ORIHUELA

Once artistas pintan 17 nuevas fachadas en la décima edición de los Murales de San Isidro

Orihuela muestra la vida y obra de Miguel Hernández con un museo vivo que toma las calles para reivindicar su identidad cultural y la creación colectiva en unos actos emblemáticos que aúnan poesía, teatro, música y pintura

Orihuela: Fiesta en el barrio y memoria para Miguel Hernández en los Murales de San Isidro 2024

D. Pamies

Loreto Mármol

Loreto Mármol

El barrio de San Isidro, en Orihuela, se ha vuelto a convertir en un museo al aire libre con sus murales dedicados a recuperar la vida y obra de Miguel Hernández, con una buena dosis de alegría, poesía, teatro, música y pintura.

Los actos, que arrancaron el viernes y finalizan el domingo en esta X edición de los Murales de San Isidro, tienen como eje restaurar de la mano de 11 participantes 17 fachadas que se han ido deteriorando con el paso del tiempo.

Para ello, el Ayuntamiento ha invertido 47.000 euros en obras y suministro de materiales y pinturas más 9.000 para cubrir las necesidades técnicas para llevar a cabo los siete conciertos programados durante esta celebración tan representativa en el municipio.

Coincidiendo en esta ocasión con el Día Internacional de los Museos y las fiestas del barrio que lleva por nombre al patrón de los agricultores, el museo cobra vida en la calle representando una parte de la identidad cultural de Orihuela fruto de la creación colectiva.

Vecinos contemplan la bonita estampa durante el concurso en honor a Miguel Hernández

Vecinos contemplan la bonita estampa durante el concurso en honor a Miguel Hernández / Joan Pàmies

Una expresión viva de arte urbano que hunde sus raíces en mayo de 1976, reflejando en aquella ocasión un ambiente de transición, cuatro meses después de la muerte de Franco, cuando se realizó el homenaje de los pueblos de España al poeta del pueblo, condenado por la dictadura a morir en la cárcel, para rescatarlo del olvido y la clandestinidad.

Fue entonces un homenaje, además de cultural, también político y democrático que se pudo realizar pese a la represión de protestas y manifestaciones en otras localidades cercanas y a que las autoridades controlaron los accesos a la ciudad dejándola prácticamente aislada.

En esta insólita iniciativa participaron profesores, estudiantes, asociaciones culturales y colectivos ciudadanos, además del público asistente.

La pintada de murales fue todo un acontecimiento, un gesto artístico y poético subversivo que tuvo una gran significación que ha perdurado hasta nuestros días, en una experiencia que relacionó el arte y la poesía con la vida, de la misma manera que lo hizo Miguel Hernández en el tiempo y circunstancia que le tocó vivir, "en medio de las batallas" -escribió-.

Ya en 2012, el Ayuntamiento, de la mano de la concejala socialista de Cultura, Ana Mas, actual directora del IES Tháder, restauró algunos de los murales de 1976 y promovió la realización de otros con la colaboración de artistas locales y de aquellos que participaron aquel año. Junto con el aporte ciudadano se pintó el actual Guernica.

Diecisiete nuevos murales

En esta ocasión, se ha actuado en una superficie de 500 metros cuadrados, en las viviendas -los vecinos aportan el lienzo, las fachadas de sus casas- situadas en el triángulo entre las calles Previsión, Camino Viejo de Oriolet y la falda de la Sierra. 

De sol a sol, hoy, y el domingo hasta las 14.30 horas, se desarrolla la actividad central, con título de poema, porque "pintada está mi casa del color de las grandes pasiones y desgracias", mientras "el odio se amortigua detrás de la ventana".

Antes, el viernes, han acudido a su inauguración varios concejales -de todos los signos políticos-, tomando la palabra el edil de Cultura, Gonzalo Montoya (Vox), para destacar este "evento cultural emblemático que llena de color y arte las calles del barrio de San Isidro", pero que es "no solo una exhibición artística, sino también un homenaje a la obra de Miguel Hernández".

Intervención del concejal de Cultura, Gonzalo Montoya (Vox), en la inauguración

Intervención del concejal de Cultura, Gonzalo Montoya (Vox), en la inauguración junto con otros miembros de la corporación local / Información

Por su parte, el alcalde Pepe Vegara (PP), al igual que hizo en el acto de la Senda del Poeta, ha puesto en valor "la importancia de mantener viva la memoria de nuestro poeta y poder rendirle homenaje", esperando que haya muchas más ediciones y dejando atrás polémicas como la de la subvención a la Fundación Miguel Hernández.

Tal vez mañana "será la garra suave", pero hoy, como dijo el poeta, "dejadme la esperanza".