El toque de queda instaurado en la Comunidad Valenciana por el presidente, Ximo Puig, para hacer frente a la contención del virus del covid-19 no permite la movilidad entre las 00.00 y las 6 de la mañana. Así lo indica el decreto publicado, aunque en el mismo texto también se contemplan excepciones.

Eso pensó M.J.F. la madrugada del pasado 6 de noviembre, cuando se disponía a recoger a su hijo en la estación de Renfe en Alicante, procedente de Barcelona, donde se había desplazado (previo justificante) por motivos laborales. El Euromed tenía prevista la llegada a Alicante a las 22.42, pero debido a las lluvias que anegaron el territorio valenciano, se retrasó hasta las dos de la madrugada.

La «aventura» acabó con una multa, un taxi y un padre cabreado. Desgranamos paso por paso la «odisea» de este progenitor y su hijo para llegar a casa.

1 salida de Barcelona

Jueves 5 de noviembre. Tras finalizar el cometido laboral que lo había llevado a la ciudad Condal, el hijo del denunciante se dirige a la Estación de Barcelona-Sants para coger el Euromed, a las 18.15, con el que regresará a Alicante, con la llegada prevista a las 22.42.

2 Parada técnica en Castellón

Las inclemencias meteorológicas hicieron que el tren parara en Castellón, alrededor de las 8 de la tarde. El motivo fue el colapso en Valencia y la inundación del túnel del Cabanyal. Unos desperfectos que, finalmente, pudieron rehabilitarse para llegar a València a las 23.50. 

En la capital de la provincia, la situación climatológica no era mejor. El hijo del denunciante, tras relatar telefónicamente en casa las aventuras del periplo, avisa «del cambio de hora de llegada», sin poder ofrecer una concreta.

3 llegada a València

A las 23.50 arribó en Euromed a la Estación Joaquín Sorolla. En la capital del Túria, las vías se encontraban totalmente anegadas. La lluvia no daba tregua. Renfe comunica a los pasajeros la situación en la que se encuentran los carriles. Una coyuntura que obliga a cambiar de medio de transporte a los pasajeros.

Los autocares aguardaban a la salida de la estación. Tras montarse en ellos, inician el trayecto hasta Alicante, donde llegarían a la 1.45.

Tras salir de valencia, M.J.F. se «whatsappea» con su hijo para ir a recogerlo. Ambos acuerdan la hora y el padre decide salir del domicilio a las 1.15 para llegar a la terminal de trenes y traerlo de vuelta a casa, al no disponer de coche propio en la estación de Alicante.

4 Control de tráfico y multa

M.J.F., a la 1.15, tras coger el coche, sale de su domicilio y se dirige a la autovía. En la Nacional 340 un control de la Guardia Civil de Tráfico le da el alto. El progenitor explica a los agentes el motivo de su desplazamiento en la madrugada del viernes 6: «recoger y llevar a mi hijo al domicilio familiar donde convivimos, quien venía de Barcelona por motivos de trabajo, demorando su llegada a Alicante, por las excepcionales e imprevistas razones descritas».

Una vez explicados y justificados los motivos del desplazamiento, con los documentos pertinentes: asunto laboral en Barcelona, billete y retraso; los agentes le responden con la siguiente frase: «¿Su hijo se encuentra discapacitado?, Si no lo está, tendrá que coger un taxi».

El hombre, con asombro, dijo a la Guardia Civil: ¿Un taxi a las 2 de la madrugada?» A lo que los efectivos contestaron: Sí, hay un servicio de taxis las 24 horas y más en la parada de trenes de Alicante.

Al no ser motivo de excepción, M.J.F. es sancionado. Cuando los agentes le entregan el boletín de la denuncia le indicaron que si le volvían a parar podía cometer un delito de desobediencia, dio media vuelta con su coche y regresó a casa.

5 Estación de Alicante

Cuarenta y cinco minutos más tarde, a la 1.50, el joven pone por fin un pie en Alicante. Allí, esperaban los taxis, que Renfe pagó, para recoger a los pasajeros de un autocar que había llegado media hora antes que ellos, por idéntico motivo, y también a estos últimos.

Como «buenamente pudieron», fueron subiéndose a los vehículos. El hijo de M.J.F. compartió taxi con 3 personas más del autobús, con destino a Cartagena. «Cuatro personas dentro de un taxi, sin distancia de seguridad, pese a las medidas por la pandemia».

Finalmente, pasadas las cuatro de la madrugada, llegó a casa.

6 Recurso a la multa

El progenitor, unos días después, presenta un recurso contra la sanción interpuesta por los agentes, solicitando el sobreseimiento y archivo del expediente sancionador, por ser una de las actividades excepcionadas recogidas en el Real Decreto publicado por la Generalitat Valenciana.

M.J.F., a la vista de los hechos se pregunta: «¿Qué pasa si para hacer una actividad excepcionada se carece de vehículo particular? ¿Cómo y quién puede trasladarlo? ¿Una persona que trabaja de noche o que acaba su jornada laboral de noche (en pleno horario del toque de queda) y no tiene vehículo particular, tiene que contratar un taxi para ir a su lugar de trabajo o regresar a su casa? Todos los días para hacer esta actividad ¿tiene que soportar el gasto de pagar un taxi? ¿Al trabajador no lo puede llevar al trabajo o traerlo su padre o un familiar conviviente? Y finaliza cuestionándose: Si su hijo no hubiese tenido dinero para pagar un taxi. ¿Qué tendría que haber hecho?».

Por su parte, la Conselleria de Presidencia alega que «el hecho de la suspensión del tren (demostrable con el mail de Renfe) fuerza un desplazamiento del hijo y también del padre, no ordinario. Por tanto, podría caber en el ‘otras circunstancias excepcionales’ que recoge el decreto. No obstante, el caso es complejo y puede prestarse a varias interpretaciones. Se legisla siempre pensando en los casos generales. Toda ley suele estar abierta a interpretaciones».

Continuará...