El calor y los virus del otoño hacen que la mortalidad vuelva a crecer en 2022 en la provincia de Alicante

El año termina con una cifra provisional de 18.328 decesos en la demarcación, 24 más que en 2021 - Uno de los picos más altos de defunciones semanales se registró en verano, cuando las temperaturas eran más altas

Tumbas y nichos en un cementerio de la provincia.

Tumbas y nichos en un cementerio de la provincia. / TONY SEVILLA

El calor del verano y los diferentes virus respiratorios han contribuido de manera decisiva a que la mortalidad volviera a crecer en 2022, pese a que la incidencia del covid ya no es tan intensa como lo fue en 2021 y sobre todo en 2020. Es una de las principales conclusiones que se pueden extraer de los datos de estimación de defunciones semanales que realiza el Instituto Nacional de Estadística (INE), y que ya están completos en lo que se refiere al pasado ejercicio. Hasta el pasado 26 de diciembre, y desde el 27 de diciembre de 2021, fallecieron en la provincia de Alicante 18.328 personas, 24 más que en el mismo periodo anterior de 52 semanas naturales.

A lo largo del año pasado no se produjeron episodios puntuales de mortalidad muy elevada y muy por encima de la media del resto del tiempo, como sí ocurrió en 2021 y 2020 debido a las distintas olas de la pandemia de coronavirus, sino que la circunstancia fue bastante distinta. El volumen de fallecimientos se mantuvo en general más alto durante todo el año que en ejercicios anteriores, y a eso hay que sumar que sí ocurrieron algunos picos puntuales de defunciones. Aunque no fueron tan altos como en lo más álgido de la pandemia, el mencionado factor de un mayor número de muertes de manera sostenida ha contribuido a que el resultado final de 2022 supere ligeramente al del año anterior.

La estadística no indica las causas de los fallecimientos, pero los mencionados picos coinciden con situaciones puntuales de crisis sanitaria, ya fuera por el covid, las altas temperaturas u otros virus de tipo respiratorio como la gripe, que fueron más letales ya al final del año y que siguen muy activos en estos momentos. La semana de 2022 con más muertes en la provincia de Alicante fue la del 25 al 31 de enero, en la que se produjeron 450 decesos, en plena sexta ola de la pandemia de coronavirus, seguida de la anterior, del 18 al 24 de enero, con 430. Ahora bien, la tercera semana en fallecimientos fue la del 19 al 25 de julio, en medio del intenso episodio de calor estival, con 421. También se superaron los 400 óbitos en algunas semanas más de enero y julio.

Otro momento importante de mortalidad fue el comprendido entre el 29 de noviembre y el 6 de diciembre, con 381 decesos. Ese fue el máximo del otoño, y después la cifra no ha bajado de los 350 fallecimientos semanales; además, con tendencia ascendente en la última quincena del año. No obstante, lo más significativo es que en todo 2022 solo hubo una semana con menos de 300 vidas perdidas en la provincia de Alicante, la del 20 al 26 de septiembre, en que se notificaron 284 muertes. A lo largo de 2021, en cambio, el volumen de defunciones se mantuvo en general más bajo, pero los estragos de la letal tercera ola de la pandemia marcaron que la cuenta final ascendiera a 18.304.

Una persona abanicándose por la calle para tratar de darse aire en una jornada tórrida del pasado verano.

Una persona abanicándose por la calle para tratar de darse aire en una jornada tórrida del pasado verano. / ÁXEL ÁLVAREZ

Los datos que acaba de publicar el INE son una estimación provisional, pero los definitivos previsiblemente no variarán mucho; los de 2021, conocidos hace escasas semanas, hablan de 18.391 defunciones, la cifra más alta desde que hay registros oficiales. Así, aunque todavía quedan muchos meses para poder determinarlo, es muy probable que 2022 haya vuelto a marcar un máximo histórico de mortalidad en la provincia de Alicante, con todas las consecuencias que ello tiene en términos demográficos. Especialmente, en lo que se refiere al crecimiento natural de la población, que lleva siendo negativo ya algunos años y que no muestra viso alguno de remontar por el momento.

Natalidad estancada después de la pandemia

La crisis sanitaria del coronavirus supuso también una caída histórica de la natalidad, que se reflejó de manera muy especial en los últimos meses de 2020 y los primeros de 2021. Una vez pasada esa circunstancia adversa, las cifras de nacimientos se han recuperado, pero de una manera muy testimonial, y así ha sido también a lo largo de 2022. De momento solo están los datos hasta noviembre, también a través de la estimación provisional del INE, que cifran en 12.224 los alumbramientos desde el inicio del año, tan solo 17 más que en los mismos once meses de 2021. Ese ejercicio terminó con 13.371 nacidos, 37 más que en 2020.

Así, puede hablarse de un estancamiento absoluto de la natalidad, que previsiblemente se confirmará una vez que se conozcan las cifras completas de 2022, en unas pocas semanas. La pandemia, como ha venido publicando este periódico, ha agravado, y de una manera muy profunda, una tendencia que ya venía siendo negativa por razones de tipo socioeconómico. Con estos factores, es obvio que el envejecimiento de la población, cada vez más notable, se acelerará aún más, y que en todo caso será la inmigración la que pueda contribuir a paliarlo de alguna forma.