Todo se halla en la Fira de Tots Sants de Cocentaina

El certamen vive una nueva jornada multitudinaria, con visitantes llegados de lugares muy distintos que encuentran en este gran escaparate comercial cualquier artículo que busquen

Tras la pausa obligada del jueves por la tarde y el viernes por la mañana debido al viento, la Fira de Tots Sants de Cocentaina ha recuperado todo su vigor este sábado. Desde primera hora de la mañana, la villa condal se ha ido llenando de visitantes, que se han unido a los vecinos, quienes también desde muy pronto han salido a las calles para recorrer todos los espacios donde se desarrolla el evento. Una cita comercial ineludible que atrae a un público tan diverso y llegado de todas partes como numeroso, y en la que puede decirse que todos encuentran aquello que buscan.

Otra cosa, eso sí, es que puedan comprar aquello que les interesa. Es lo que le ocurre a Gervasio, vecino de Benidorm, que este sábado paseaba con calma por la zona de maquinaria agrícola. "Mi familia tenemos tierras en Albacete y estoy mirando una desbrozadora. Estas máquinas son una maravilla", afirmaba, lamentando al mismo tiempo no poder adquirirla por motivos económicos. Él es uno de los muchos visitantes asiduos de la Fira: "Es divina, encuentras de todo, y cosas muy prácticas además, aunque me gustaría que hubiera más maquinaria para el campo", señalaba.

Sensaciones parecidas tenía Guadalupe, que acudía desde Pinoso a pasar todo el sábado en la Fira junto con su familia, y que miraba acompañada de sus hijas un jacuzzi expuesto en la zona dedicada al hogar, la decoración y el bricolaje. "Hemos mirado más las piscinas, porque estamos pensando en hacernos una, pero esto les ha llamado mucho la atención a ellas", comentaba entre risas. Pese a la distancia que separa su pueblo de Cocentaina "venimos casi todos los años y pasamos todo un día aquí; nos gusta mucho, es que hay de todo", afirmaba.

Zona de automoción de la Fira.

Zona de automoción de la Fira. / JUANI RUZ

Mientras tanto, en la zona de automoción había quien encontraba el que iba a ser su nuevo coche, como Cristina, de Ibi. "Las ofertas que hacen aquí suelen ser interesantes, y nos ha gustado este", decía señalando el vehículo. "Solemos venir al menos un día, nos gusta recorrer toda la Fira, aunque este año hemos hecho una parada más larga aquí", comentaba. Por su parte, Nicolás, de Alcoy, observaba también los coches, como suele hacer siempre que acude al evento, aunque acostumbra también a venir siempre, "más que nada por el gusto de distraerme un rato".

Sabores y olores de la Fira

En el casco antiguo de Cocentaina es imposible mantenerse al margen de los aromas que desprenden los productos que se venden en las áreas del mercado medieval y el zoco islámico de la Fira. Quesos, embutidos, dulces, especias, tés, cervezas, jabones, perfumes, artículos de cuero... Las sensaciones olfativas, y las del gusto en el caso de aquello que se lleva al paladar, hacen muy agradable la visita y el paso por las angostas calles de la Vila y el Raval. Eso sí, el paseo a la vez cansa, por lo que nunca viene mal hacer un descanso y reponer fuerzas. La zona está repleta estos días de pequeños bares y teterías.

Un puesto de especias en la zona del zoco islámico.

Un puesto de especias en la zona del zoco islámico. / JUANI RUZ

En una de estas últimas hacían una parada a media mañana de este sábado Carolina y varios familiares suyos. Vienen de Ontinyent "todos los años, porque la Fira nos gusta mucho", sobre todo las zonas medieval e islámica. Además, "hay una programación muy amplia y variada de actos culturales", lo que hace aún más amena la jornada. "Siempre la recomendamos", indicaba.

Los visitantes son un gran elemento de difusión de la Fira, tanto por el boca a boca como por redes sociales. A través de estas últimas se habían informado antes de venir Lara, Miguel y Sandra, llegados desde València y Torrent, y que al poco de poner el pie en Cocentaina saboreaban una cerveza artesana. "Llevamos la idea de pasar el día y disfrutar. Turismo gastronómico, más que nada", comentaban con buen humor y expectación, interesándose por los espectáculos de animación que había diferentes momentos de la jornada.

Visitantes en la plaza del Pla de la Font este sábado a mediodía.

Visitantes en la plaza del Pla de la Font este sábado a mediodía. / JUANI RUZ

Y por supuesto, que no falten los productos tradicionales y artesanales, sobre todo en los aledaños del Palau Comtal. Loles, de Alcoy, se llevaba para casa un "gaiato", un bastón típico. "Venimos todos los años, es tradición", comentaba, para añadir que los 677 años de historia de la Fira no implican en modo alguno obsolescencia: "Cada vez se superan más, hay una mejor organización".

Sin perder la esencia

Muchos visitantes repiten, pero gran parte de los expositores también. Como por ejemplo Montse, que lleva ya 25 años acudiendo desde Terrassa (Barcelona) con un característico puesto de figuras de belén en la Plaça del Pla, y que recalcaba este sábado que "siempre es un placer". Esa veteranía la tienen también Jaime Cardona y José Castillo, de Gata de Gorgos, que son de los pcoos que, de alguna forma, guardan las esencias más ancestrales de la Fira, ya que se dedican a la venta de ganado, en concreto de asnos.

Jaime Cardona y José Castillo, vendedores de ganado en la Fira.

Jaime Cardona y José Castillo, vendedores de ganado en la Fira. / JUANI RUZ

En la jornada del viernes vendieron dos animales, aunque lamentan que en general hay muy poco negocio. "Esto ha ido muy para atrás". No solo porque las tareas que ahora se realizan en el campo con bestias son mínimas, sino porque mantenerlas también implica un coste. Incluso, detallan, en el caso de que se quieran tener como animales de compañía. "Hay que ponerles un microchip y alojarlos en una cuadra en condiciones. Todo tiene que ser legal". Y todo eso contribuye a que la presencia del ganado sea cada vez más escasa. Eso sí, muchos visitantes, sobre todo los más pequeños, se deleitan la vista estos días con los adorables burritos, les hacen fotografías y tratan de interactuar con ellos.