Orihuela consolida los restos del yacimiento de Los Saladares y ampliará su protección para hacerlo visitable

Finaliza la segunda campaña de excavaciones que ponen en valor un edificio ibérico y una vivienda orientalizante, y el Ayuntamiento y la Generalitat ampliarán la custodia a su entorno, lo que marcará los usos permitidos

El Consistorio avanza en la creación del Plan Especial y Director de la zona de la Edad de Bronce para datarla y delimitarla adecuadamente

Rubén Míguez

Rubén Míguez

Fenicios, griegos, íberos y pobladores de la cultura argárica fueron los moradores del yacimiento arqueológico de Los Saladares, el que se considera uno de los gérmenes de la actual Orihuela. El enclave, de la Edad de Bronce Final y que perduró en el Hierro Antiguo y se iberizó posteriormente (siglo IX al IV a. C), fue excavado en los años 70 con pocos medios y desde entonces no se había actuado, hasta que en 2021 se retomaron las excavaciones tras la adquisición de la zona en 2019 por parte del Ayuntamiento de Orihuela. Estos trabajos, que acaban de concluir en su segunda fase, darán a conocer la vida de los que fueron los primeros pobladores de Orihuela, gracias al convenio firmado con la Universidad de Alicante (UA).

Acaba de culminarse la segunda campaña de actuaciones en el yacimiento, que es Bien de Interés Cultural (BIC), y está previsto que en un futuro se musealice y sea visitable. Para ello, el Ayuntamiento pretende incidir en aspectos legales importantes para la conservación del yacimiento como son la complementación del BIC y la redacción de un Plan Especial de Protección, tal y como establece la ley del Patrimonio Cultural Valenciano.

Visita al yacimiento de Los Saladares de la Edad de Bronce.

Visita al yacimiento de Los Saladares de la Edad de Bronce. / Tony Sevilla

Aunque Los Saladares ya está protegido como BIC, el Consistorio y la Generalitat pretenden ampliar esta protección también a su entorno, lo que marcará los usos permitidos en él y en el propio yacimiento. "Si además viene acompañada de la redacción de los planes especial y director, el proyecto estaría cerrado y será todo un ejemplo para seguir", ha expresado el jefe del Servicio Territorial de Cultura, José Antonio López.

"La investigación arqueológica es muy importante desde el punto de vista científico, pero su puesta en valor lo es más porque supone la justificación del dinero público que repercutirá en la sociedad oriolana", ha añadido López durante la visita a este yacimiento.

Basurero de hace cientos de años

La segunda campaña, realizada este año, ha consistido en terminar algunas cuestiones planteadas en la primera fase. Así, en la zona alta se ha terminado de excavar la vivienda del Bronce Final y se ha descubierto, por debajo de ella, un basurero de cronología ligeramente anterior. En la zona baja se ha terminado de excavar la vivienda orientalizante, delimitándola completamente. 

Pero las actuaciones más importantes han sido las de protección y consolidación de los restos arqueológicos. Se ha protegido totalmente la zona excavada situada en el bancal inferior y se ha consolidado el edificio ibérico de la zona alta, trabajos estos últimos que han corrido a cargo de la empresa Alebus. Para el conjunto de las actuaciones, que han supuesto una inversión de 18.148 euros, se ha contratado a la Universidad de Alicante.

Vista aérea del yacimiento de Los Saladares y de su entorno, donde hay varios cultivos.

Vista aérea del yacimiento de Los Saladares y de su entorno, donde hay varios cultivos. / Tony Sevilla

Con esta actuación se inicia la consolidación de las estructuras de una parte importante del yacimiento de cara a su puesta en valor, y en sucesivas campañas se irán documentando y consolidando nuevas estructuras arqueológicas.

Las concejalías de Patrimonio Histórico y Medio Ambiente, que dirigen Matías Ruiz y Noelia Grao, respectivamente, han anunciado que uno de los objetivos será la complementación del BIC con la redacción del Plan Director. En la visita han estado acompañados, además de por el jefe del Servicio Territorial de Cultura de la Generalitat, por Isabel Beltrán Rico, directora del Secretariado de Estructuras para la Investigación de la UA, por Alberto Lorrio, director de la excavación y catedrático de Prehistoria de la UA, por María del Carmen Sánchez, arqueóloga municipal, y por el arqueólogo Emilio Diz. 

Una de las viviendas que se han excavado.

Una de las viviendas que se han excavado. / Tony Sevilla

Un yacimiento por 54.490 euros

El Ayuntamiento de Orihuela adquirió en 2019, por 54.490 euros, la parcela en la que se ubica el yacimiento arqueológico de Los Saladares, de 10.000 metros cuadrados. El yacimiento es una zona protegida catalogada como Bien de Interés Cultural (BIC), monumento histórico-artístico y arqueológico de carácter nacional, pero a pesar de su importancia y de contar con protección estricta en el Plan General de Ordenación Urbana de Orihuela ha sido objeto de múltiples agresiones mediante el abancalamiento para su uso agrícola y la extracción de gravas.

Protección de una de las casas excavadas en la parte baja del yacimiento.

Protección de una de las casas excavadas en la parte baja del yacimiento. / Tony Sevilla

Unos trabajos que fueron paralizados en varias ocasiones por el Ayuntamiento, lo que no impidió que el yacimiento llegase en 2019 en muy mal estado de conservación. Esto motivó su compra por parte del consistorio oriolano.

Se localiza en el paraje conocido como «Los Cabecicos Verdes», entre las pedanías de Arneva y Desamparados. Se trata de un importante poblado, situado en las laderas de un pequeño cerro, cuyo origen está en el Bronce final, y que perduró en el Hierro Antiguo y se iberizó posteriormente.

Gran importancia científica

Tiene una gran importancia científica al ser uno de los primeros yacimientos en el que se pudo investigar el proceso de iberización y valorar cómo las influencias coloniales, fenicias primero y griegas después, son asimiladas por los pueblos indígenas y acabaron originando la cultura ibérica. Su cronología abarca desde el siglo IX al IV a. C.

En 2020 se redactó un Proyecto de Investigación del yacimiento arqueológico, dirigido por el catedrático de Prehistoria de la Universidad de Alicante, Alberto Lorrio, y financiado por la Concejalía de Patrimonio Histórico del Ayuntamiento de Orihuela, que contempla la realización de cuatro campañas arqueológicas y de consolidación. 

El yacumiento se encuentra ubicado encima de un montículo.

Vista aérea del yacimiento arqueológico de Los Saladares en Orihuela, donde se ha consolidado y se ha consolidado el edificio ibérico de la zona alta. / Tony Sevilla

En 2021 se realizó la primera fase con importantes resultados científicos. En la parte alta del yacimiento se reexcavó un importante edificio ibérico fechable en el siglo VI o V a.C. y una cabaña del Bronce final datada en el siglo VIII a.C.

Y en la parte baja se documentó la mayor parte una vivienda orientalizante con hogar central del siglo VII a.C. y una esquina de una vivienda ibérica fechada entre los siglos IV-III a.C.

Germen

Los Saladares es uno de los gérmenes de Orihuela, junto al yacimiento de San Antón y el del Seminario. Su situación, en lo alto de un cerro desde donde se puede divisar gran parte de la Vega Baja, de la vega murciana y de la ciudad de Orihuela, hizo que durante cinco siglos distintos pobladores ocuparan estos terrenos situados cerca del río Segura y muy prósperos también para la agricultura.

Aquí habitaron algunos de los primeros pobladores de lo que sería Orihuela.

Aquí habitaron algunos de los primeros pobladores de lo que sería Orihuela. / Tony Sevilla

El yacimiento fue encontrado en 1968, por casualidad, por unos chavales que jugaban al fútbol junto al cabezo y fue excavado en los años 70 del siglo pasado por Oswaldo Arteaga y María Rosa Serna. Fruto de esos trabajos fueron la localización de varios departamentos de lo que eran casas en su época y, sobre todo, de objetos como vasijas, cerámica, tinajas o vasos, que se conservan en diferentes museos. Desde entonces no se habían llevado a cabo trabajos de excavación en la zona hasta 2021, siendo el BIC de Orihuela menos conocido.