La hostelería de la provincia de Alicante se opone a la apertura gradual del sector a partir del 1 de marzo en una desescalada que pasaría por la vuelta a la actividad solo en las terrazas, y exige reabrir sus negocios al 100% en el exterior y al 50% del aforo en el interior de bares, restaurantes y locales de ocio. Es el planteamiento que llevarán a la próxima reunión (día 23) de la mesa de trabajo que constituyó anteayer la consellera de Sanidad, Ana Barceló, con las patronales del sector, en la que exigen estar representados ya que diversas asociaciones de la provincia se han quedado fuera. Una parte de los afectados, convocados por la Coordinadora Empresarial del Ocio y la Hostelería, celebrará hoy una sentada ante la sede del Consell en Alicante.

En esa reunión se avanzó el inicio de la desescalada a partir del 1 de marzo con las terrazas al aire libre. El comité de expertos que asesora al Consell apuesta por vincular las fases de relajación de las restricciones con la evolución de algunos indicadores, como ya estableció el Ministerio de Sanidad el pasado verano. Un protocolo que hablaba de riesgo extremo cuando la incidencia acumulada a 14 días superaba los 250 casos. Con esa referencia en mente, el grupo de asesores de la Generalitat vería con buenos ojos que cuando la Comunidad baje de esos 250 contagios por 100.000 habitantes, se empiecen a relajar aquellas medidas que implican un menor riesgo de transmisión y consideran que los bares y restaurantes podrían reabrir entonces las terrazas. También entienden que en ese escenario se podrían levantar los cierres perimetrales de las grandes urbes y el precinto de los parques.

El epidemiólogo José María López Lozano considera, no obstante, que ante la amenaza de la cepa inglesa hay que ser mas conservador que de costumbre. «Lo primero sería saber si es mayoritaria o si está aumentando. En este caso abogaría por permitir el uso de las terrazas, asegurando la distancia y que la gente lleve siempre las mascarillas, a partir de una incidencia acumulada a 14 días de unos 200 casos por cada 100.000 habitantes. El uso del interior lo limitaría a incidencias menores de 100 con la mitad del aforo. Lo importante es que cada persona esté a un metro y medio de otras personas y lleve la mascarilla excepto cuanto coma o beba».

Juan Francisco Navarro, presidente de la Sociedad Valenciana de Medicina Preventiva y Salud Pública y médico del Hospital General de Elche, piensa que es mejor que estemos lo más cerca posible a una tasa de 100 casos por cada 100.000 habitantes para reabrir. «Bajadas mayores de incidencia son difíciles de alcanzar y sería muy largo de conseguir, pero con esa tasa, y una vigilancia estrecha, entendemos que se podría abrir la hostelería. Incluso entre 100 y 200 casos de incidencia permitirían hacer aperturas parciales y solamente con situaciones de mínimo riesgo. Desde luego apertura de terrazas, que viene el buen tiempo, pero en interiores debería estar no solo restringido sino prohibido por todo lo que hemos visto». En la misma línea, el catedrático de Salud Pública de la Universidad Miguel de Elche, Ildefonso Hernández, portavoz también de la Sociedad Española de Salud Pública, señala que «desde luego a interiores aún no se puede ampliar la apertura. Para esto hay que esperar algo más y que se consolide la tendencia».

Volviendo a la mesa de trabajo creada por el Consell y las patronales del sector hostelero, forma parte de la misma la Federación Empresarial de Hostelería de la Provincia de Alicante (Fehpa), integrada en la Confederación Empresarial de Hostelería y Turismo de la Comunidad (Conhostur). «A pesar de que muchos piensen que lo que estamos negociando es la apertura de las terrazas no es así, jamás negociaríamos eso, otra cosa es que te lo impongan», afirma la presidenta de Fehpa, Mar Valera. Esta representante insiste en que también reclaman la apertura total, con un 100% de aforo en el exterior, es decir, en las terrazas, con una distancia entre mesas de un metro y medio; y del 50% en el interior, con mesas cada dos metros, y los negocios abiertos hasta el toque de queda. Eso es lo que hemos pedido, otra cosa es lo que nos quieran dar o cómo quieran hacer la desescalada, que es diferente. De lo que queremos a lo que nos dan hay un abismo, pero vamos a luchar por eso. Encadenamos muchos meses de pérdidas y la gente necesita trabajar».

El presidente de la Asociación de Restaurantes de Alicante (ARA), César Anca, tildó de «vergüenza» la reapertura solo con terrazas. «No nos conformamos con eso, sería reconocer que nuestros establecimientos son inseguros. No somos los culpables, hay otro modo de hacer las cosas. Tendrían que mirar más a la Comunidad de Madrid, donde no se criminaliza al sector de la hostelería. Los negocios están abiertos y la gente va a comer tranquilamente», dijo. También cuestionó la representatividad de la mesa creada por el Consell, «en esa mesa falta gente, no nos podemos sentir representados muchos. Nos parece increíble que (las patronales) hace 15 días exigieran la apertura de los establecimientos sin limitaciones y ahora les parezca todo estupendo y maravilloso».

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Lalo Díez, portavoz de la Coordinadora que ha convocado la protesta de hoy, criticó que «el Consell tardó 24 horas en cerrarnos pero vamos a cobrar las ayudas a los cuatro meses de anunciarlas. Pedimos abrir desde el 1 de marzo en unas condiciones que permitan trabajar al sector con garantías sanitarias habilitando espacios en terrazas y en interiores, con limitaciones, pero que sea rentable abrir los negocios».

También habló de «vergüenza y tomadura de pelo el presidente de la Asociación de Locales de Ocio (Alroa), Javier Galdeano.