El nefrólogo Miguel Perdiguero, de 57 años, sucede a Carlos de Santiago en la Coordinación de Trasplantes del Hospital General Universitario Dr. Balmis de Alicante. De Santiago estuvo al frente 34 años. El nuevo jefe de servicio afirma que aceptó la propuesta porque "el equipo es fantástico. Venir a trabajar con pasión es fundamental, no lo entiendo de otra manera. Somos uno privilegiados. Estamos aquí porque queremos. En un sitio en el que hay que volcar pasión, sin pasión no hay emoción y es un sitio para volcarla", señala Perdiguero.  

¿Cómo afronta este nuevo reto como coordinador?

Cuando me lo comentaron no me lo esperaba, no es algo que yo había buscado. Después de pensarlo y hablar con Carlos de Santiago (su antecesor) vi que era una opción y un lugar inigualable. Puedes hacer un montón de cosas, tratas con mucha gente del hospital. Empecé la residencia en 1990 en este hospital, hice aquí Nefrología y estuve tres años. Luego estuve otros 7 años en el hospital de La Vila, y desde 2021 trabajando como nefrólogo de nuevo en el Hospital de Alicante. De manera ininterrumpida 21 años.

¿Cuál es su relación con el mundo del trasplante?

Como nefrólogo es inherente a nuestra profesión porque tratamos a pacientes que están en diálisis, hacemos la inclusión en lista de espera de trasplante y la asistencia durante la hospitalización. Estoy relacionado con el trasplante de hígado porque los nefrólogos hacemos una valoración del riesgo que puedan tener los trasplantados hepáticos de desarrollar insuficiencia renal, que es bastante frecuente. Por eso tengo mucha relación con el equipo de hepatólogos del hospital, con los cirujanos hepáticos. En estos diez años he aprendido un montón de ellos. Cuando te pones a mirar con distancia estamos un poco en el centro de los dos mundos, del trasplante hepático y del renal, que son los dos motores fundamentales de este hospital.

¿Qué retos de futuro se plantea como coordinador?

En este mundo cambiante, indudablemente hay muchos retos. Una cosa muy importante es afianzar la sensación de que no es un trabajo personalizado. La coordinación de trasplantes es trabajar en equipo. El elemento número 1 del reto es mantener el equipo. Creo que sin equipo en esto no vamos a ningún sitio. Somos un equipo dentro de la coordinación que la verdad es que trabaja fantásticamente, me he sentido perfectamente acogido y estoy aprendiendo mucho de ellos. Por otro lado, todo el hospital de una forma u otra está implicado tanto en el proceso de la obtención de donantes como de la consecución de los trasplantes. El primer reto es mantener la sensación de que todos estamos remando en la misma dirección.

¿Y el siguiente reto?

Desde un punto de vista más técnico, los cambios en la edad de la población con donantes cada vez más añosos suponen un reto en cuanto a la preservación de los órganos y la idoneidad del receptor. Recientemente se ha publicado que se ha trasplantado a un paciente de 90 años. No solamente tenemos que dar órganos para dar vida sino que tenemos que dar calidad de vida a los receptores, y por otro lado, no olvidarse nunca de los donantes y sus familias. Ahora mismo vengo de hacer una entrevista familiar para la utilización del permiso para la donación de órganos y es un elemento clave y fundamental en todo este proceso porque sin donante no tenemos receptores, no tenemos nada. Todo eso hay que hacerlo de una forma exquisita, hay que apoyar a la familia, acompañarlos en el proceso, y seguir trabajando en el modelo Alicante, que nos ha hecho famosos en todos lados por el acompañamiento que hacemos.

Es fundamental la psicología...

Más allá de los números lo importante es hacer las cosas bien y estar para acompañar a la familia en ese momento tan difícil y por supuesto hacer el acompañamiento luego del receptor, de su familia, que las condiciones sean las mejores posibles, hacer una adecuada valoración y apoyar en todo lo posible a los equipos de trasplantes. También incentivar el trasplante de donante vivo porque como hay donantes más añosos cuando tenemos receptores más jóvenes a veces es difícil encontrar órganos y la opción del donante vivo está ahí y la desarrollamos en el hospital. Creo que se debe potenciar de forma importante a este tipo de pacientes. Hay muchos escenarios, la eutanasia, pacientes con enfermedad neurodegenerativas severas... Ellos, sin que nosotros les digamos nada, ya optan o nos piden la posibilidad de ser donantes de órganos, es una demanda que existe desde la sociedad y los pacientes.

"Hay muchos escenarios, la eutanasia, pacientes con enfermedad neurodegenerativas severas, ellos, sin que nosotros les digamos nada ya optan o nos piden la posibilidad de ser donantes de órganos"

¿Qué tipo de trasplantes se hacen en el Hospital Doctor Balmis?

Hacemos trasplantes de riñón, hígado y de córnea. También autotrasplante de médula por parte del Servicio de Hematología, y de tejidos, tendones, hueso…

Otra imagen de Miguel Perdiguero INFORMACIÓN

¿Se prevé ampliar a otros órganos en próximos años?

Es otro reto. Como buen alicantino soy defensor de que una provincia con casi dos millones de habitantes y la quinta de España se merece estar dotada en algunos aspectos al mismo nivel que otras provincias. Pero por otro lado, tiene que primar la optimización de los recursos y en un momento en que son limitados cualquier paso en este sentido hay que meditarlo, huir del sensacionalismo y hacerlo bien. Pero Alicante está al mismo nivel que cualquier otra provincia que tiene trasplante de otros órganos. Por supuesto, es una reivindicación histórica que no estaría lejos de la realidad en comparación con otras provincias. Pero vamos, eso no es la bandera de la coordinación sino que se opta por supuesto por favorecer a los pacientes, que son siempre lo primero.

"Como buen alicantino soy defensor de que una provincia con casi dos millones de habitantes y la quinta de España se merece estar dotada en algunos aspectos al mismo nivel que otras provincias"

¿Cuál es la labor del coordinador de trasplantes?

Una cosa importante es que no soy cirujano. Soy médico, vengo del mundo de la consulta, de la atención de pacientes con enfermedad renal crónica. En el hospital hay un engranaje muy complejo en el que intervienen muchos servicios para poder hacer la donación y el trasplante. Por un lado están los equipos quirúrgicos, que se desplazan a extraer el órgano si hay un posible donante; lo trasladan y aquí en el hospital está el receptor preparado para el trasplante. Luego está todo el entramado de profesionales médicos, como los nefrólogos en el trasplante renal; o en el trasplante de hígado los de digestivo, los hepatólogos, que ellos no operan sino que llevan toda la gestión del paciente, las analíticas, las indicaciones de si debe recibir o no el trasplante. Hay equipos tanto médicos como quirúrgicos que intervienen, junto a personal de Enfermería en ambos, que hacen esto posible; y el coordinador une los hilos para que todo funcione.

Un proceso muy complejo...

Ayer (por el miércoles) hubo una donación en el Hospital General de Elche, ellos han puesto un riñón esta mañana y nosotros vamos a poner otro esta tarde. Toda la coordinación o montar todo el equipo quirúrgico que supone desde que tenemos el donante, la compatibilidad, llamar al receptor, convocar un equipo quirúrgico, alertar al nefrólogo, a los enfermeros, al celador, a la limpieza responsable de quirófano es una labor que hemos hecho toda la mañana. Nos avisan de que hay un posible donante, hacemos la entrevista familiar, avisamos al equipo quirúrgico, al hepatólogo, al urólogo, al nefrólogo para que hagan la valoración del posible donante...Es un tema realmente complejo. Montar una extracción y trasplante es un proceso que lleva de media más de 95 llamadas, y hasta 140 profesionales que se ven implicados directamente en el hospital. Una labor de coordinación de un equipo integrado por seis personas.

"Es un tema realmente complejo. Montar una extracción y trasplante es un proceso que lleva de media más de 95 llamadas, y hasta 140 profesionales que se ven implicados directamente en el hospital"

¿Cómo están las cifras de trasplantes?

Estamos recuperando los datos prepandemia. En total llevamos 2.100 trasplantes renales sin contar el de hoy, 387 hepáticos y el dato más importante es que tenemos más de mil donantes, que es una barbaridad, y que gracias a ellos se ha podido hacer todo esto. Es un montón de gente, mil donantes con otras tantas familias detrás. Sin ellos todo eso no se podría hacer. En cuanto a los datos de este año, llevamos 55 trasplantes de riñón, por encima de los datos de todo 2021, que fueron 52. Y de hígado hicimos 40 y llevamos ya 38, o sea que pasaremos también la cifra. En cuanto a donación hubo 38 donantes en todo 2021 y este año llevamos ya 37 donantes. Estaremos en los datos de 2019 claramente, incluso un poco por encima. Otra cosa importante es que el 20% de los donantes son gente de fuera, tenemos de toda Europa. Gente de Rusia, desplazados del conflicto de Ucrania que vienen huyendo de aquel desastre y se encuentran en una situación que son posibles donantes y se agradece su generosidad. Estas cosas desde el punto de vista de la coordinación me han impactado mucho. Gente que viene huyendo del desastre, se encuentran aquí en una situación trágica y son capaces de donar sus órganos de forma altruista.

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¿Es duro atender un proceso de este tipo?

Esto no es para mí nuevo, llevo 30 años como médico. Muchas veces en la Universidad no nos enseñan cómo acompañar en el proceso de la muerte. Siempre quiero que los residentes estén presentes cuando informamos a la familia del pronóstico del paciente, del momento de la muerte y realizar un acompañamiento. En ese momento también aprendemos mucho de la familia. Ciertamente hay casos que te pueden dejar más tocado entre comillas que otros porque empatizas más, te sientes más identificado desde el punto de vista cultura, por edad, con el que ha fallecido. Puede ser tu hijo, o tu padre, tu hermano…Uno se pone en su lugar pero aprendes un montón de la gente, de la generosidad y estamos en un sitio privilegiado para esto. Ayudamos a que la gente esté bien y en el proceso de la muerte hay que ayudar. Al que se va, ayudarle a que se vaya bien y al que se queda, que se quede bien. Eso es fundamental en el proceso de la pérdida de un familiar. Para todo el equipo es básico que el acompañamiento familiar sea lo más correcto posible, y si les queda alguna duda que vuelvan con nosotros, no se pueden quedar mal en el proceso del duelo.