Restricciones en Alicante: cuando el límite municipal marca cómo se puede vivir

Al igual que con el toque de queda, la restricción a un máximo de 10 personas en reuniones sociales solo está vigente en 27 localidades mientras que en el resto sí se permiten, lo que causa situaciones contradictorias

Terrazas llenas este verano a última hora de la tarde en Santa Pola, una de las localidades afectadas por las restricciones. | ANTONIO AMORÓS

Terrazas llenas este verano a última hora de la tarde en Santa Pola, una de las localidades afectadas por las restricciones. | ANTONIO AMORÓS / ANTONIOTERUEL

La aplicación de restricciones en 27 municipios de la provincia de Alicante y 77 en el conjunto de la Comunidad Valenciana se está mostrando efectiva para doblegar la curva de contagios en las últimas semanas. Junto con el toque de queda entre la 1.00 y las 6.00 horas, la principal medida es la prohibición de las reuniones sociales de más de diez personas, tanto en el ámbito público como privado. No cabe duda de que esto ha contribuido a que disminuyan los encuentros en estas localidades y, en consecuencia, a evitar mayores riesgos de contagio. No obstante, estas limitaciones también han dado lugar a la paradoja de que algo puede estar permitido en un punto y prohibido a apenas unos metros de distancia.

Es inevitable que cada vez que se pone en práctica alguna medida que se circunscribe a algún territorio en concreto surjan agravios, sean cuales sean la norma en cuestión y el criterio territorial que se aplique. En el caso concreto de las restricciones para tratar de frenar la expansión del virus, se puede dar el caso de que un grupo de 11 personas puede reunirse sin problemas en una localidad sin restricciones en vigor, como es por ejemplo Sant Joan d’Alacant; otra cosa es, claro está, la responsabilidad de cada cual. En cambio, ese mismo grupo de 11 personas no puede reunirse en Mutxamel, ni en El Campello, ni en Alicante, pese a que Sant Joan está unido con todos ellos y se puede pasar de uno a otro andando con facilidad. Y por la misma razón, tampoco se puede estar en la calle entre la 1.00 y las 6.00 en Alicante ni en toda su área metropolitana... salvo si se trata del término municipal de Sant Joan.

Es un ejemplo llamativo, pero no el único; sin salir de l’Alacantí, un hipotético encuentro familiar de 11 personas es legalmente posible a día de hoy en una casa de campo que se encuentre en el término municipal de Agost, pero en las contiguas partidas de El Moralet o La Alcoraya, puesto que en ese caso se trata del término municipal de Alicante. Idéntica contradicción se da también entre Onil, que sí tiene restricciones, y Castalla, que no: una reunión en esta última localidad puede alargarse sin problemas más allá de la una de la madrugada, pero en la primera, a solo 3 kilómetros, no es posible. O a menos distancia aún, si hablamos de espacios rurales, donde hay un gran número de casas de campo.

Esto último ocurre también en Cocentaina, donde se une el hecho de que ahora la vecina Muro no tiene restricciones, pero semanas atrás fue al revés; es decir, las había en Muro pero no en Cocentaina. Este vaivén ha dado pie a una cierta confusión entre los habitantes de la zona, particularmente entre los jóvenes; probablemente muchos hayan consultado con urgencia internet para saber si tienen que darse prisa en volver a casa o no es necesario. Y también, la duda de qué puede pasar si pasan en hora de toque de queda por una de esas localidades, para dirigirse a la suya; por ejemplo, los vecinos de Salinas, que no tienen restricciones pero sí las hay en Sax y Monóvar, con los que conecta por carretera.

El listón de 5.000 habitantes

Todo el litoral de la provincia al norte de la capital se encuentra bajo restricciones, una medida que se puede interpretar como muy lógica, ante la mayor afluencia que registran todas estas localidades en verano y el añadido de que entre muchas de ellas hay un continuo urbano. Se libran, sin embargo, la costa de Benissa y El Poble Nou de Benitatxell. Al sur de Alicante, no está permitido permanecer en la calle pasada la 1.00 en Urbanova y Gran Alacant, pero sí entre ambas zonas, en Arenales del Sol, puesto que pertenece a Elche y este municipio no tiene restricciones, al contrario que Alicante y Santa Pola.

El hecho de que El Poble Nou de Benitatxell no tenga limitaciones pese a estar rodeado por otros que sí puede obedecer a que no llega a 5.000 habitantes, que es el baremo fijado por la Generalitat para aplicar las medidas. Es la razón por la que probablemente se han librado también otras localidades en toda la provincia, sobre todo algunas que por poco no alcanzan ese número de vecinos y que presentan una incidencia alta. Ahora bien, cabe recordar que, al margen de cualquier restricción, la responsabilidad y el sentido común a la hora de salir deben primar por encima de todo.

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