Entrevista | Alfonso Ortuño Caricaturista, Hijo Predilecto de Orihuela

«El discurso que estoy preparando será cachondo, lo que más me fastidia del mundo es la seriedad»

Ha realizado más de 10.000 caricaturas, sobre todo de políticos

Son muy recordadas sus intervenciones en las tertulias políticas radiofónicas en Antena 3 Radio y sus caricaturas en TVE

Su humor nunca lo pierde y dice estar agradecido por el nombramiento como Hijo Predilecto de Orihuela: «de mi pueblo, que no es ninguna tontería», señala  

Ortuño con una de sus caricaturas preferidas, la de Gaspar de Guzmán y Pimentel, descubridor de Velázquez.

Ortuño con una de sus caricaturas preferidas, la de Gaspar de Guzmán y Pimentel, descubridor de Velázquez. / Rubén Míguez

Rubén Míguez

Rubén Míguez

Nos recibe en su casa de Torrevieja, donde está afincado este oriolano de pro que lo será aún más tras ser aprobado su nombramiento como Hijo Predilecto de Orihuela. Alfonso Ortuño (Orihuela, 1942) no pierde en ningún momento ese ácido y divertido sentido del humor que le caracteriza.

Le acompaña su mujer, Mari Ángel, y su hermana Patrito. Nos enseña algunas de sus obras, como el cuadro de nobles y plebeyos en el que ha retratado a los personajes más conocidos que pintó Velázquez, pintor por el que siente devoción y hay pocas cosas que no sepa de él, tanto las confesables como las inconfesables.

Las llamadas a su móvil para felicitarlo interrumpen la entrevista a cada momento, y en la calle le van parando a cada paso que da. Camina despacio, por la artrosis, nos dice, aunque señala contundente que la única artrosis que le preocuparía «es la del cerebro»

Ortuño con el cuadro homenaje que hizo a Velázquez con la mayoría de los personajes que pintó, y que preside su salón.

Ortuño con el cuadro homenaje que hizo a Velázquez con la mayoría de los personajes que pintó, y que preside su salón. / Rubén Míguez

¿Fue una sorpresa cuando se enteró de que iba a recibir este reconocimiento?

Me llamó el alcalde, Pepe Vegara, para sugerírmelo, y me pareció muy bien, muy contento. Lo único es el follón de llamadas y de teléfonos que llevo, que no estoy acostumbrado. Es una de las cosas más importantes que me han pasado, Hijo Predilecto de mi pueblo, Orihuela, que no es ninguna tontería. Si te nombran Hijo Predilecto de Nueva York pasa más desapercibido. Me preguntan si estoy contento, eso es una de esas preguntas gilipollas que se oyen muchas veces cuando a alguien le preguntan eso tras tocarle 10 millones en la lotería. Pues claro que lo estoy, y agradecido. Demuestra que no me han ignorado. Antes era un tonto cualquiera, y ahora soy un tonto importante (ríe).

¿Prepara ya el discurso para el acto de su nombramiento como Hijo Predilecto que, previsiblemente, será el 20 de enero?

Sí, lo estoy preparando ya. Va a ser cachondo. Solo puedo adelantar que empezaré diciendo que lo primero que me enseñaron en el colegio fue a sonarme los mocos. Lo que más me fastidia del mundo es la seriedad. 

"Me gustaría que me recordaran como humorista, en mi epitafio pondría: Ríanse un poco, que yo no puedo"

Alfonso Ortuño

¿Cómo empezó su exitosa carrera como dibujante y caricaturista?

Había hecho algunos amigos en Madrid en ambientes periodísticos y aprovechando esto cogí un álbum de caricaturas que tenía y dibujos y los llevaba a los periódicos a ver qué les parecía. Me decían todos que estaban muy bien, pero que tenían todo cubierto y que dejara mis señas, y ya te avisaremos. Y con esto llegó el venturoso día en que pude entrar en los Servicios Informativos de Televisión Española y empecé a sacar caricaturas. Todos los periódicos y revistas que me dijeron que ya me llamarían, me llamaron ese mismo día. Entré en televisión gracias a un gran amigo, Manuel Martín Ferrand, que tenía amistad con él al ser el director del periódico en el que empecé, «Nivel», que se cargaron el mismo día que salió, lo borraron del registro de empresas periodísticas porque era «El País», pero diez años antes de que se fundara, y eso el régimen no lo aguantó de ninguna manera. Le dijeron de sustituir a Jesús Hermida en el Telediario de la mañana y lo llamé para preguntarle si había hueco para mí. Fui un día y me dijo de hacer una caricatura de los candidatos de las elecciones de Colombia. Y una noche llegó el director de informativos, que era Rafael Ramos Losada, y le preguntó a Manolo por las caricaturas, y Manolo le dijo "son de Alfonso, que es de Orihuela". Yo estaba asustado, pero le encantaron. Aunque ganaba mucho más en las revistas del corazón, como «Hola» o «Diez Minutos».

Siempre ha llevado con orgullo el ser oriolano...

Mi amigo Salvador Jiménez, que era uno de los mejores escritores que he conocido, decía que en mi casa en Madrid, en la terraza, te asomabas y se veía Orihuela. Aunque una vez vinieron unos cubanos a mi casa, de «La Nueva Trova Cubana», y dijeron que lo que veían desde la terraza era La Habana vieja. Así que dependía de la calidad de lo que nos hubiéramos bebido el ver Orihuela o ver Cuba (ríe). 

«El nombramiento demuestra que no me han ignorado, antes era un tonto cualquiera y ahora soy un tonto importante»

Alfonso Ortuño

— Caricaturista, Hijo Predilecto de Orihuela

¿Qué es lo que más le gusta de Orihuela? 

El pueblo en sí. Su paisaje y el clima. Estamos en la más venturosa geografía, como decía Miguel Hernández. Pero a mí lo que más me llama la atención, que ni Dios sabe por qué está eso ahí, es el cuadro de Velázquez «La Tentación de Santo Tomás de Aquino», del Museo Diocesano de Arte Sacro de Orihuela. Y el órgano de la Catedral, o las obras que hay en Las Salesas. El cuadro de Diego Velázquez es una joya, es un Velázquez de la buena época suya, cuando vino de Italia. 

Alfonso Ortuño le da unos trazos para retocar una de sus caricaturas en el estudio que tiene en su casa en Torrevieja.

Alfonso Ortuño le da unos trazos para retocar una de sus caricaturas en el estudio que tiene en su casa en Torrevieja. / Rubén Míguez

Es un gran admirador de Velázquez...

He hecho dibujos, caricaturas y chistes. Es el pintor de los pintores. Le admiro por la luz. Si te quedas mirando la cabeza de la infanta Margarita, la pequeña de Las Meninas, parece que está pintado con luz, como decía Octavio Paz. 

¿Cuál es el personaje que más te ha costado dibujar?

Muchos, todos los que carecen de imperfecciones, que es donde te apoyas siempre para una caricatura, como quien tiene una narizota o es un calvorota, como yo (ríe). Habré hecho más de 10.000 caricaturas. Cuando hice la baraja política de Fournier, hay caricaturas de dirigentes de todo el mundo. Pero, lo alucinante, es que siendo una baraja española hecha por un español y editada por una empresa española, estaban todos los personajes políticos del mundo, pero no había ningún español. Y es que el jefe del Estado era Francisco Franco y estaba prohibido hacer caricaturas suyas. Fue surrealista, porque la mujer de Franco, Carmen Polo, dijo que de Paco se podía haber puesto una fotografía. Hubiera sido un ridículo en Europa entera. Lo que me cabreó es que no saliera ningún español siendo la obra de mi vida, 104 caricaturas de todos los personajes políticos más importantes del mundo, menos el español.

¿No hizo entonces nunca una caricatura de Franco?

Sí, hice muchas. Pero se publicaron después de muerto. No me iba a jugar la vida por una caricatura. A mí me tenía por rojo todo el mundo. 

Algún político se habrá cabreado por sus caricaturas... 

Alguno hay. Muchos tienen sentido del humor, como Santiago Carrillo, y otros menos, como Fraga, que le hice una caricatura y el periódico había convenido enviársela para ver qué le parecía y solo envió una tarjetita que ponía «ese no soy yo». (sonríe)

«Una de las cosas que menos me gusta de Orihuela es que sigue habiendo mucha reverencia, no me veo de Caballero Cubierto»

Alfonso Ortuño

— Caricaturista, Hijo Predilecto de Orihuela

¿Qué político es el más retratado por usted?

Felipe González. Le habré hecho más de 50 caricaturas; es que ha estado mucho tiempo (ríe). También al rey Juan Carlos. Y sé que el rey Felipe tiene colgada una caricatura que le hice de pequeño, me lo han dicho quienes han ido a su residencia.  

Uno de los cuadros que ha pintado sobre Orihuela.

Uno de los cuadros que ha pintado sobre Orihuela. / Rubén Míguez

¿Tiene la gente la piel más fina ahora?

Sí, y se cabrean por nada. Yo del sentido del humor intento no perder ni un ápice. 

¿Qué es lo que menos le gusta de Orihuela?

Que en Orihuela no saben lo que tienen en cuanto al patrimonio, y eso que ahora se ha avanzado bastante. Hace unos años, incluso, había unos zagales que limpiaban con un plumero el cuadro de Velázquez que está en Orihuela. Otra cosa que menos me gusta es que sigue habiendo mucha reverencia (señalando un cuadro suyo con curas en un entorno muy oriolano que tiene en su casa).

"Ahora la gente tiene la piel más fina; antes había mucha más inteligencia en la política"

Alfonso Ortuño

— Caricaturista, Hijo Predilecto de Orihuela

Llega lo de Hijo Predilecto, tras ser Síndico, uno de los más recordados...

Querían hacerme Caballero Cubierto, y una persona que quiero mucho, Manolo Gallud, que era concejal, dijo que a mí eso no me iba a gustar, y dijeron que si ser Síndico, y dijo que eso, sí. Y así es, no me veo de Caballero Cubierto, con una chistera en una procesión de Semana Santa con una bandera en la mano, no he venido a este mundo para eso. 

¿Cuál es la caricatura a la que tiene más cariño?

La que hice cuando se cargaron al presidente de Chile, Salvador Allende. Era su cabeza arrancada del tronco.  

Alfonso Ortuño en su casa.

Alfonso Ortuño en su casa. / Rubén Míguez

¿Ha cambiado mucho la política ahora?

No, lo de siempre, se trata de colocarse en buena posición. Dicen que la política es el arte de gobernar, y yo no lo veo. Estuve en el Partido Comunista de España, tenía el carné del PCE por aquí, pero lo he perdido, seguro que si viene un comisario de estos a hacerme un registro lo encuentra (ríe). Y después me fui de militante al PSOE, ese carné sí que creo que lo tengo por aquí. Y antes, eso sí, había mucha más inteligencia en la política. Ver, por ejemplo, la moción de censura de Tamames con Vox, cuando había sido un destacado comunista, te dan ganas de llorar. 

¿Cómo le gustaría que la gente le recordara?

Sobre todo, como humorista. El humor es lo más importante de la vida.

¿Qué pondría en su epitafio?

Ríanse un poco, que yo no puedo.