La dirección general del Agua de la Conselleria de Agricultura está impulsando un proyecto de reaprovechamiento de las aguas pluviales de Torrevieja y Orihuela Costa para que el regadío de las comunidades agrícolas del entorno de Torremiguel, San Miguel de Salinas y La Pedrera cuenten con nuevos recursos hídricos. El presupuesto que hay sobre la mesa, para una iniciativa todavía en sus primeros pasos, supera los quince millones de euros y procede de los fondos de recuperación de la Unión Europea.

Estas comunidades de regantes cuentan con concesiones del trasvase del Tajo limitadas, apenas 1.400 metros cúbicos por hectárea, desde que se puso en marcha el acueducto a principios de los ochenta -muy por debajo de las necesidades de recursos de las explotaciones agrícolas-, además de contar con agua desalinizada de la planta de Torrevieja pero con un coste por metro cúbico de 0,80 euros que no puede asumirse sin subvenciones públicas. Los agricultores de estas zonas han podido salir adelante gracias a la aportación de algo más de seis hectómetros cúbicos con los que cuenta por concesión de la Confederación Hidrográfica del Segura la Comunidad de Regantes de Torremiguel, del agua regenerada de la depuradora de Torrevieja.  

La idea es recuperar buena parte del agua de escorrentía que se genera en episodios de lluvia como el que acaba de culminar -con cien litros por metro cuadrado en cuatro días-, para incorporarlos a la reserva de agua regenerada que gestiona la Comunidad de Regantes de Torremiguel. ¿Cómo se haría? Captando los caudales de las principales zonas de acumulación, en torno a los colectores al aire libre improvisados por el Ayuntamiento de Torrevieja en el entorno de la CV-90 para evitar inundaciones, e impulsándola con bombeos hasta los embalses de las comunidades de regantes, situados junto a la depuradora.

Así, un proyecto que inicialmente se había planteado para llevar caudales depurados hasta las comunidades de regantes del entorno de La Pedrera podría resolver otros problemas: las inundaciones por lluvias torrenciales que todavía afectan a barrios completos de la ciudad como Doña Inés, Las Torretas, el polígono industrial Casagrande, viales como la avenida de Rosa Mazón y Delfina Viudes, o algunas zonas de la Torreta Florida aledañas a la laguna de Torrevieja. Y en el peor de los casos corta las carreteras N-332 -la circunvalación- y la propia CV-90 de Crevillent. Con esta actuación también se evitarían las enormes aportaciones de agua dulce que cada vez tienen mayor impacto ambiental sobre la laguna salada de Torrevieja, su hábitat y la actividad industrial de la salinera. La laguna siempre ha sido cuenca vertiente de las aguas de escorrentías. Pero el proceso de urbanización intensivo del entorno del humedal salino de los años setenta del pasado siglo y el hecho de que esas miles de viviendas carezcan de redes diferenciadas de colectores pluviales, provoca cada vez que hay lluvias torrenciales que el agua dulce llegue antes y en mayores volúmenes a la laguna, malogrando las cosechas de sal.

Instalaciones de la cooperativa agrícola Torremiguel junto a la depuradora de Torrevieja, en una imagen de archivo David Pamies

El proyecto de la Generalitat también contempla desviar aguas pluviales de escorrentía de Orihuela Costa, que generan todos los años problemas de vertidos al mar mezclados con aguas de la red de saneamiento. Sin red de pluviales los caudales en esta zona terminan en una red de alcantarillado que carece de capacidad para realizar el bombeo de toda esa agua mezclada y que termina buscando su camino, discurriendo en superficie y por las ramblas, hasta las playas y el mar.

Este martes el director general del Agua, Manuel Aldeguer, junto a técnicos de la administración autonómica y del Ayuntamiento de Torrevieja estuvieron realizando una visita sobre el terreno. La idea es que el proyecto básico y el de evaluación de impacto ambiental sea asumido por la Generalitat, y que su ejecución corra a cargo del Ministerio de Transición Ecológica (MITECO) a través de la Confederación Hidrográfica del Segura.

Plan de pluviales de Agamed

La propuesta de la Generalitat llega sin coordinación previa con el Ayuntamiento de Torrevieja, que tiene en cartera desde hace tres años el desarrollo de su propio plan de pluviales planteado a la empresa de gestión mixta del agua Agamed (participada mayoritariamente por Hidraqua, filial de la multinacional francesa Suez). Ese plan de pluviales dispone una red de cajones, colectores y tanques de tormentas y laminación -uno de ellos ya en construcción en Torrealmendros-, para asumir la escorrentía de las grandes zonas turístico residenciales, el polígono industrial y los principales accesos a Torrevieja desde el norte: CV-90, Cortes Valencianas y N-332. El presupuesto estimado es de más de treinta millones de euros.

Ahora la administración autonómica quiere conocer en profundidad el proyecto de pluviales del Ayuntamiento para tratar de integrar su propuesta con la municipal. En la iniciativa de Agamed el agua terminaría almacenada inicialmente en la red de tanques de tormentas y de laminación para evacuarse, como última opción de aliviadero, por el canal salinero del acequión a la bahía de Torrevieja, caso que el volumen de agua rebasase la capacidad de esas infraestructuras. La ejecución del plan de pluviales de Agamed está condicionado por la multinacional a que el Ayuntamiento logre amparar jurídicamente la ampliación de su actual concesión -que termina en 2028- sin mediar concurso, para amortizar así durante los 20 años de prórroga que solicita la inversión necesaria y sin repercutirla en las factura de sus 120.000 abonados.

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La red de saneamiento y alcantarillado de Torrevieja también sufre problemas de falta de capacidad con lluvias torrenciales. Algo que conocen bien los vecinos de Torreta Florida. El Ayuntamiento está reclamando a la entidad de saneamiento soluciones para dar mayor capacidad a sus colectores, en especial el que tiene que recoger las aguas de la cuenca vertiente a las salinas. Como los colectores no tienen el diámetro suficiente, los bombeos tampoco funcionan a pleno rendimiento y el agua residual con la de lluvia que se mezcla en la red terminan buscando su salida por superficie, anegando calles y el entorno de la laguna.