cuando ya saben los errores, ya, posiblemente cuando estén editando otra vez, no los vuelvan a cometer.

Con inteligencia artificial, José María Fernández va a subtitular todo el archivo de vídeo de la UA.

Con inteligencia artificial, José María Fernández va a subtitular todo el archivo de vídeo de la UA. / Pilar Cortés

¿En qué se centran ahora?

Estamos terminando otra que está en proyecto piloto y podríamos lanzarla en febrero o marzo con el sistema de OpenAI, la empresa creadora de ChatGPT. Lo hemos integrado a un servidor y vamos a realizar los subtítulos de todos los vídeos de la Universidad de forma automática. El servicio de Informática de la U nos ha dado acceso a todos los vídeos y uisaremos un sistema automático para que los vídeos tengan subtítulos mediante un programa de reconocimiento de voz. Los modelos intentan dar una estructura a la frase, crear sus mayúsculas, puntos, puntos seguidos, todo. Un acta de una reunión del consejo de gobierno, la subes y automáticamente tendrás un Word con toda la transcripción. Si se grabaran las clases con el consentimiento del profesor y tener luego una transcripción para poder estudiar. En el futuro, podría conectarse con chatGPT y hacer un resumen o mejorarla. Es una herramienta disruptiva en la que tenemos mucha ilusión. Creemos que va a ser muy importante. Incluso puede reconocer varios idiomas.  La tasa de error es aproximadamente un 5%, por lo que tenemos un editor que permite corregirlos.

¿Es la UA pionera en este tipo de herramientas?

Yo creo que junto a nosotros la más avanzada es la UNED por motivos obvios, porque es a distancia y necesita todo lo digital. Ellos nos están preguntando por toda nuestra experiencia en el subtitulado porque somos capaces de completar en diez minutos procesos que tardan tres horas en un ordenador normal. Algunas universidades nos han llegado a preguntar que si lo podemos facilitar nuestro sistema. Por seguridad no les podemos dar acceso a toda nuestra infraestructura, pero si podíamos ceder el software en el futuro. Somos un referente en todo este tipo de tecnologías enfocadas a la accesibilidad. 

¿Otras universidades están usando alguna de las aplicaciones de la UA?

Hemos distribuido y compartido con todos, las que son gratuitas. De hecho, las recomiendan. Seguramente se podrán utilizar las nuevas también. 

¿Qué le diría a otras personas con discapacidad que no se atreven a empezar una carrera universitaria?

Pues yo pienso que, a ver, lo primero es que lo puedan entender perfectamente, sobre todo porque muchas veces he escuchado a muchas personas decir que, por ejemplo, cuando están en el bachillerato y lo terminan con muchísimo esfuerzo, porque como te he comentado al principio, esto es una lucha, cada día, cada asignatura. Hay muchas personas que se cansan de luchar, y dicen, bueno, ahora voy a estudiar una carrera de otros cuatro años, madre mía, luchando otros cuatro años, la pereza es difícil, pero yo diría que sí que merece la pena, sobre todo que sí que se puede.

«Hemos diseñado aplicaciones que facilitan la tarea de los estudiantes con discapacidad, para ellos es mucho más complicado tomar apuntes y entender lo que se explica en clase»

¿Es un buen momento para que se hagan universitarios?

En 2021 escuché en Puerto Rico a un conferenciante que decía que aquel era el mejor año para ser una persona con discapacidad. Yo diría ahora que 2023 es el mejor año para ser una persona con discapacidad, y 2024 será el mejor, y cada vez será mejor, porque habrá menos brecha. Si algo les gusta, si tienen pasión por algo, por la informática, por el derecho, por cualquier otra disciplina, que lo pueden hacer, ¿les va a costar? sí, mucho, pero bueno, a todas las personas les cuestan las cosas, no solo a las personas con discapacidad. Nada es gratis para nadie. Pero con tiempo, con esfuerzo, pues lo conseguirán, sobre todo ahora que tienen la tecnología. La tecnología mejora la vida para todas las personas, pero para personas con discapacidad les permite acceder a cosas como una transferencia en un banco, o hacer la compra que antes no podían por sí mismos. En la Educación pasa lo mismo, antes ver la pizarra y escuchar bien al profesor era más difícil. Ahora ya sí que es fácil, por eso pienso también que las personas con discapacidad tienen que obtener las competencias digitales lo antes posible. Si una persona con discapacidad pretende hacerlo todo oral y como en el siglo XX, eso ya no se puede. 

¿Se considera un modelo a seguir por otras personas?

Como un profesional de informática, creo que he puesto mucho esfuerzo y he conseguido muchas metas, muchas aplicaciones. Nunca he querido que se asocie mi discapacidad con mi parte profesional, pero sí que es verdad, que estoy muy orgulloso de que otras personas con discapacidad me vean como referente, como modelo. Creo que en ese sentido sí veo positivo que las personas con discapacidad tengan modelos, que tengan referentes de personas que, independientemente de los problemas que tuvieran de su discapacidad, llegaran lejos e hicieran cosas.